Crisis del coronavirus

Misas «online» en tiempos del Covid-19

El coronavirus está limitando las acciones cotidianas y las celebraciones eucarísticas no son una excepción. Las parroquias han tenido que tirar de ingenio para «salvar» la rutina cristiana

Juan Antonio Pérez posa en su estudio de grabación desde el cual retransmite los actos litúrgicos

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La crisis del coronavirus está limitando las acciones cotidianas de los ciudadanos y las celebraciones eucarísticas no son una excepción. Después de que la Iglesia haya prohibido las misas abiertas al público en las diócesis, las parroquias se las han ingeniado para mantenerse cerca de los fieles y brindarles acceso a las celebraciones sin tener que salir de casa.

Los religiosos están tirando de ingenio ofreciendo ceremonias en directo a través de las redes sociales. Facebook, Youtube, Whatsapp... se han convertido en los perfectos aliados para «salvar» la rutina cristiana en tiempos de confinamiento.

La agenda de actos litúrgicos de Juan Antonio Pérez Revenga, cura de la parroquia de Nuestra Inmaculada Concepcion de Alcaudete de la Jarra, está a rebosar. Rezo del ángelus a las doce del mediodía, misa a las siete de la tarde, excepto domingos y festivos, que se oficia a las doce de la mañana; y para terminar el día, a las diez de la noche, una hora santa de alabanzas con las peticiones de feligreses.

Sus estudios en informática le han servido para instalar su particular estudio de grabación en los salones parroquiales, a través del cual retransmite todos los cultos. En el lugar ha improvisado un altar desde el que oficia los actos litúrgicos mientras se graba con una cámara para que le puedan seguir en vivo.

Consciente de las limitaciones que las personas mayores tienen para acceder a las nuevas tecnologías, Juan Antonio ha creado un grupo de difusión en Whatsapp «para hacer más fáciles las conexiones» y por donde envía, quince minutos antes del inicio, el enlace del directo.

Reconoce que, en cuanto les dijeron que debían de tener « creatividad pastora l», no se lo pensó dos veces y enseguida se puso manos a la obra para crear el canal de Youtube, en el que tiene más de 1.000 suscriptores. «En estos momentos tan difíciles no se puede dejar sola a la gente —asegura—. La labor de los sacerdotes es ayudar y estar cerca de la gente».

La iniciativa está siendo todo un éxito, según avalan los datos. Como anécdota, cuenta que el pasado domingo (último día que impartió misa en la parroquia) había menos de diez personas repartidas por el templo. En cambio, en las conexiones en directo llega haber hasta más de cien espectadores. «Los primeros días que hice la oración nocturna hubo en línea más de 600 personas», señala el párroco. Una cifra nada desdeñable en un municipio de 1.700 habitantes.

Juan Antonio está muy feliz con esta aceptación porque sabe que «la gente necesita a Dios y volver la mirada a Dios». Y, aunque es una situación «muy dolorosa» que ojalá no hubiéramos «tenido que vivir», también es bueno para que «nos demos cuenta de que hay que poner nuestra confianza en Dios».

Sabe que el tiempo de confinamiento se puede alargar más de lo previsto inicialmente por eso el religioso se plantea incluso «nuevas emisiones» en «lugares diferentes» para hacer «más llevadera» la espera a los fieles. Como ejemplo, cita el rezo del rosario en el patio de los salones «para que la gente tenga otros ambientes a la hora de rezar».

Los párrocos se han aliado con las nuevas tecnologías para estar más cerca de los fieles en estos días de confinamiento

Ganas e ingenio tampoco le faltan a José Ángel Espada Sánchez , párroco de El Romeral (700 habitantes). Él es otro de los sacerdotes de la provincia que desde el lunes retransmite las misas en directo por internet. «Yo tuve que empezar de cero con esto de las tecnologías. Veía a otros curas que oficiaban misas por internet y pensé ‘voy a intentarlo yo también’. Con su ayuda, leyendo tutoriales y viendo vídeos en Youtube, me puse en marcha», explica. En los primeros días de emisión, más de 100 fieles ya seguían sus liturgías a traves de su canal.

Todos los días retransmite la misa de las siete de la tarde. Su rutina es similar a la del cura de Alcaude de la Jara, aunque en su caso se desplaza hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción para oficiar «in situ» la ceremonia. «Hago lo mismo que hacía antes de decretarse el estado de alarma —dice—; lo único que ahora, en vez de las caras de los feligreses, veo una pantalla de ordenador».

«Es una situación muy dolorosa —admite—. Es como si a un padre lo separan de sus hijos; perder ese contacto físico con mis feligreses al principio me dolía mucho, y ver que estaba celebrando misa yo solo, pues me costaba mucho. Pero poco a poco ya lo voy asimilando porque sé que están ahí. No están solos aunque estemos lejos físicamente; estamos unidos en el Señor ».

Y es que José Ángel sabe que la misa del pueblo «tira mucho». «Todos los domingos emiten por televisión la eucaristía, pero no es como ver la misa de tu pueblo, eso es algo especial. Me llaman incluso vecinos de El Romeral que están en Toledo o Madrid confinados para agradecérmelo», cuenta orgulloso.

Presencia en redes

La parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Villacañas era una «vieja» conocida de las redes sociales. Hace más de nueve años pusieron en marcha una emisora de radio para seguir las misas y estar conectados desde casa. «Desde la parroquia siempre hemos ofrecido las misas y oración de laudes, y ahora se ofrece la eucaristía también por el canal de Youtube y por la cuenta de Facebook para que nos puedan ver», explica Luis Manuel Lucendo Lara , sacerdote de la localidad.

La parroquia de Villacañas tiene presencia en Facebook, Twitter, Instagram y Youtube, además de tener una aplicación para el móvil. Alberto Ramos, cura también de la parroquia. ayuda a Luis Manuel en la retransmisión de los laudes, de lunes a sábado a las diez de la mañana, y en la eucaristía, todos los días a las siete y media de la tarde. «La gente está muy contenta porque puede seguir la ceremonia como si estuvieran presencialmente y se sienten más animados al ver la parroquia. Pueden sentir ese calor de sentirse comunidad».

Luis Manuel afirma que afronta esta situación «con preocupación» pero tambien con «ánimo», porque «desde mi fe como cristiano y sacerdote sé que esto pasará, y de todo esto tan trágico y doloroso en el futuro hay que reflexionar y sacar muchas las cosas positivas».

Y es que en tiempos del coronavirus, los templos cierran pero la Iglesia siempre está abierta.

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