Beatriz Sánchez-Cano, la joven y brillante científica que lleva una década investigando Marte
En mayo recibirá en Viena el prestigioso premio Arne Ritcher
Natural de Mora, un pueblo toledano de 10.000 habitantes, a sus 33 años trabaja en la Universidad de Leiscester (Reino Unido)
«El cambio climático es real, hay que estar muy preocupados», afirma Beatriz Sánchez-Cano, una joven y prestigiosa científica de 33 años que trabaja desde hace casi 6 en la Universidad de Leicester (Reino Unido) estudiando Marte. «Investigo cómo la alta atmósfera de este planeta se está perdiendo en el espacio, donde se forman mecanismos, como las auroras, que en Marte son diferentes que en la Tierra», explica esta toledana. «No tiene campo magnético y la atmósfera, básicamente, se pierde en el espacio. Me dedico a entender esto, el porqué está pasando en Marte y no en la Tierra, para comparar y ver si podemos evitar que eso pase en nuestro planeta, aunque todavía no son estudios concluyentes», añade.
En octubre le comunicaron que la Unión Europea de Geociencias (EGU) le había concedido el premio Arne Ritcher , un galardón que distingue a los mejores científicos de carrera temprana de Europa y que Beatriz recogerá la primera semana de mayo en un congreso anual de Geociencia que se celebrará en Viena, la capital de Austria.
«Es un prestigio enorme tanto para mí como para mi universidad. Casi nadie lo tiene porque se compite con más de 20.000 personas, básicamente con los científicos en Europa que hacen algo relacionado con los planetas», declara Beatriz a ABC. Pero ella desconoce quién la ha propuesto para el galardón. «Presentó mi candidatura alguien que no sé quién es porque ha pedido en mi universidad que su nombre se mantenga en secreto», cuenta.
Natural de Mora (Toledo), en realidad Beatriz Sánchez-Cano Moreno de Redrojo lleva una década escudriñando Marte. Doctorada en Física con mención Europea por la Universidad Complutense de Madrid , cuenta con un máster en Geofísica y Meteorología por la UCM de Madrid. «Siempre me habían gustado las matemáticas y en la carrera de Física empezó a interesarme mucho todo lo relacionado con la Tierra, los terremotos y demás. Por eso estudié la especialidad de Geofísica y descubrí que podíamos hacer lo mismo para otros planetas», resume.
¿Tanto tiene Marte que estudiar?
Y lo que queda todavía (risas). Marte tuvo agua y una atmósfera como la Tierra. Fue un planeta parecido al nuestro, pero ahora es un desierto total. La atmósfera es totalmente irrespirable. Hay agua, pero solo bajo la superficie y en forma de hielo. Es imposible vivir allí ahora en condiciones normales. Eso le puede pasar a la Tierra en un futuro.
Desde junio de 2014, Beatriz vive y trabaja en Leicester, donde es asociada de investigación postdoctoral en la universidad de esta ciudad británica situada a 160 kilómetros al norte de Londres. Además, participa en varias misiones espaciales y colabora como investigadora invitada en la misión europea «BepiColombo» al planeta Mercurio. También es miembro del equipo del espectrómetro de masas en la propuesta realizada por IKI (agencia espacial rusa) a la agencia espacial china para su próxima misión cometaria.
Ahora está pasando unos días en su pueblo natal, donde su alcalde, Emilio Bravo, la recibió en el Ayuntamiento este viernes. «Es una científica brillante. Que ahora reciba un nuevo y prestigioso galardón europeo dice mucho de ella, de su fulgurante carrera de científica y de lo que las mujeres morachas son capaces de conseguir con esfuerzo y mucho trabajo», ha dicho el regidor de un pueblo olivarero de 10.000 habitantes.
Beatriz volverá al Reino Unido el 6 de enero, pero no sabe cuándo regresará para trabajar en España. « No sé todavía de qué manera me afectará el brexit hasta que no se materialice -dice-. Por ahora, tengo un contrato con el Gobierno inglés por otros tres años más y mi intención es encontrar un trabajo fijo en mi universidad, si se pudiera, claro».
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