Camarena

Prisión provisional para el joven que ha dejado a un médico en estado crítico con una barra de hierro

Francisco Jesús Castillo, de 29 años, se ha negado a declarar ante el juez

Concentración, este viernes, en el exterior del hospital Virgen de la Salud de Toledo para condenar la agresión Luna Revenga
Manuel Moreno

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Un juez de Toledo ha ordenado este viernes el ingreso en prisión de Francisco Jesús Castillo , el joven de 29 años detenido por dejar en estado crítico a un médico al golpearle este jueves con una barra de hierro en Camarena (Toledo) . El arrestado se ha negado este mediodía a declarar ante ese juez, que se ha inhibido en favor del juzgado de Torrijos que instruye las primeras diligencias de este caso.

Sobre las once de la mañana, el investigado ha pasado a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Toledo, que está de guardia. Una hora más tarde ha comparecido en la sala de vistas número 7, donde se ha acogido a su derecho a no declarar. «Lo he visto muy tranquilo», ha afirmado a ABC Ana Isabel González , abogada de oficio de Francisco Jesús, después de terminar la breve «vistilla» de apenas un minuto de duración.

Para el arrestado, que también agredió a su padre y pretendió acuchillar a una enfermera según la Guardia Civil, el juez ha decretado el ingreso provisional en prisión, comunicada y sin fianza, por la presunta comisión de tres delitos: una tentativa de asesinato por la agresión al médico, un atentado a agentes de la autoridad y otro en el ámbito familiar por los golpes a su padre, además de daños.

La Guardia Civil también le atribuye uno más -un atentado a un funcionario público (atacó presuntamente a la enfermera que acompañaba al médico)-, aunque el juez no lo ha considerado así de momento. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha han puntualizado a ABC que se trata de una imputación inicial y provisional, aunque «todo se concretará a lo largo de la investigación judicial»

Por su parte, la letrada de Francisco Jesús ha manifestado a ABC que su cliente actuó bajo los efectos de la droga y el alcohol , aunque ha declinado facilitar más información. Además, ella ha explicado que dejará de ser la abogada de Francisco Jesús al pasar el detenido a disposición de un juzgado de Torrijos, por lo que será otro letrado de turno de oficio quien se encargará de la defensa del investigado.

Dos horas más tarde, unos doscientos sanitarios se concentraron a las puertas del hospital Virgen de la Salud de Toledo para condenar el ataque y pedir al Gobierno de Castilla-La Mancha un plan de prevención de agresiones. «Lo que hace falta es evitarlas en la medida de lo posible», reclamó el presidente regional de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

En una cama de ese hospital el médico agredido, un hombre de 60 años «atento y comprometido con su trabajo» según allegados, continúa ingresado en estado muy grave. Su situación es crítica tras ser operado, el mismo jueves, de un traumatismo craneoencefálico que le provocó Francisco Jesús.

Amenazó con el cuchillo a los guardias

Como ha contado ABC, el joven intentó también apuñalar con un cuchillo a la enfermera que acompañaba al facultativo. El hombre, alto y delgado, golpeó repetidamente la carrocería del vehículo en el que la sanitaria se refugió para evitar la agresión y pedir auxilio al servicio de emergencias 112. Eran las tres y media de la madrugada del jueves al viernes. Momentos antes Francisco Jesús, a quien conocen por Fran en su pueblo, ya había asestado al médico varios golpes en la cabeza con una barra de hierro.

Finalmente, miembros de la Guardia Civil lograron reducir al agresor, alterado por el consumo de alcohol y drogas, que también amenazó a los agentes con el cuchillo. Acudieron patrullas del puesto de Valmojado y de otros cercanos ante la peligrosidad del individuo. También se personaron miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo , aunque no tuvieron que intervenir. Sí escoltaron la ambulancia en la que Francisco Jesús fue evacuado hasta el hospital Virgen de la Salud.

El agresor llegó al mismo centro sanitario donde ingresaron a su padre (59 años) y al médico. Luego abandonó el hospital alrededor de las dos de la tarde del jueves para ser trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, a 300 metros del centro sanitario. En ese momento fue detenido oficialmente, por lo que Francisco Jesús ha tenido que comparecer primero en un juzgado de la capital de Castilla-La Mancha y no en el juzgado de Torrijos que instruye las diligencias.

Fran, padre de una niña

Carmen, vecina de Camarena, describe al médico agredido como un profesional «atentísimo» y «muy cercano», que llegó al centro de salud del pueblo esta primavera. Ella lo conoció porque tuvo que llevar a un hijo suyo al centro sanitario y fue este médico quien le examinó.

Esta vecina también conoce a Fran «de toda la vida». Es padre de una niña, fruto de la relación con una mujer con la que convivió. Por Camarena, donde el agresor residía ahora en casa de sus padres, se cuenta que este joven ha sido conflictivo y que no tenía un trabajo fijo. También dicen que «algún vecino vio» a Fran «con una catana y una botella de ron» paseando por el pueblo el miércoles, horas antes de la agresión al médico la madrugada de este jueves. «Esa misma noche rajó las ruedas de un coche», afirman otros.

Sin embargo, los habitantes de Camarena (3.700 censados) rompen una lanza en favor de los padres de Fran, hijo único: «Son gente buenísima y el padre ha pasado un cáncer recientemente». Destacan, sobre todo, la dedicación de la madre, empleada en el Ayuntamiento, a los niños y a los jóvenes de este pequeño municipio.

A 70 kilómetros de allí, en Mora, de donde es oriundo el médico agredido, sus vecinos confían en volver a verlo paseando por el pueblo, del que fue concejal por el PSOE durante años. Padre de tres hijos, de joven estudió pero no terminó la carrera de Medicina, que luego retomó ya cerca de los 50 años. En su pueblo, donde tiene una consulta privada y una librería que regentan sus hijos, cada uno de sus 10.000 habitantes le esperan con una rama de olivo, la seña de identidad de esta localidad agrícola.

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