Page: «¿Pactar con Cs?, yo de quien me fío es de los ciudadanos y quiero ganar por el máximo»

Aspira con ganas a la reelección, pero prefiere ser cauto a mostrarse triunfalista, y dice que «la felicidad es ir por la vida con la conciencia muy tranquila»

El candidato, con colectivos de mayores en Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real)
María José Muñoz

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Aspira con ganas a la reelección, pero prefiere ser cauto a mostrarse triunfalista, y dice que «la felicidad es ir por la vida con la conciencia muy tranquila»

El cansancio no parece hacer mella en el candidato, que se crece en campaña y la disfruta con más vitalidad que la que imprime a diario a su acción de gobierno como presidente de Castilla-La Mancha.

—¿Cómo está a solo unos días de la cita electoral? (la entrevista se hace el miércoles, 23 de mayo)

—Bueno, quedan aún dos días de campaña, pero realmente estoy tranquilo. Cansado, claro, pero el candidato que no lo esté es que no se toma en serio la campaña electoral. Yo me la tomo muy en serio. Hay gente que me dice, pero hombre, si vas muy bien, si tienes muy buenas encuestas, pero eso me anima a hacer más actos y hablar con más gente, no solo porque quiero ganar por el máximo posible sino porque, además, yo no me quejo de ser político, estoy aquí voluntariamente y me puedo ir cuando quiera. Esto es una vocación y lo disfruto. Pero tengo una enorme tranquilidad de conciencia, en mi vida no me han podido decir...

—...que ha robado, ¿por ejemplo? .

—No, no, nunca. Y fíjese que en estos cuatro años, en medio de un enorme problema de corrupción en toda España, yo he dirigido un gobierno absolutamente transparente, limpio, honesto, que no hace falta poner en valor porque ni siquiera ya llama la atención: se supone. Y estoy contentísimo, con la conciencia tranquila de haber trabajado con buena intención, de no haber buscado enemigos; al contrario, he contribuido mucho a arreglar los problemas que me encontré, y tengo claro que necesito otros cuatro años. Estoy a gusto con mi conciencia. La gente, cuando habla de qué es la felicidad, yo lo que digo es que, aparte de las felicidades momentáneas que todos sabemos en qué consisten, en lo personal, familiar, sexual..., en el fondo, la felicidad es ir por la vida con la conciencia muy tranquila.

—¿Va a rozar la mayoría absoluta, como dice alguna encuesta, o puede ser víctima del pacto de la derecha?

—Perfectamente puede haber en Castilla-La Mancha un gobierno a la andaluza, es un riesgo que se puede producir sin duda ninguna, y que regrese Cospedal, aunque sea por persona interpuesta, por su heredero en la región. Yo me he dado cuenta de que en el PP sienten vergüenza de Cospedal hasta el punto de que ni la mencionan; va a terminar la campaña y ni la han mencionado.

—Sin embargo, usted la menciona demasiado, ¿no?

—No, no, demasiado nunca. Demasiado fue lo que pasó aquí con Cospedal en la anterior legislatura. La región entera se resiente de las heridas, de sus recortes en sanidad, en educación, a los funcionarios, mucho más que en el resto de España. Y eso provocó mucho dolor a los ciudadanos. Por eso es muy gratificante ir recuperando, pero también es un esfuerzo muy trabajoso.

«Soy creyente»

—¿Siente rencor?

— Yo no le tengo ningún rencor personal a Cospedal, y mire que me sentí perseguido personalmente, no solo con la televisión pública sino de muchas maneras, pero no le tengo rencor a nadie porque soy creyente y no me permito vivir con rencor. Puedo tener momentos malos y de rencor momentáneos, pero eso no me dura porque sinceramente soy incapaz de convivir con el rencor. Pero mire, yo soy presidente porque sustituí a Cospedal y, por lo tanto, la comparación de mi gestión tiene que hacerse con respecto de lo que hizo Cospedal.

—¿Se fía usted de Ciudadanos? Por ejemplo, la candidata a la Junta, Carmen Picazo, dijo que si le dan los números votará por el cambio en Castilla-La Mancha mientras que el diputado Juan Carlos Girauta dijo que usted es maravilloso y que el PP de la región es prácticamente un demonio.

