Motín en un autobús Toledo-Madrid a causa de una avería

Eran las seis y media de la mañana de este lunes cuando un grupo de toledanos emprendían su viaje diario a Madrid para comenzar su jornada laboral, en la mayoría de casos, para ir a la universidad o para otras gestiones. Viajaban, como lo hacen habitualmente en uno de los autobuses de la empresa Alsa, compañía que tiene contratado este itinerario, cuando en la salida 10 de la autovía A-42, que une Toledo con la capital, el vehículo se averió.

La avería se produjo, tres cuartos de hora después, a la altura de la localidad madrileña de Getafe, ya muy cerca de su destino final, en la Plaza Elíptica, en Madrid. El conductor estacionó el autobús en el arcén de la carretera para no ocasionar atascos en la A-42, una autovía que a esas horas tienen un tráfico espeso y, más con la intensa lluvia de este lunes.

Los casi setenta pasajeros que viajaban en el autobús esperaban que Alsa enviara otro vehículo pronto para completar los poco más de diez kilómetros que hay desde Getafe a Madrid, acuciados por las prisas por entrar a sus puestos de trabajo o a sus clases. Sin embargo, la compañía no ha actuado en consecuencia y ha ido recolocando a los viajeros en los autobuses posteriores que realizan el trayecto más largo a Madrid con paradas en los pueblos, por lo que han tenido que esperar más de una hora y media en que los recogieran y han llegado tarde a sus destinos, lo que ha derivado en un pequeño motín.

Desde la dirección de la empresa alegan que la flota de autobuses de Alsa que realizan el trayecto entre Toledo y Madrid es limitada, y a esa hora no contaban con más vehículos, por lo que decidieron que la solución adoptada ha sido la más oportuna. También dicen que los vehículos que hacen este itinerario están a la mitad de su vida útil, a pesar de cuentan con más de dos millones de kilómetros en su haber.