El robo y el aviso de un vecino que permitieron descubrir un narcopiso en Torrijos

Los dos presuntos traficantes, una pareja colombiana de novios, serán juzgados en la Audiencia de Toledo este miércoles

Cocaína incautada en el registro efectuado por la Guardia Civil

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En el argot policial se llama «vuelco» al hecho de que una banda de narcotraficantes robe a otros. Lo que la Policía local y la Guardia Civil de Torrijos no podían esperar es que un robo y la llamada de un ciudadano les permitieran descubrir un kilo y medio de cocaína en un narcopiso en el que una pareja de novios residía en esta población toledana de unos 13.400 habitantes. En la vivienda, además, guardaban 4.529 euros procedentes supuestamente de la venta de cocaína.

Ocurrió el 29 de abril de 2018 y ahora los dos presuntos traficantes, un hombre y una mujer colombianos, serán juzgados en la Audiencia Provincial de Toledo el miércoles 10 de julio. Si no hay una conformidad antes de la vista oral, los procesados deberán responder ante un tribunal a las preguntas del Ministerio Público, que les acusa de un delito contra la salud pública. La Fiscalía pide seis años de prisión y una multa de 137.493,87 euros para cada uno de ellos, ya que el kilo y medio de cocaína habría alcanzado en el mercado negro un valor de 80.940,67 euros, si se hubiese distribuido en dosis, y de 45.831,29 euros en el caso de haberlo vendido por gramos.

El hombre, que tenía antecedentes penales antes de ser detenido, llegará a la Audiencia procedente de la cárcel, donde lleva catorce meses como preso preventivo. Su novia, en cambio, estuvo un mes y medio entre rejas y se encuentra ahora en libertad provisional.

El piso 2ºA

Los hechos que les imputan la fiscal del caso se remontan a la madrugada del sábado 29 de abril del pasado año. A las 4:40, un vecino avisó al cuartel de la Guardia Civil de que escuchaba fuertes golpes en una vivienda de un bloque de pisos. Ante la probabilidad de que se estuviese cometiendo un robo dentro del inmueble, desde el puesto se dio cuenta a la Policía local.

Una patrulla se desplazó rápidamente a la vivienda y sus dos agentes vieron a dos personas salir del portal cuando llegaron. Al percatarse de los policías, los dos individuos huyeron a la carrera: uno se dirigió hacia la calle trepando por las rejas del soportal del edificio; el otro, en cambio, volvió a entrar en el inmueble.

Para más seguridad, los policías locales esperaron a que llegaran dos efectivos de la Guardia Civil antes de entrar en busca del sujeto. Un guardia y un policía subieron a la segunda planta y se encontraron que la puerta del piso 2ºA estaba forzada. Accedieron a la vivienda por si hubiera que socorrer a alguien. La vivienda, sin embargo, estaba vacía.

No obstante, llegaron hasta el final del pasillo y entraron en una habitación revuelta que tenía un cerrojo forzado. Era el dormitorio de los acusados. En su interior, los agentes hallaron en el suelo un cajón de la mesita de noche que contenía tres bolsitas de cocaína; en total, 307, 57 gramos, con una riqueza media entre el 20,28 y el 28,59 por ciento. También había 225 euros en billetes fraccionados y tres básculas de precisión.

Pero eso no fue todo. El guardia civil y el policía local descubrieron encima de uno de los armarios una caja con una pistola detonadora marca Bruni modelo 85 y una caja con 50 cartuchos de fogueo de 9 milímetros en su interior.

Mientras esos dos agentes inspeccionaban el piso, los otros dos esperaban en la calle vigilando la entrada del portal. Sobre las cinco y media, llegaron al edificio un hombre y una mujer, que se identificaron como los residentes del 2ºA. Fueron detenidos. El varón (28 años) llevaba en un bolsillo 945 euros en moneda fraccionada, mientras que su novia (52) ocultaba en su bolso de mano dos bolsitas con 1,8 gramos de cocaína. La droga tenía una riqueza media del 19,18 por ciento y contenía fenacetina, cafeína y tetracaína, los mismo componentes que la mercancía hallada en el piso un poco antes.

Más mercancía

Horas más tarde, un registro exhaustivo de la vivienda, con la correspondiente autorización judicial, sacó a la luz mucha más droga. En uno de los dormitorios, la Guardia Civil halló 230 euros en moneda fraccionada y, en uno de los cajones del armario, un resguardo de envío de dinero. En el dormitorio de la pareja, los detenidos ocultaban más cocaína; concretamente, una placa rectangular con un peso de 649,93 gramos, trozos con un peso de 338,22 gramos y otra placa compactada de 254,4 gramos. La riqueza media de la mercancía, entre un 19,91 y un 28,62 por ciento.

Los agentes encontraron más cocaína en un cajón de la mesilla de la habitación y, en otro, una libreta verde con anotaciones y dos corsés femeninos con cremalleras que pudieran ser utilizados para ocultar cocaína. Además, en la cocina y en otra estancia del piso había dos básculas de precisión.

El «vuelco» que sufrió la pareja de novios tuvo efectos secundarios para uno de los ladrones. También fue detenido el individuo que regresó al edificio para ocultarse. Los agentes lo encontraron escondido entre los vehículos estacionados en el garaje.

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