—Yo de quien me fío es de los ciudadanos. Y no es que no me fíe de Ciudadanos como partido, donde hay mucha gente a la que aprecio sinceramente.

—¿Incluido su líder, Albert Rivera?

—Tengo un buen concepto personal de Rivera, y sé que decir esto puede traerme problemas si no consigo acuerdos, no de gobierno sino de otro tipo, y me resentiré yo mismo de lo que estoy diciendo. Aunque tambien me parece buen líder político Pablo Casado, a pesar de haber tenido un resultado desastroso. Ya veremos cómo evoluciona pero dialécticamente hablando no es una persona que me parezca como para tirarlo a la basura, de ninguna manera. Estoy dispuesto a reconocer eso. Igual que le digo que Pablo Iglesias, cuyo único objetivo es acabar con el PSOE, tiene todo mi rechazo en ese objetivo, pero no puedo dejar de decir que tiene madera política. Yo nunca le votaría, pero es así.

—Ante un eventual empate entre el PSOE y el PP. ¿Qué cree que haría Ciudadanos en Castilla-La Mancha? Y eso sabiendo que Albert Rivera ni loco dice que pactaría con Sánchez.

—Pues no tengo idea, ni siquiera creo que ellos mismos lo tengan claro a estas alturas porque tienen un papel muy difícil de calificar. Han jugado en España a ser bisagra, pero ese es un papel que termina chirriando, como las bisagras, con lo cual ahora aspiran a tener otra preponderancia y a comerse al PP. Pero esa es otra batalla y en eso no me meto. Además, creo que habrá que llegar a un análisis muy global de lo que pasa con el puzzle español a la vuelta de estas elecciones, porque se van a mover muchas piezas.

—¿Y le apetecería reeditar su alianza en la Junta con Podemos, que ha querido robarle el corazón socialista en esta campaña?

—Bueno, es una forma de insultarme. Decirme que yo no tengo corazón socialista es una cosa verdaderamente tremenda. Si a mí me insultan de esa manera y tienen un concepto de mí por el hecho de que voy al Corpus o de que me entiendo con todo el mundo, o de que no insulto a los empresarios, más bien al contrario, pues mire...

Dinamitar la estabilidad

—O sea, no le gustaría volver a pactar con ellos.

—Mire, Podemos, en muchas cosas no ha podido, y conmigo tampoco, y desde luego estos Podemos, los que yo conozco, no son «podemos» a los efectos de ofender. No me pueden ofender, sinceramente. He tenido que pactar porque, entre otras cosas, encontré un absoluto tabique, un muro enfrente con Cospedal. Me encontré una deslealtad absoluta por su parte en momentos duros y necesarios de apoyo para la región. Y se lo está diciendo alguien que cuando hubo que pactar y ayudar para que Rajoy fuera presidente por el bien del país, lo hicimos. Y yo, sin embargo, me encontré a la ministra de Defensa, —que lo era porque algunos defendimos la estabilidad institucional—, dinamitando la estabilidad en la región.

—¿Cómo vio a sus rivales en el debate a cinco en CMM, cree que lo ganó alguien, sirvió de algo a la ciudadanía?

—Yo creo que es útil, siempre es útil, incluso cuando no lo parece. El debate siempre es útil aunque sea para saber la inutilidad de los políticos, y no cito a ninguno ni quiero ofender a nadie. Como sabe, las encuestas que ha habido me dan por ganador.

—Pero ha tenido actos mejores, quizá porque estrenaba un formato del que no tenía experiencia.

—No, yo creo que tenía que hacer mi planteamiento, que es el de presidente de la Comunidad autónoma. Todos hicieron un debate contra mí, unos con más modales y otros con muy pocos. El heredero de Cospedal, más que mejorables, y más que discutibles. El problema en un debate no es convencer al que no te va a votar nunca, es simplemente estar como mínimo a la altura de tus votantes, y yo creo que algunos no estuvieron a la altura de los suyos. Yo creo saber que estuve a la altura de mis votantes y hay muchísima gente que está conforme también. Convencer a todos es imposible.

