El Toboso

Justiniano, el vecino que se alumbraba con velas, muere en un incendio tres días después de sufrir un ictus

Era un hombre solitario de 70 años sin problemas económicos, que pidió el alta voluntaria en el hospital para regresar a su casa el miércoles

Protección Civil lamenta que no les avisaran, ya que sus voluntarios habrían llegado mucho antes que los bomberos

El cuerpo sin vida de Justiniano estaba en el vestíbulo cuando los bomberos entraron Juan El Masry

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Justiniano Recuero era un hombre solitario y testarudo de 70 años, sin problemas económicos, que nunca dejó que nadie le ayudara. Acababa de sufrir un ictus el pasado martes, tres días antes de morir en un incendio esta noche, y habían conseguido convencerlo para que se tomara la medicación. « Era una persona muy buena, pero siempre había querido vivir solo », cuenta su sobrina Mari Ángeles.

Por eso la muerte le ha pillado esta madrugada solo en su casa, en el número 7 de la plaza de Juan Carlos I de El Toboso, el pueblo de Dulcinea, una coqueta población manchega que ronda los 2.000 habitantes. En realidad, Justiniano estaba acompañado de sus tres perros, aunque dos de ellos murieron en el incendio, como su dueño.

Los bomberos encontraron el cuerpo sin vida de Justiniano al abrir la puerta, nada más entrar en la vivienda, en el vestíbulo. Tenía al lado un barreño con agua, como si hubiese tenido la intención de apagar el fuego que ha acabado con su vida. Probablemente, el humo asfixió a Justiniano, que no quería alumbrarse con luz eléctrica, aunque su casa tenía la instalación hecha. «Lo hacía con velas, y es posible que una vela haya provocado el incendio en su dormitorio y muriese por asfixia, ya que el fuego ha sido poco», sospecha Mari Ángeles.

Por ese carácter solitario de Justiniano, «esto se veía venir», repite Mari Ángeles, que había convencido a su tío, junto con el médico, para que se tomara las pastillas prescritas después de haber sufrido un ictus el martes. El hombre ingresó ese día en el hospital La Mancha Centro, en Alcázar de San Juan, a 30 kilómetros de El Toboso. Pero a la mañana siguiente pidió el alta voluntaria y regresó a su casa, relata su sobrina, que recibió la llamada del centro sanitario para consultarla.

Interior de la vivienda

Protección Civil: «No nos avisaron»

Justiniano, que fue mecánico de coches y agricultor hasta su jubilación, acumulaba muchos utensilios dentro de su casa. «Podría tener algo parecido a un síndrome de Diógenes», cree la sobrina, aunque su tío no estaba diagnosticado.

Lo cuenta al lado de Juan El Masry, el jefe de Protección Civil de El Toboso, que está muy molesto. «Nadie nos avisó del incendio. Los voluntarios estamos las 24 horas de guardia y habríamos llegado antes que los bomberos de Villacañas, que tardaron unos veinte minutos», se lamenta.

El parque de bomberos está a 40 kilómetros de El Toboso y Juan tiene aparcada junto a su casa una motobomba con una capacidad de 500 litros. Solo habría tardado unos minutos en llegar a la casa de Justiniano, el hombre solitario de El Toboso que se alumbraba con velas y que vivía con sus tres perros. Los voluntarios de Protección Civil han podido al menos hacer algo por su vecino: han rescatado con vida a uno de los animales esta mañana.

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