Frank Cuesta pide disculpas al hombre mordido por una cascabel: «Eres un gran baluarte para la sociedad»

Manuel Moreno

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10/03/2021
Actualizado 11/03/2021 a las 01:12h.

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El naturalista y herpetólogo Frank Cuesta ha pedido públicamente disculpas y perdón a Santiago García, el hombre de 31 años que fue mordido por una serpiente cascabel en la provincia de Toledo y que le ha solicitado una rectificación, después de que el divulgador lo tildara de «criminal, delincuente, terrorista y despojo» en una grabación difundida por YouTube .

Ahora, en otro vídeo de 35 minutos de duración publicado también en esa plataforma, Frank Cuesta disecciona la extensa carta de Santiago en la que le reclama que se retracte, si no quiere que lo denuncie ante la justicia. «Me he equivocado» y «eres un gran baluarte para esta sociedad» , repite varias veces el naturalista en la grabación, realizada en Tailandia. «Dame la oportunidad de ser tu amigo, Santiago», le reitera en otros momentos, además de «querer aprender de ti». El divulgador también solicita que se difunda y se comparta el vídeo en el que se retracta para que Santiago «pueda limpiar su imagen».

«Pido disculpas públicamente, no para que no me pongas una denuncia», sino porque «me he dado cuenta de que eres una persona importante para esta sociedad, un baluarte en la sociedad española y sobre todo en la sociedad naturista o como la quieras llamar; docente o de investigación», afirma el herpetólogo.

«Podrías hacer un poco de investigación sobre las 45 serpientes y 12 escorpiones que la policía te ha quitado, yo creo que injustamente» , opina Frank Cuesta antes de asegurar: «Si hay que ir a declarar a tu favor, me ofrezco voluntario. Y te lo digo muy en serio; en este vídeo ni me estoy riendo ni estoy haciendo ninguna gracia, porque no me hace ninguna gracia, porque me disculpo y paso la vergüenza que debo pasar por haberla cagado y haber dicho cosas sobre ti que no son verdad».

También lanza una idea a Santiago, que es profesor de instituto: «Yo creo que deberíamos de crear un grupo juntos para que todo el mundo pudiera tener 20 serpientes venenosas en casa; primero que las tengan y luego que intenten tener el núcleo zoológico, legales, ¡eh!, legales». «Educacionalmente, los chavales pueden aprender en su habitación», agrega el naturalista, quien declara que su reacción se debió «a un tema» de envidia: «Me pareces un tío atractivo».

En su exposición, aclara otro punto. «Espero no haber creado un estado de alarma social; simplemente, lo que hice fue publicar que se había escapado una serpiente y había mordido a un hombre en Toledo. Esas fueron las noticias que dieron -recuerda-. Y a mí me daba miedo, porque yo tengo un amigo muy cerca y le dije: 'No saques al perro; no vaya a ser que la serpiente de cascabel que le mordió a este pobre chico, que es un baluarte para la sociedad, vaya a morder al perro o te muerda a ti'».

«Yo creo que alguien la soltó [a la cascabel], tú fuiste a buscarla y te mordió», especula Frank Cuesta, quien también se refiere a los viales que Santiago dice en su carta que disponía. «Yo no sabía que habías dejado esos viales en el hospital y que eran tuyos», afirma el naturalista. Sin embargo, Eldigitalcastillalamancha ha publicado que fue el parque zoológico madrileño Faunia el que proporcionó al hospital Virgen de la Salud de Toledo el caro antídoto para tratar a Santiago; en concreto, se trata del medicamento Antivipmyn, que se produce en México, según confirmaron fuentes de Faunia.

Frank Cuesta se refiere también al amor y el respeto que Santiago tiene a los animales: «Cuando sea el funeral de la cascabel -fue encontrada atropellada-, si me dices la dirección, le mando una corona; esa serpiente que tanto amabas y respetabas». Y el naturalista remacha: «Le pido perdón por todo; obviamente, usted no es un delincuente, un criminal, un terrorista..., y es un gran ejemplo para la sociedad. Creo que en este vídeo he dejado claro la gran admiración que tengo por usted, la envidia que tengo por usted, por su atractivo masculino y viril». «Que lo siento, no lo volveré a hacer» , concluye Frank Cuesta.

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