DANA: del ‘milagro’ en Guadamur en 48 horas a las ‘vidas rotas’ en Cobisa

En Polán pedirán a la confederación hidrográfica que realice alguna intervención en el arroyo que atraviesa el pueblo o permiso para hacerla el ayuntamiento

Personal del Plan Infocam limpia una calle de Cobisa este viernes JCCM

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Pedro Cano lo resume con una expresión: «¡Uf! Está medio pueblo sin limpiar». El alcalde de Polán (3.800 habitantes) suelta la interjección a media tarde, cuando está trabajando junto con cincuenta voluntarios, «o más», por distintas calles. Jóvenes y «gente más madurita» quitan barro, cieno, ramas de árboles..., todo lo inservible que se les pone por delante. En su pueblo hay cerca de medio centenar de viviendas dañadas seriamente por la primera DANA de septiembre, además de una treintena de coches siniestrados, algunos desplazados más de 300 metros.

Al personal del Ayuntamiento, que «trabaja mañana y tarde», dice su alcalde, se han sumado en las tareas de limpieza patrullas del Plan Infocam y voluntarios de Protección Civil de Casarrubios del Monte, Torrijos, Navalucillos y Olías del Rey, que han ayudado en otras poblaciones de manera altruista, como siempre.

Cano, que cumplirá 70 años en unos días, no recuerda nada igual en su pueblo. Evoca, sin embargo, la «famosa avenida» del 30 de agosto de 1926, cuando fallecieron tres hermanas.

El Ayuntamiento ha comenzado a repartir formularios entre los vecinos perjudicados para que indiquen los daños provocados por el desbordamiento del arroyo del Conde, que atraviesa el pueblo y que se extendió unos 50 metros a izquierda y a derecha. «Pediremos a la confederación hidrográfica que realice alguna intervención o que nos dejen a nosotros», avanza el alcalde, que no ha disfrutado de ningún día de vacaciones estivales.

Junto con Toledo capital, Nambroca, Guadamur, Cobisa, Argés y Burguillos, en la provincia de Toledo, y Tarancón e Iniesta, en Cuenca, Polán es una de las localidades más castigadas por la depresión aislada de niveles altos.

Cerca de una treintena de vehículos está siniestro en Polán

Cobijo en vecinos, familiares y amigos

Fernando Muñoz, Cuco , dice que esta DANA «se ha llevado vidas, no en el sentido físico, pero sí en el emocional» . Él es el concejal de Obras y Servicios de Cobisa. En esta localidad de casi 5.000 habitantes ha habido más de cien casas arrasadas, según el edil. Por eso varios de los afectados han tenido que buscar cobijo en las viviendas de vecinos, familiares y amigos.

La zona central del pueblo ha sido la más castigada. Las calles Veguilla, Peña Hueca, Antonio López, Clara Campoamor y Ricardo Díaz se han llevado el golpe más duro. «Tenemos para varios días. Estamos descombrando. Aquí son máquinas que quitan barro, muebles y enseres que la gente va sacando fuera de la casa», cuenta el edil, que está coordinando las labores de limpieza.

Cuando se le pregunta por una fotografía de su pueblo, Cuco vuelve a hablar de las vidas rotas desde el aspecto emocional. «Éste es el dolor que compartimos todos los cobisanos y cobisanas», se resigna.

Además de las viviendas, también hay afectado mucho mobiliario público, «pero eso es lo de menos; al final lo importante son las casas y los vecinos. Porque es toda una vida metida en una casa» , insiste.

En Cobisa habían proyectado una canalización y unas balsas para retener el agua y recoger las avenidas en la parte alta del pueblo, pero «lo del miércoles ha superado cualquier previsión». «Lo que teníamos previsto no hubiese podido con lo que cayó el otro día, imposible. Habrá que replantearse el proyecto o hacer otro tipo de actuaciones. Si ahora me pregunta qué es lo que hay que hacer, no lo sé», responde con franqueza.

Por las embarradas calles de Cobisa estuvo este viernes el consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, José Luis Escudero. Acompañado por el alcalde, Felix Ortega, comprobó los cuantiosos daños y dio ánimos a las patrullas amarillas del Plan Infocam . Por tercer día consecutivo, sus trabajadores estaban dando el callo para ayudar en los durísimos trabajos de acondicionamiento en las poblaciones más azotadas por las tormentas torrenciales.

Camiones autobombas, mangueras y otros utensilios son sus armas contra la devastación provocada por el agua y el barro. Con ellas limpian, achican de agua y extraen lodos de las vías públicas y de los alrededores de centros sanitarios, residencias de mayores o centros educativos.

En total, la Junta de Comunidades ha movilizado 180 personas, entre técnicos de la Consejería, agentes medioambientales y los bomberos forestales de la empresa pública Geacam; 35 medios terrestres y un helicóptero, cuya función ha sido realizar vuelos de reconocimiento para una posterior valoración de daños.

Plaza del Ayuntamiento de Guadamur este viernes Sagrario Gutiérrez

«Impagable»

El miércoles cayó en Guadamur la tormenta «más gorda que hemos tenido en toda su historia». Lo dijo a ABC su alcaldesa, Sagrario Gutiérrez, poco después de que comenzaran a difundirse por WhatsApp vídeos de las pavorosas riadas. Unas doscientas casas inundadas y dos con daños muy graves en este municipio de 1.800 habitantes.

Por eso sorprende que 48 horas después sólo les quedase ayer por limpiar el parque del Prado, donde están lagos y los patos, y una calle. «Todo lo demás está destrozado, pero limpio. Nos hemos hecho con el lodo y el barro» , dice orgullosa su regidora municipal.

Una de las claves ha sido contar en las brigadas de limpieza con el apoyo incondicional de unos 50 jóvenes del pueblo. «Impagable», afirma Sagrario, que cuenta el origen de este ‘milagro’: «El Ayuntamiento hizo un llamamiento en Facebook porque necesitábamos quitar el barro cuanto antes. Es como arcilla y, si no se retira en las primeras 48 horas, se queda pegado y no hay quien lo quite. Por eso hicimos un llamamiento para que acudiera la gente joven que estuviera en disposición de echar una mano».

Con los guantes que les entregó el ayuntamiento, los jóvenes se dispersaron por todo el municipio: el auditorio, el gimnasio municipal, las calles, las plazas o los parques. Así han conseguido que este sábado se celebre el mercadillo. «Eso sí -puntualiza la alcaldesa-, en una zona que parece de guerra. Está levantado todo el pavimento, pero ya recuperamos la normalidad en un pueblo destrozado».

También habla agradecida de una patrulla «del 112», que estuvo limpiando la plaza de la iglesia durante todo el día del jueves. «Traían un camión especial, les cundió mucho y muy bien», se felicita Sagrario.

«Destrozado, pero limpio tenemos el pueblo», insiste la alcaldesa, mientras todos los pueblos de la región sacudidos severamente por la DANA esperan la llegada del próximo martes. El Consejo de Gobierno analizará la solicitud de las ayudas que puedan corresponder por las consecuencias catastróficas producidas en Castilla-La Mancha.

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