—Pero no parecía usted cómodo, al menos no se le vio muy enérgico.

—Bueno...yo creo que estoy en una campaña transversal y moderada. Si lo que quiere decir es que no entré al insulto y a la provocación zafia, pues no, no entré. A lo mejor alguien estaba esperando que sacara el cuchillo, pero no es mi forma de ser y no la voy a cambiar porque un día pueda dar gusto a la audiencia.

El campo

—¿Es usted enemigo del campo, como dice el PP? Había un grupo de agricultores ecológicos que le abuchearon a la salida del debate, y que luego aplaudieron a Paco Núñez.

—Eso es una broma de mal gusto. Yo creo que detrás de cada uno de los que me insultan podría poner una lista de por qué lo hacen. No estaban allí casualmente, ni por generación espontánea. A algunos de ellos los conozco muy bien, llevan manifestándose contra mí desde que fui alcalde de Toledo, y seguro que dentro de diez años siguen enredando. Mire, lo que hemos hecho con la agricultura ecológica es descomunal, y no solo eso, hemos corregido un fraude que nos encontramos cuando se fue Cospedal. Ella, en la desesperación de las elecciones, ofreció cinco veces más primas por la agricultura ecológica de las que había en el presupuesto. Tanto es así que hemos recurrido a los tribunales y el Supremo nos ha dado la razón y la UE nos ha felicitado poniéndonos de ejemplo en Europa. Somos la región con más agricultura ecológica de toda España. Ahora, distinga a los agricultores de buena fe, que son el 99%, y al que va buscando ampliar la familia, normalmente con primas.

—¿Qué noticia le gustaría dar la primera si es presidente. ¿El final del trasvase, quizá?

—Lamentablemente, eso no depende del presidente de Castilla-La Mancha, pero sueño con ella. Yo creo que, en lo que depende de mí, lo primero sería estar lo antes posible en la mesa de empresarios y sindicatos y ponernos de acuerdo en el escenario de crecimiento para los próximos años. Ese pacto ha funcionado muy bien y se han creado más de 102.000 empleos, frente a los muchos que se destrozaron en la época de Cospedal.

España y los gobiernos

—¿Hacia dónde va España?, ¿qué opina del espectáculo de los independentistas en la sesión de constitución del Congreso de los Diputados?

—España va hacia adelante, no tengo la más mínima duda. Algunos políticos están perdidos desde hace muchísimo tiempo y van hacia la frustración, pero que no nos arrastren a todos a eso. Los independentistas corren el riesgo pronto, sí, de molestarnos, perturbarnos, y parecer otra cosa distinta a políticos serios, pero en su esperpento, como todos los antisistema, como los populistas, no pueden con la inmensa mayoría razonable de los españoles y su alegría de vivir.

—Sí, sí, pero si de ellos depende un gobierno...¿le augura a Pedro Sánchez una legislatura tranquila?

—Pero es que yo no confundo España con un gobierno, España es mucho más que un gobierno, o que dos, como Castilla-La Mancha va muy por delante de mí como presidente, solo faltaría. El país tiene una Constitución que es el «pim, pam, pum» para muchos, pero que precisamente ese papel lo tiene más que ensayado. Ha aguantado todas las embestidas durante 40 años, incluso de los violentos de ETA.

—Si pierde las elecciones, ¿qué hará, irse de ministro a Madrid, como dice Paco Núñez?

—Yo creo que tiene más posibilidades Paco Núñez de ser ministro con Pablo Casado (risas).

El programa

—Después de 30 años trabajando, una amiga se quedó en paro con 52 años y se le han agotado las prestaciones. ¿Qué ofrece a colectivos como este?

—Hay un compromiso ya cerrado entre el Estado y las Comunidades autónomas para extender las prestaciones a partir de los 50. Nosotros empezamos siendo pioneros en las ayudas a los mayores de 55 años, y es la región que más empleo ha creado en ese colectivo. Hay que seguir en esa línea.

