Secuestro y muerte de un empresario en Illescas el 7 de mayo de 2014

Diez años y medio de cárcel para el homicida: «Es la pena más justa que el sistema judicial permite»

El abogado de la familia de la víctima admite que «es lo que procede con la ley en la mano»

Siete de los ocho acusados ocuparon los tres banquillos delanteros. Óscar del Pino declaró por videoconferencia A. Pérez Herrera

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Óscar del Pino García será condenado a diez años y medio de prisión por el secuestro y la muerte del empresario de Illescas José Luis Vázquez Escarpa el 7 de mayo de 2014. A cada uno de sus tres compinches en la detención ilegal les caerán cinco años y tres meses de cárcel porque no se les acusa del homicidio. Es el pacto al que habían llegado la Fiscalía de Toledo, la acusación particular y las defensas hace más de un año ; un acuerdo de conformidad que ha sido ratificado en una vista celebrada en la Audiencia Provincial de Toledo este martes.

Fotografía difundida de José Luis Vázquez Escarpa tras su secuestro

A vuelapluma, una pregunta: ¿sale barato en España secuestrar y matar a una persona? Gustavo Arduán , abogado de la familia de la víctima, responde: «Puedo decir, sin ningún género de dudas, que es la pena más justa que el sistema permite (...) Es lo que procede con la ley en la mano».

«Es una condena escasa, la vida de una persona se valora en nada», ha afirmado en la calle un amigo del empresario que ha acudido a la vista con una camiseta negra y una pregunta impresa. «¿Por qué a mí?», se podía leer sobre la fotografía de la víctima. «La labor que se ha hecho ha sido buena, aunque corta», ha añadido.

No era el único con una camiseta similar. También estaba el compañero sentimental de José Luis. Es un hombre sordo, que había entrado en la sala con una intérprete de signos para poder seguir la vista.

«El acuerdo estaba cerrado desde la instrucción, desde septiembre del año pasado -ha explicado el fiscal después-. Se ha buscado la proporcionalidad. La condena al principal acusado es porque reconoció los hechos, aportó datos para localizar el cuerpo, aunque luego no fue recuperado, y por el pago, prácticamente íntegro, de la responsabilidad civil. Concurrían dos atenuantes que obligan a rebajar el grado».

Al final de la sesión, el representante del ministerio público, Juan Luis Ortega, se reunió con el amigo y el compañero sentimental de José Luis, por un lado, y con los padres y la hermana del empresario, por otro. El fiscal les aclaró los términos del acuerdo. «Nunca convencen esas explicaciones porque son penas que no te van a devolver a José», ha sentenciado el amigo, aunque «es gratificante que quieran hablar contigo para darte algún tipo de explicación». « Nadie puede saber lo que se sufre durante un penoso proceso de cuatro años», ha dicho afligido.

Un amigo de la víctima vestía esta camiseta con una fotografía de José Luis Manuel Moreno

En la sala de vistas, pequeña para tantos procesados en este procedimiento (ocho en total), el principal acusado, el ultrasur Óscar del Pino, se declaró culpable del secuestro y homicidio del empresario. «En un forcejeo» , respondió cuando el fiscal le preguntó por qué le mató a tiros después de haber cobrado 80.000 euros por liberarlo. El acusado tiró luego el cuerpo al río Tajo, pero el cadáver no ha sido recuperado.

A través de una videoconferencia desde la cárcel madrileña de Estremera, donde Del Pino está preso, afirmó que planeó el secuestro con Alberto del Val, aunque le exculpó del homicidio, al igual que hizo con Mario Belvís y Óscar López Quintas. Los tres compinches del ultrasur, también en prisión, no manifestaron ningún arrepentimiento en su turno de última palabra y aceptaron la pena de conformidad en la sala (cinco años y tres meses de cárcel a cada uno; Belvís, seis meses más por un delito de receptación). Asimismo, entre los cuatro han resarcido los 80.000 euros que cobraron como rescate.

Uno de los cuatro procesados implicados directamente en el secuestro del empresario A. Pérez Herrera

Los otros cuatro encartados no participaron directamente en el secuestro, por lo que sus penas acordadas serán menores. Beatriz García, que será condenada a dos años de cárcel, facilitó datos y hasta el número de teléfono móvil del empresario, dedicado a la compraventa de metales. Ella tenía acceso a esa información porque trabajaba como administrativa para la empresa RGH de Getafe (Madrid), especializada en el tratamiento de residuos metálicos y con la que José Luis tenía una relación comercial. En la sala, Beatriz ha contado que dio esa información para que «no robaran a un familiar mío».

Otro procesado, Rubén Sacristán, será condenado a 9 meses de prisión por encubrimiento, ya que guardó, a cambio de un dinero, el coche Audi A-3 utilizado por la banda para el secuestro de José Luis, al que ocultaron en una furgoneta Fiat Ducato blanca propiedad de Óscar López. Por último, Alberto Martín y Francisco Javier Pérez serán penados con un año de prisión cada uno por un delito de receptación y otro de falsificación documental, pues al Audi A-3, que había sido robado, le cambiaron las placas de matrícula y el número de bastidor.

Amén de los acuerdos de conformidad, el juicio continuará este miércoles por la mañana, pero solo con la comparecencia, también por viodeconferencia, de Óscar del Pino. Declararán los agentes de la Guardia Civil que buscaron el cadáver del empresario en el Tajo, así como los investigadores del operativo policial que puso al ultrasur y a sus tres compinches entre rejas el 16 de octubre de 2015.

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