«Ni adelanto electoral ni cambios en el Gobierno»

Después de la tempestad viene la calma o al menos esa es la sensación que este jueves ha querido transmitir el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea. El primer Consejo de Gobierno tras la grieta abierta en el Gobierno de coalición PP-Cs por la reforma de la sanidad se ha celebrado en un tono «muy cordial y franco» y acabó con «aplausos y abrazos», más concretamente, con el que se produjo entre la consejera Verónica Casado y el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (se saltaron las medidas antiCovid dado que no son convivientes). «Se ha aclarado el malentendido y hoy ha sido un gran día» , ha insistido el número dos del Gobierno autonómico, que ha justificado el apoyo del Grupo Popular en las Cortes regionales a la iniciativa del PSOE en que «falló el mecanismo de diálogo» entre los portavoces de los dos grupos parlamentarios, Raúl de la Hoz, por los populares, y David Castaño, en la formación naranja, a los que corresponde coordinar las iniciativas que afectan a la acción de gobierno. «Todos cometemos errores y malinterpretamos las cosas; el asunto no va más allá», ha zanjado.

Igea se ha esforzado así en tratar de acabar con la imagen de ruptura en el Gobierno de coalición tras el pleno del lunes y, sobre todo, de alejar del imaginario colectivo unas próximas elecciones. «Ni adelanto electoral ni cambios en el Gobierno», aseguró rotundo e, incluso fue más allá al asegurar que «yo hablo por la Junta y eso incluye al presidente». Y añade: «Mañueco nos ha dicho que no está en su ánimo convocar elecciones», al tiempo que mantiene que «la confianza en el PP es mucho mayor porque se han aclarado las cosas».

Niega, además, que llamase a la dirección nacional de Ciudadanos para saber si podía romper el pacto de gobierno con el PP , un asunto que, «no ha estado nunca» entre sus propósito. Cree, además, que ahora tiene una confianza «mucho mayor» en su socio de gobierno tras hablar «con franqueza» de un problema que atañe a la acción de gobierno de una de las consejerías.

Sin embargo, no ayudan mucho para acabar con el run-run de un adelanto electoral las palabras del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, que ha subrayado que la decisión corresponde al presidente de la Junta (como es sabido) y que, en todo caso, sea la que sea «la dirección y el presidente nacional, Pablo Casado, están a su lado». Destaca, además, que «la prioridad de la Junta es dar solución a la crisis económica y sanitaria y ha sabido estar a la altura de las circunstancias más difíciles».

También han salido en apoyo del presidente de la Junta y del partido algunos responsables provinciales de la formación, como el de Valladolid, Conrado Íscar, quien defiende «la apuesta por el diálogo, la sensibilidad y el conocimiento del medio rural» de Fernández Mañueco, de quien alaba sus esfuerzos por el consenso. Desde Salamanca, Javier Iglesias se ha mostrado «absoluta y totalmente de acuerdo con el mantenimiento de los servicios públicos, especialmente de la sanidad, en el medio rural», aunque no ha querido entrar en valorar un posible adelanto electoral porque «no vamos a entrar en eso, depende del presidente». Hay que recordar que desde las diputaciones se han alzado no pocas voces contra las decisiones del departamento de Verónica Casado. La propia presidenta de la de Palencia y también de la Federación Regional de Municipios y Provincias, Ángeles Armisén, ha cuestionado algunas de las acciones y pidió más diálogo con las entidades locales. Quejas que también han llegado desde los municipios más pequeños con alcaldes que, incluso, están siendo tanteados por Vox dispuesto a acoger a los populares descontentos. Pero a ese malestar y a las presiones de sus socios, según Igea, Verónica Casado ni está cuestionada ni ha pensado nunca en presentar su dimisión y recuerda que «tiene récord de aceptación en las encuestas por parte de los ciudadanos» y «muy pocas personas han conseguido una valoración de seis». Aún así, su proyecto estrella, llámese plan, reforma o estrategia, para reestructurar la Atención Primaria ha dejado «tocado» el pacto de Gobierno entre PP y Cs después de que los primeros votasen el martes con Tudanca en las Cortes autonómicas.

El secretario autonómico del PSOE se sentará la próxima semana para hablar de sanidad, respondiendo así a la oferta de Mañueco, un encuentro al que también asistirá el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y el vicepresidente. El primero, porque deberá explicar el impacto económico de las actuaciones que se propongan y el segundo porque, según él mismo ha explicado, «tengo que estar en estas cosas», ya que entre sus cometidos está el informar de lo que allí sucede y coordinar la acción de las consejerías. Sin embargo, Igea no se ha mostrado muy confiado en el resultado de estas reuniones, ya que «el PSOE no me ha dado ningún motivo para ser optimista» . En este sentido, recuerda cómo los socialistas «ya se sentaron y recogimos sus propuestas, pero cuando se levantaron fue por razones políticas, no porque no estuvieran de acuerdo con la reforma sanitaria». «Venga a sentarse y hágame una propuesta», pide a Tudanca, al que sugiere que explique qué piensa hacer, por ejemplo en la provincia de Segovia, con 277 consultorios y 120 facultativos. Precisamente, en esta provincia asegura que hay un médico con un sueldo mensual de 10.000 euros y otros que no bajan de los 6.000, dando así a entender que «el dinero no es problema» y que la falta de profesionales en algunas zonas no tiene que ver con que no tengan las condiciones adecuadas.