Y la luz se hizo en la sala capitular de la catedral de Toledo

Encargada por el cardenal Cisneros, esta estancia donde se reúne el cabildo catedralicio lucirá en breve su artesonado y las pinturas murales de Juan de Borgoña

Artesonado de la sala capitular, con los restauradores trabajando en las pinturas de Juan de Borgoña A. Pérez Herrera
Mariano Cebrián

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«Y dijo Dios: Hágase la luz; y la luz se hizo. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas». Esta es una de las frases iniciales del Génesis, el primer libro del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana. Pero bien podría valer para describir el trabajo que está llevando a cabo desde hace seis meses el grupo de restauradores de la sala capitular de la catedral primada de Toledo , encargada por el cardenal Cisneros hace 500 años para acoger las reuniones del cabildo catedralicio .

Compuesto por Miguel González, Esther Gil Chao, Francesco Giovanonni y Maika Oliva Gallego, este equipo de restauración de la empresa Geocisa fue el mismo que rehabilitó la sacristía del templo toledano y el cuadro del Expolio del Greco. Ahora estos cuatro especialistas están dando los últimos retoques al artesonado y a las pinturas murales al óleo de Juan de Borgoña que adornan esta «pequeña capilla Sixtina», como se conoce a este espacio de más de cien metros cuadrados. Unos trabajos que pueden estar terminados en noviembre.

Así lo asegura Miguel González, el encargado del equipo de restauradores que ha explicado a ABC cómo han transcurrido estos seis meses de «duro pero satisfactorio trabajo». Todo comenzó con un estudio estratigráfico del artesonado y de las pinturas sobre el yeso, para eliminar luego las distintas reparaciones y repintes que ha habido a lo largo de los años . Se han retirado barnices, pinturas al óleo que cubren las originales y también las capas de cola orgánica dadas burdamente en estos murales.

Iluminación LED y 20 grados

En la sala capitular, como si se tratase de un truco de magia, los restauradores lograrán en medio año que la obra de Juan de Borgoña pase de ser plana (a modo de estampas recortadas), como sucede ahora, a apreciarse nítidamente la tridimensionalidad que el pintor imprimió a su creación. Una vez finalicen los trabajos, la representación de la Virgen María desde su concepción hasta la imposición de la casulla a san Ildefonso, patrón de Toledo, lucirá como resplandece el sol en el Corpus.

Equipo de restauradores que está rehabilitando la sala capitular A. Pérez Herrera

A ello contribuirá la empresa Endesa, que instalará iluminación LED en la sala . Esto permitirá realzar las pinturas de Juan de Borgoña, que con la restauración pasarán de tener brillo a ser mate. Se retirarán los viejos fluorescentes y la nueva instalación permitirá reducir el consumo de electricidad, la eliminación de calor, de rayos ultrarrojos y ultravioletas. Todo esto ayudará a la conservación de los murales, que contarán también con un sistema de climatización para tener la sala a una temperatura constante de unos 20 grados centígrados.

«La sala capitular es una parte importantísima dentro del conjunto de la catedral de Toledo por la función que tiene y por las obras de arte que en ella se conservan», explica a ABC Juan Pedro Sánchez Gamero, canónigo responsable del Área de Patrimonio de la catedral de Toledo. Construida por los arquitectos Enrique de Egas y Pedro Gumiel entre 1504 y 1512, esa sala responde al conocido como estilo «Cisneriano» —en honor al impulsor de esta obra—, que se caracteriza por una combinación del gótico flamígero con el último mudéjar.

El artesonado dorado y policromado, obra del famoso tracista y tratadista Diego López de Arenas y ejecutado por Francisco Lara, es una de las más bellas techumbres de este estilo. Y las paredes de la sala están rodeadas de pinturas al óleo sobre el muro de yeso, que representan trece escenas de la vida de la Virgen María y la Pasión de Cristo, separadas por columnas fingidas, pintados por Juan de Borgoña en 1508.

Juan Pedro Sánchez Gamero, canónigo responsable de Patrimonio de la catedral A. Pérez Herrera

Debajo de esas pinturas de la Virgen se encuentra una serie de 32 retratos de los primeros arzobispos toledanos , pintados también por Juan de Borgoña. Pero, a partir del cardenal Tavera, lo ejecutaron insignes pintores, como Comontes, Carvajal, Tristán, Rizi, Goya o Vicente López, entre otros. La silla arzobispal, realizada en 1509, es obra del escultor Diego Copín de Holanda, autor también de la portada de la sala capitular y de otro gran número de esculturas de la catedral primada de Toledo.

Hallazgo de pergaminos

También se van a rehabilitar los bancos de madera y los armarios de la antesala, donde se archivaban las actas capitulares de las decisiones y litigios salidos de las reuniones del cabildo catedralicio, pergaminos que están analizando ahora los archiveros de la catedral. Los armarios del muro izquierdo fueron labrados entre 1549 y 1551 por Gregorio Pardo a instancias del cardenal Silíceo y los de la derecha son copia de 1780, realizados por Gregorio López.

«Es muy difícil dar una fecha de la finalización de las obras porque el proceso de rehabilitación de las pinturas ha sido muy laborioso debido a los numerosos repintes que han sufrido a lo largo de los siglos», afirma Sánchez Gamero, quien se aventura a decir que «previsiblemente» la restauración estará terminada en noviembre y, a continuación, se abrirá al público, «como muy tarde» en Navidad.

En opinión del canónigo de la catedral, «Cisneros y Juan de Borgoña, desde el cielo, estarán muy satisfechos con el resultado final de la rehabilitación de la sala capitular, porque se verá igual a como ellos la vieron o como la soñaron ver. ¡Va a ser un bombazo!».

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