«No creo que Usain Bolt fuera capaz de ponerse delante de un toro»

El diestro Eugenio de Mora, admirador del atleta jamaicano, hará el paseíllo junto con Juan Bautista y Rubén Pinar en la corrida de Aspaym en Borox el 30 de agosto

Toledo Actualizado: Guardar
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Por su trayectoria como torero y pregonero, se podría colegir que Eugenio de Mora lo mismo valdría para un roto que para un descosido. Pero él no piensa lo mismo. No obstante, el diestro toledano pregonará esta noche las fiestas de Borox, donde el 30 de agosto se celebrará la corrida benéfica a favor de la Asociación Nacional de Lesionados Medulares y grandes Discapacitados Físicos (Aspaym). Mora abrirá el cartel ese día y lidiará ganado de Fernando Peña junto con Juan Bautista y Rubén Pinaer (20.00 horas). El festejo será retransmitido por la televisión regional.

—¿Cómo se le da hablar en público?

—No es el primer pregón de fiestas que voy a dar, ya he dado muchos. Sin embargo, no tengo ni idea de qué voy a hablar, seguramente sobre el arraigo taurino del pueblo y de Domingo Ortega.

Alguna vez los ayuntamientos me han escrito algunas palabras, pero a Borox voy a pecho descubierto. Solo espero que mi discurso no tenga que ser muy extenso.

—¿Cómo va el estío? ¿Mucho gazpacho y tinto de verano?

—Más gazpacho que tinto de verano. Además de que me tengo que cuidar, me gusta más el gazpacho.

—¿Siguió los Juegos Olímpicos?

—A medias. Lo que podía. El atletismo durante la madrugada. El jamaicano Bolt es un fuera de serie.

—¿Se emocionó con alguna prueba?

—No. Me gusta verlo porque me gusta mucho el atletismo sobre todo. No obstante, es emocionante ver a Bolt correr a esa velocidad.

—Usted me recuerda un poco a Ruth Beitia. Ella ha logrado una medalla de oro olímpica ya a sus 37 años. Y, según los cronistas taurinos, el toreo de Eugenio de Mora gana con el paso del tiempo.

—No pude ver a Ruth Beitia en directo, pero luego conocí su historia a través de los informativos. ¿Por qué he mejorado? No he dejado de aprender de los muchos fallos que he cometido durante una carrera tan dilatada. Al final, parece que el trabajo va dando sus frutos. O también es que soy muy torpe y tardo mucho en aprender (risas). Prefiero pensar que la cosa ha ido madurando con el tiempo.

—Ha logrado cuatro orejas en las últimas cuatro actuaciones en la plaza de toros de Las Ventas. La última, el 15 de agosto, y las crónicas hablaban maravillas de usted. ¿Ha servido para algo tanto esfuerzo?

—Sí, siempre sirve, sobre todo la satisfacción personal de hacerlo bien en una plaza tan importante. Tener una tarde tan buena en Madrid gratifica mucho. Para mí, triunfar en esa plaza no tiene precio. Si además sucede en San Isidro, ayuda un poco más en cuestión de contratos. Pero eso no es lo prioritario para mí.

—Antes de San Isidro está la Feria de Otoño. ¿Ya le han llamado?

—Todavía no hay nada seguro, pero me consta que los empresarios me llamaron muy contestos con mi última actuación y es muy fácil que esté en otoño. Pero no hay nada seguro.

Tal vez soy muy torpe y tardo mucho en aprender. Prefiero pensar que la cosa ha ido madurando con el tiempo

—¿Por qué está usted tan unido a Aspaym?

—La primera corrida a beneficio de Aspaym que se organizó la maté yo en Toledo, seis toros en solitario en 2005. Ya entonces conocía a personal de Aspaym, tanto a Alberto de Pinto como a José María Dávila. Eran amigos y yo sabía lo que era la asociación. Esa primera corrida salió muy bien, fue un éxito. Ahí arrancó todo. Detrás de una corrida ha venido otra y mi nombre siempre ha estado unido a este gran festejo y a Aspaym.

—Por el número de festejos que lidia, tampoco está para derrochar el dinero. ¿Cuánto donará usted a la causa este año?

—En los primeros años, sí se donaba dinero. Ahora lo que hago es colaborar en la organización de la corrida junto con la gente de Aspaym y el beneficio que se obtiene, después de pagar todos los gastos que hay, es para la asociación.

—¿Le resultó complicado convencer a sus dos compañeros de cartel, Juan Bautista y Rubén Pinar?

—No. Además, gracias a Dios, esta corrida lleva bastantes años funcionando. Han venido toreros muy importantes y es un festejo que, en el calendario taurino de nuestra sierra, tiene una solera y una vitola. En el caso de Juan Bautista y Rubén Pinar, ha sido el ofrecimiento de ellos y de sus apoderados. A principio de temporada, me dijeron que estarían encantados de torear en esa corrida. Se lo comuniqué así a la junta directiva de Aspaym junto con otros ofrecimientos.

¿Feria de Otoño? Todavía no hay nada seguro, pero me consta que los empresarios están muy contentos con mi última actuación

—La terna es muy interesante.

—Hemos tenido suerte. Yo siempre estoy en ese cartel y he triunfado en Madrid hace pocos días. Creo que Juan Bautista está haciendo la mejor temporada de su vida, porque ha triunfado en San Isidro, Pamplona, Santander y Nimes, entre otras grandes plazas. Y Rubén Pinar es un torero de la tierra que tuvo una fase muy alta, luego una época difícil y ahora está resurgiendo.

—Y la corrida se celebrará en Borox, la tierra de Domingo Ortega. ¿Cuántas veces se ha sentido torero en esa plaza?

—Toreé una corrida en Borox y se dio bastante bien. La del martes será va a ser la segunda. Tiene un encanto especial solo por el hecho de que Borox es donde nació Domingo Ortega, el torero más grande que ha dado la tierra.

—Bolt, otro ídolo suyo, ya no competirá en más Juegos Olímpicos. ¿Cuánto fuelle le queda a usted?

—No tengo ni idea, nunca me lo he planteado. Si las cosas van bien, los toreros pueden durar más que un atleta de ese nivel, que va tan deprisa que no hay quien aguante ese ritmo. En mi caso, espero aguantar lo que Dios quiera. Lo que mi cuerpo aguante y lo que también aguante la gente por tener interés en verme torear en la plaza.

—Con lo extrovertido que es el atleta jamaicano, ¿se imagina enseñándole el arte de Cúchares y él a usted los secretos para correr más rápido?

—Yo nunca llegaría ni aproximarme a lo que corre Bolt ni creo que él tampoco fuera capaz de ponerse delante de un toro. Aunque nunca se sabe.

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