Este hombre corre hacia atrás

El toledano Christian López Rodríguez, un portento físico, se ha marcado otro desafío: participará en el Campeonato Mundial de Retrorunning (correr para atrás) este mes

Christian López, en un entrenamiento corriendo hacia atrás ABC

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Aunque no lo crea, lo que está viendo en la fotografía es un trampantojo. Christian López Rodríguez (Cabañas de la Sagra, Toledo, 1988) está, en realidad, corriendo hacia atrás. Este portento físico está ultimando su participación en el Campeonato Mundial de Retrorunning 2018, que se disputará en Bolonia (Italia) los días 13 y 14 de julio.

El reverse running , retrorunning o correr hacia atrás, como se conoce en español, ha calado hondo en el Reino Unido. Sin embargo, en España a gente como Christian casi los toman por chiflados cuando los ven dando zancadas para atrás en las pistas de atletismo.

Pero él no es nuevo en esta modalidad deportiva: lleva practicándola desde hace dos años, aunque ha intensificado sus entrenamientos desde noviembre pasado. Después de marcar aquel mes un récord Guinness al subir el mayor número de escalones en una hora (lo consiguió en un torreón del alcázar de Toledo ), este doctor en Ciencias del Deporte decidió dejar de subir edificios por las escaleras durante un tiempo para retomar con otros bríos la siguiente temporada.

Beneficios

«Otros rivales en el circuito mundial me habían hablado de que practicaban carreras hacia atrás porque previenen lesiones en las articulaciones», cuenta este entrenador personal e investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Aunque no es el único beneficio: también hay una mejora cardiovascular intensa, aminora el riesgo de lesiones en la espalda, se pierde peso con facilidad y ayuda a definir un tren inferior más equilibrado y fuerte. «Técnicamente, es muy completo», asegura este diabético insulinodependiente (tipo 1) desde los 12 años .

No obstante, hasta que se logra mantener la verticalidad sin caerse, los principios son muy duros en el retrorunning :«Hay una descoordinación total hasta que coges la técnica —asegura el atleta—. Y luego, en la pista de atletismo, vas concentrado en no salirte de las líneas de la calle. Todo es práctica, aunque algún costalazo me he dado».

En Bolonia, Christian participará en tres pruebas. Competirá en 200 metros, distancia en la que tiene un mejor tiempo de 32’’89, y en 400 metros, con una marca de 1’14’’96. También correrá hacia atrás en 1.500 metros, aunque no tiene un tiempo validado.

Para este Mundial, que Christian se costea de su bolsillo y con el apoyo económico de la residencia de mayores Santa Paola (Toledo), ha tenido que entrenar sin poder medirse a rivales y ni participar en ninguna carrera, ya que «en España no hay nada de esto». Pero no ha parado de hacer pruebas para ponerse a punto, después de lograr que lo seleccionaran tras enviar un vídeo a la organización constatando sus marcas. Ahora la «bella Bologna» le espera.

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