Fútbol

El crack fue Mikel Merino

Gran ambiente en Toledo para ver a España sub 21 aplastar a Italia en un amistoso (3-0). Marcaron el navarro (un golazo), Mayoral y Meré. Ceballos, al hospital por un golpe

Merino, después de tirar el caño a un italiano en el área e instantes antes de marcar el 1-0 LUNA REVENGA

JUAN ANTONIO PÉREZ

Mikel Merino es un chaval pamplonica de 21 años que hace un par de años cumplió el sueño de cualquier niño: debutó con el primer equipo de su ciudad, el Atlético Osasuna, donde rápidamente se convirtió en la estrella para ascender a Primera División. Menudo subidón, con la cuadrilla animando en las gradas del viejo Sadar todos los fines de semana. Con 20 años le fichó el Borussia Dortmund alemán , que pocas veces yerra, pero no cuajó y chupó banquillo toda la temporada. Y ahora está en el Newcastle , entrenado por Rafa Benítez , un recién ascendido a la Premier League, en el que parece que se va a asentar.

Al no haber jugado un minuto en la Liga española, es un desconocido para el aficionado medio. Por eso ayer, en Toledo, los miles de seguidores que acudieron a ver el amistoso España-Italia sub 21 tenían en mente a otros jugadores: los madridistas Dani Ceballos y Borja Mayoral, el valencianista Soler, el donostiarra Oyarzabal...

Pero llegó el minuto 23 y Merino detuvo el tiempo. Solo fueron unos segundos: tres, cuatro, cinco a lo sumo, pero nadie de los que vieron la jugada en directo la podrá olvidar. Recibió en el área italiana, encaró al zaguero de turno, le tiró un caño (¡a un italiano, en el área!) , se quedó solo ante el portero y dio un pase a la red. Qué maravilla. Aunque solo fuera por esa genialidad, ya mereció la pena que «La Rojita» viniera a la ciudad imperial.

Andan estos días los chicos que entrena Albert Celades preparando la fase de clasificación para el Europeo de 2019 y el martes ya jugarán un partido oficial ante Estonia. Se trata de una nueva generación (nacidos a partir de 1996) que apenas ha jugado junta, de ahí que lo de ayer sirviera para ajustar mecanismos. Aunque un España-Italia siempre es más que un simple amistoso. Y si encima está Manolo el del bombo en la grada animando...

Hizo una buena primera parte España, muy superior a su rival. Quizá le faltó un poquito de profundidad, pero Merino, Rodrigo y Dani Ceballos se comieron al centro del campo italiano. Lo de Ceballos fue omnipresencia: las quería todas, pecó de chupón y abandono el campo en camilla y con collarín camino del hospital por un fuerte golpe en las cervicales.

Después del golazo de Merino, Unai Núñez estuvo a punto de hacer el 2-0 en el minuto 40 tras un barullo en el área que resolvió de un taconazo... que se estrelló en el palo. Sin embargo, el gol llegaría poco después, en el descuento, tras un robo de Merino que dejó solo a Mayoral para sentenciar como lo que es: un ariete.

En el segundo tiempo comparecieron los italianos y en los primeros cinco minutos hicieron más que en el resto del partido. Unai Simón hizo dos muy buenas paradas a Favalli y Orsolini. Después, el juego se perdió entre los cambios y las patadas de los foráneos que levantaron alguna bronca, si bien en el minuto 81 el central Meré, que se había quedado descolgado en un córner, cabeceó de fábula un balón en el segundo palo. 3-0, buen ambiente en las gradas y una España de más a menos, aunque solvente. Que lo de Ceballos no sea nada.

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