Burgos llora el incendio de Notre Dame, «madre» de su Catedral, mientras León recuerda su propia tragedia

Javier Lacalle mandó un telegrama a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para transmitirle el pesar de la ciudad castellana ante una «tragedia cultural histórica»

REUTERS | Vídeo: Así cayó la aguja de la catedral de Notre Dame de París EP

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Si hay una ciudad castellano y leonesa especialmente afectada por el incendio que ha asolado las cubiertas de la Catedral de Notre Dame de París , derrumbado su aguja central y ha provocado serios daños en el interior del templo, es Burgos, ya que la seo parisina siempre se ha considerado, por estilo y tiempo de construcción, «la madre» de la Catedral de Santa María.

Las reacciones a las imágenes que llegaban de París tras la declaración del pavoroso incendio no se hicieron esperar y muchas personalidades, instituciones y colectivos de la capital burgalesa quisieron unirse a las muestras de apoyo a los parisinos.

El alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, envió a última hora de la tarde de este lunes un telegrama a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para transmitirle el pesar de Burgos ante una «tragedia cultural histórica» y, a través de su perfil en Instagram, quiso enviar un «fuerte abrazo» a la capital francesa, «ciudad hermana de Burgos en cultura, historia y arte», tras reconocer que se había emocionado al ver el alcance del incendio de Notre Dame.

Catedral de Santa María, en Burgos, que comenzó a construirse en 1221, 40 años antes de que se concluyese prácticamente la seo parisina ICAL

La Diócesis de Burgos también ha querido mostrar su pesar por el siniestro del templo gótico y ha elegido las redes sociales para remitir un «abrazo muy fuerte» a todos los habitantes de París, con especial intensidad para su arzobispo.

Desde la Diócesis burgalesa se reconocía estar «muy tristes por el incendio de una catedral hermana, si no madre», al igual que hacían otros colectivos como el Cuerpo de Bomberos de la ciudad, que tenía unrecuerdo para todo el dispositivo que se afanaba por sofocar las llamas.

También se vivió con especial intensidad el siniestro en León. Fue el 29 de mayo de 1966 cuando un rayo puso en jaque al primer templo de la capital leonesa, inmersa en esa tarde de domingo en la festividad de Pentecostés.

La noticia del incendio en París y la intervención de los bomberos llevó a recordar la intervención del arquitecto Torbado en León, que llamó a no echar agua para sofocar las llamas, algo que permitió salvar la estructura de la seo leonesa al evitar un mayor peso de la piedra como consecuencia de la humedad, lo que habría facilitado la caída del cuerpo principal de la catedral, provocando mayores daños de los que se sufrieron.

El administrador de la catedral de León, Mario González, recordó a Ical aquella tarde en la que tenía 13 años y vio el desarrollo del incendio desde el Seminario Menor. «Tuvimos mucha suerte que solo fue el tejado», explicó, y puso de relieve la «pericia» de los bomberos y también del arquitecto Torbado al pedir que no se echara más agua, lo que evidenció que es mejor «usar espuma que agua» para este tipo de sucesos.

Incendio de la catedral de León en 1966. Fotografía de César Andrés Delgado cedida por el Archivo del Cabildo Catedralicio ICAL

González rememoró ayer lo sucedido aquella tarde de domingo en León. «Me llamaba la atención cómo ardía todo» y estimó que podría haberse frenado antes porque al tener una cubierta de cobre, el agua no pasaba y no sofocaba las llamas. «Eso pudo impedir que se apagara el fuego antes», opinó.

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