Emilio Loriente, en una de las salas del matadero de Incarlopsa en Tarancón
Emilio Loriente, en una de las salas del matadero de Incarlopsa en Tarancón - ISABEL PERMUY
EMPRESAS

Emilio Loriente, presidente de Incarlopsa: «A los 12 años terminé la carrera y el máster»

Un imperio del embutido levantado en tiempos adversos que factura 640 millones y solo vende a Mercadona

Tarancón (Cuenca) Actualizado: Guardar
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Lleva desde que era un niño trabajando en la empresa familiar. Cincuenta años después, Emilio Loriente Piqueras, de 61 años, recuerda aquel día en que, con solo 12 años, decidió que lo suyo no era el colegio y se unió a sus hermanos (Moisés, Clemente y Jesús) para trabajar duro en la tienda, el puesto del mercado y las matanzas de cerdos que realizaban a domicilio, sin tiempo apenas para nada más en aquellos difíciles años setenta del siglo XX. «A los 12 años terminé la carrera y el máster, y no me arrepiento. Si hubiera estudiado, lo mismo ahora era maestro o médico, pero sin estudiar, fíjese dónde he llegado. Lo más importante que me ha dado la vida es la carrera que he hecho en la calle», dice el presidente de la empresa cárnica Incarlopsa sentado en su despacho, desde cuyos ventanales se divisa la localidad de Tarancón, en plena Mancha.

Desde que en 1978 se fundara Incarlopsa, «estuvimos muchos años trabajando como negros, porque aquello era más que trabajar, eran 24 horas al día, y poco a poco fuimos creciendo...». El matadero municipal de Tarancón, donde sacrificaban entonces los cerdos, un día se quedó pequeño para tanta actividad, y decidieron abrir, donde hoy se levanta la sede central de la empresa, su propio matadero industrial. El espíritu emprendedor y la capacidad incansable de trabajo de Emilio Loriente, que por entonces ya se había convertido en el responsable de la empresa, no se achantó lo más mínimo cuando un devastador incendio destruyó completamente la industria aquel sábado por la noche de 2002. «No quedó prácticamente nada, y tuvimos que levantar todo de las cenizas. No, no me achanté, no. Recuerdo que estaba todo en llamas y estaban saliendo los camiones cargados de jamones. La verdad es que no sé cómo hice aquello; si me llega a pasar ahora, no hubiera tenido fuerza», subraya.

El empresario, en su despacho de la central de Incarlopsa, en Tarancón
El empresario, en su despacho de la central de Incarlopsa, en Tarancón - I. PERMUY

En la actualidad, aquel matadero incendiado, y que fue reconstruido en solo diez meses, es uno de los más modernos y sofisticados de Europa. Sus instalaciones cuentan con tecnología y sistemas únicos de desarrollo propio que lo convierten en una de las plantas más productivas y seguras del mundo.

Loriente fue consejero delegado de Incarlopsa hasta 2015, en que fue nombrado presidente del consejo de administración, compuesto ahora por dos generaciones (ahora un hijo y varios sobrinos) de la familia Loriente Piqueras. «Las siguientes generaciones ya no estarán aquí, porque una empresa familiar tiene que profesionalizarse y el dueño es el dueño; al dueño, trabajando, se le manda muy mal», bromea.

Loriente, ante la fachada de la empresa
Loriente, ante la fachada de la empresa - I. PERMUY

En esta nueva etapa, más alejado del día a día de la empresa, seguro que no podrá resistir la tentación de seguir paseándose por las plantas para saludar a los trabajadores, alguno de ellos pertenecientes a su círculo de amigos y que, como él, llevan toda la vida en Incarlopsa. Han sido testigos de la expansión de una firma que en la actualidad tiene una plantilla de 2.000 trabajadores repartidos en sus seis centros de producción en las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Castilla y León, tres en Tarancón (Cuenca) -matadero, fábrica de salchichas, centro de fileteado y envasado de fileteado de producto fresco-; uno en Olías del Rey (Toledo) -secadero de jamón y paleta ibérico-; uno en Corral de Almaguer (Toledo) -secadero de jamón de cerdo blanco-; y uno en Guijuelo (Salamanca) -matadero y fábrica de embutido ibérico-. «Y ahora vamos a montar un proyecto ganadero aquí (Tarancón), con una fábrica de piensos en Montalbo, para criar millón y medio de cochinos», añade.

Sala de despiece de Incarlopsa en Tarancón
Sala de despiece de Incarlopsa en Tarancón - I. PERMUY

Incarlopsa, líder nacional en jamón y salchichas de Frankfurt, tiene en la actualidad 25.000 hembras de porcino, que producen 500.000 cerdos al año; y 5.000 madres de ibérico, con una producción de 60.000 ejemplares de esta raza. «Producimos alrededor de cuatro millones y medio de jamón blanco y un millón de piezas de ibérico, entre jamones y paletas», explica.

Toda la producción la venden a Mercadona desde 1999. «¿Que si están contentos? Siempre estamos haciendo pruebas de calidad y ellos también, investigando para hacer mejor producto que la competencia. Si al final eres el líder, lo eres por algo, por la calidad y la constancia que tienes en los productos», dice Loriente, que anuncia una próxima actividad exportadora al extranjero. «Nunca lo venderemos en España».

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