—¿Y qué le dice a la gente que está esperando una prueba diagnóstica durante meses, o un año una operación?

—En sanidad se han reducido las listas de espera hasta niveles de hace 10 años y eso que ahora hay muchísima más demanda. Es más, a muchos les estamos diciendo que pasen por los hospitales porque hemos puesto en marcha planes preventivos de cáncer de colon o de cérvix que afectan a más de un 1.100.000 personas. No digo que todo pueda funcionar bien y todo el mundo pueda ser atendido de un día para otro, pero hay que apartar el grano de la paja. Muchas de las listas de espera que hay son sistemáticas, es decir, se cita a la gente cada seis meses para revisiones. Y en quirófanos, no es lo mismo una operación de traumatología, donde llevan unos ritmos diferentes, que una operación de otro tipo.

Los autónomos

—Hay malestar entre los médicos de Atención Primaria por falta de medios y tiempo, que pierden excesivamente con la burocracia.

—Son protestas que se organizan a nivel nacional y nos mezclan a todos en el mismo lío. Nosotros ahora, y lo reconocen las organizaciones profesionales, somos la segunda comunidad que más ha invertido y revertido en la sanidad primaria. Gastamos en ella más del 21% del presupuesto total de sanidad y vamos al llegar al 25%. Tenemos una media de atención al paciente de 13 minutos y estamos de los mejores posicionados en España.

—¿Qué mejoras planea para los autónomos, la cuota ceró quizá?

—Pido que aquí nadie haga demagógica. Las autonomías no tenemos competencia directa en la fiscalidad de los autónomos, es competencia del Estado. Hay dos cosas claras para los autónomos: una, que el pago lo sea en progresividad a sus ingresos; hay módulos excesivos e injustos para los que tienen ingresos muy escasos, y que haya un tope a partir del cual se pueda tributar y otro a partir del cual no se pueda. También defiendo que los autónomos tengan el mismo sistema de protección social que el resto cuando enferman o cuando se jubilan. Yo además pretendo crear una Dirección General para Autónomos para aliarnos con todo el colectivo en la petición de medidas en España.

Empleo y precariedad

—Es cierto que ha bajado el paro en la región, pero la mayoría de los contratos son muy precarios. ¿Habría que reformar la Reforma Laboral?

—En España hay que retomar un consenso en torno a la legislación laboral. Con la legislación que dicen que era antigua se crearon muchísimos empleos en los años 90 y en plena burbuja económica, sin tocar la reforma laboral. Hay que llegar a un consenso razonable, no solo con sindicatos, que solo promueven la derogación, sino con los empresarios, negociar un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Pero sí le digo que reducir la precariedad laboral es esencial, más quizás en las retribuciones que en la temporalidad.

—¿Tiene algo que temer la educación concertada en la región con un gobierno de García-Page?

—Bajo ningún concepto. De entrada, sigo teniendo un hijo en un colegio concertado en Toledo, sin demérito de la educación pública. Podría haber ido a la pública, pero optamos por un colegio extraordinario como es Infantes. Pero en el 96% del territorio regional solo existe educación pública.

La cultura

—Se les ha oído poco hablar de la cultura a los candidatos a la Junta. ¿Qué lugar ocupa en su programa?

—La cultura es el marco en el que desarrollamos todos nuestros valores. Nosotros hemos ido recuperando todas las órdenes que se liquidaron en la anterior etapa para favorecer las obras de teatro, a los creadores. Hemos recuperado la actividad cultural poco a poco en todos los circuitos y en todas las redes de la región y hemos protagonizado eventos culturales que hace muchos años no se recordaban. Hay que recuperar poco a poco un presupuesto que fue recortado. Incluso nos plantearemos algunas decisiones que tengan que ver con las tarifas y con los accesos a los museos y los espacios culturales.

—¿Van ser gratis acaso?

—Estamos formulando una propuesta para que resulte asequible, que el dinero no sea un problema nunca para acceder a los museos. Estamos viendo la legislación europea, la nacional, los distintos tipos de museos que tenemos...evidentemente la cultura no solo hay que verla desde la responsabilidad de fomentarla, sino también como industria de empleo.

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