«El germen de lo que hoy es España es el Reino Visigodo de Toledo»

El escritor e historiador toledano Daniel Gómez Aragonés acaba de publicar «Historia de los visigodos», donde da respuesta a muchos interrogantes de este periodo

Daniel Gómez Aragonés posa con su libro delante del Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda H. Fraile
Mariano Cebrián

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¿Alguna vez te habías preguntado qué ocurrió tras la Hispania Romana, por qué son tan relevantes los años 410 o 589, quién fue Recaredo o cuál es el legado de los visigodos ? Las respuestas a estas y otras preguntas las encontrarás en el libro « Historia de los visigodos » (Editorial Almuzara), del escritor e historiador D aniel Gómez Aragonés (Madrid, 1983), vecino de Toledo desde hace 30 años, ciudad que ama, entre otras cosas, por ser la capital del Reino Visigodo y por ser el objeto de su labor investigadora.

¿Qué aporta de novedoso su libro acerca de una parte tan apasionante de la historia, pero a la vez tan poco conocida por el público en general?

Esto tiene más pecado todavía en Toledo, en comparación con otros periodos. Esto es precisamente lo que yo intento con mi libro, que se enmarca dentro de la línea de mis trabajos anteriores, en lo que se viene a llamar alta divulgación histórica, un amplio espacio que hay entre el academicismo del ámbito universitario y la divulgación como tal. En él aporto una visión general de lo que fueron los visigodos, pero también los ostrogodos, dando más importancia a las cuestiones políticas, militares, religiosas, creencias o simbología. En definitiva, como se suele decir, su vida, obra y milagros.

Llama la atención que últimamente haya tantas evocaciones al pasado tanto lejano como más reciente de la historia de España, en muchos casos por determinados partidos políticos. Pero los visigodos no aparecen en ellas, cuando esta época supone además el germen de lo que hoy entendemos como España. ¿A qué cree que se debe ello?

Uno de los grandes problemas que tenemos en España es la politización de la historia, ya que los partidos los partidos políticos la utilizan como arma arrojadiza, algo que forma parte del cainismo innato del español. Cuando se habla de nuestros orígenes, siempre salen a relucir los mismos, que son los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II, la Guerra de Sucesión, los Borbones, la Guerra de Independencia, pero el gran referente y el germen de lo que hoy es España es el Reino Visigodo de Toledo. Algo que se mantiene a lo largo de toda la Edad Media, ya que, con la Reconquista, lo que se intentó realmente fue la restauración de ese periodo, que acabó en el 711 con la llegada de los musulmanes. Con los reyes godos hay un proyecto político basado en la monarquía, en la iglesia y un ejército para todo el territorio político de Hispania y una parte del sur de Francia.

A su juicio, ¿cuáles fueron los personajes y hechos más destacados de este periodo?

Es un periodo fascinante digno de una película o de una serie de Netflix. De hecho, esto creo que es lo que necesita España, producciones audiovisuales de este tipo, que engancharían al público a acercarse a temas de nuestra historia, incluso más que los libros, aunque no es una mala época tampoco para leer sobre estos asuntos. De esta época hay personajes tanto masculinos como femeninos alucinantes, como Gala Placidia o el rey ostrogodo Teodorico el Grande, uno de los grandes hacedores de Europa junto con Carlomagno. Y, en el Reino Visigodo de Toledo, Leovigildo y Recaredo, para los que pido una estatua en la ciudad, donde tan sólo hay un paseo dedicado a uno de ellos que es conocido por ser un sitio donde se hace botellón. Pero también son dignos de mención personajes como Sisebuto, una especie de Alfonso X del siglo VII; Suintila, que fue quien consiguió la unificación de la Península Ibérica; Wamba, que sólo decidió aceptar la corona en Toledo y siendo ungido arzobispo; San Isidoro de Sevilla, que fue la correa de transmisión entre el mundo clásico y la Edad Media con sus «Etimologías», o San Ildefonso, patrón de Toledo y uno de los referentes religiosos y culturales de la época.

El autor de «Historia de los visigodos», una nueva obra sobre este periodo de la historia H. Fraile

«Vega Baja se ha convertido en un auténtico culebrón venezolano»

Toledo fue la capital del Reino Visigodo desde el 507 al 711. ¿Por qué decidieron instalarse aquí y qué papel jugó la ciudad?

No hay una razón específica de por qué decidieron ubicar la capital en Toledo, pero se trata de un proceso totalmente lógico, ya que ocupa el centro geográfico de la Península Ibérica y, si se quiere gobernar un territorio amplio, la ciudad permite buenos accesos. Soportó muy bien la crisis del Bajo Imperio Romano, al no tener una aristocracia tardorromana que impidiese la implantación de una monarquía visigoda. Además, orográficamente permitió el desarrollo de la ciudad desde el peñón de la parte antigua hasta la Vega Baja, donde se instaló un complejo palatino y episcopal. Además, no puede entenderse el Reino Visigodo sin Toledo. Tan importante era la monarquía y la iglesia como Toledo, que era el alma, el corazón y el espíritu de los visigodos.

Esta semana se ha vivido el penúltimo capítulo de la Vega Baja de Toledo, con la paralización para construir viviendas allí y el anuncio de un plan director. ¿Cuál cree que será el final de esta historia?

La verdad es que se ha convertido en un auténtico culebrón venezolano. Muchas veces, cuando sale una información al respecto, ya desconecto porque es un asunto que da un paso para delante y otro para atrás. Esta semana parece que la construcción de las viviendas se ha paralizado. Pero esperemos que la Vega Baja sea definitivamente una oportunidad para Toledo desde el punto de vista arqueológico y paisajístico; como un punto de referencia cultural y de esparcimiento tanto para los toledanos como para los visitantes, más allá del ladrillo, ya que hay otras zonas en la ciudad para poder construir. Además, los restos arqueológicos allí encontrados son fundamentales para conocer lo que es Toledo y España, y más cuando nos jugamos el futuro como Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

En Toledo no hay muchos recuerdos ni símbolos del periodo visigodo en la ciudad. En este sentido, ¿tiene algún deseo como especialista en la materia?

Siempre que he tenido oportunidad en los medios de comunicación tanto locales como regionales o nacionales, uno barre para casa y para Toledo, que amo profundamente, aunque no soy toledano de nacimiento. Pero aquí yo siempre he echado de menos un recuerdo para la época visigoda, ya que, si la ciudad no se hubiese convertido en capital, no se entendería la importancia que tuvo después, a lo largo de la historia. Y, aunque tenemos el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda en la iglesia de San Román con todo el patrimonio que allí se recoge, creo que los visigodos no debería ser un capítulo más de la historia de Toledo, sino que tendrían que ser protagonistas. Y una estatua sobre algún personaje como San Ildefonso, Leovigildo o Recaredo serviría al menos para dar a conocer un periodo tan importante como tan desconocido para muchos.

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