Hace 130 años nació el barrio ‘El Imparcial’ de Consuegra

A pocas semanas de la inundación del 11 de septiembre de 1891 , con 365 muertos y medio pueblo de Consuegra destruido, conscientes de que las prometidas ayudas oficiales siempre se retrasan más de lo previsto, el diario madrileño ‘El Imparcial ’, el más influyente de aquella época, con la ayuda de sus lectores y cuantas instituciones particulares quisieron sumarse, se propuso levantar, lo antes posible, una barriada de 80 casas y repartirlas entre los vecinos más necesitados que habían perdido la suya a causa de la riada . La cesión gratuita de los terrenos facilitó dicha labor humanitaria, de ahí que el acto de la bendición de la amplia superficie, como fase previa a la realización del proyecto urbanístico gozara de la lógica emotividad.

El prestigioso periodista, José Ortega Munilla lo reflejaba ampliamente, tal día como este martes, en el diario ‘El Imparcial’ de cuya crónica entresacamos unas líneas: «Ayer 1 de noviembre de 1891 se celebraba en Consuegra una solemnidad importante y conmovedora. Han comenzado las obras del barrio que ‘El Imparcial’ va a construir aquí con fondos de su suscripción para las víctimas de las inundaciones. Día triste en todo el mundo católico, porque representa el recuerdo de los muertos, lo que es doblemente en Consuegra, donde cada ruina habla de un desastre, cada muro hundido de una tragedia espantosa. Es día de difuntos. Llueve sin cesar y el cielo tenebroso añade al lugar la escena de nuevos detalles de horror y duelo.

A las diez y media de la mañana casi toda la población de Consuegra habíase trasladado, no obstante, la lluvia, a los extensos terrenos donados a ‘El Imparcial’ por don Antonio del Águila. Presidían todas las autoridades civiles, militares y religiosas de la villa. La solemnidad ha sido tanto más digna de recuerdo, cuanto más sencilla. Los que hemos tenido la honra y la fortuna de presenciarlo no olvidaremos nunca este pueblo lloroso, este campo rodeado de azafranales, este día lluvioso, y la figura del venerable fraile franciscano que, elevando sus manos al cielo, imploraba la protección divina para el nuevo barrio y sus moradores».

130 años han transcurrido lo que fue el inicio de la construcción de un barrio que con orgullo lleva el nombre de ‘El Imparcial’. Algunas de aquellas casas, totalmente reformadas, siguen habitadas por descendientes de quienes fueron sus receptores.