Tras varios días de nieblas, la ciudad de Toledo ha despertado este domingo con un día soleado, preludio de la primavera. Y con los almendros en flor. Durante unas semanas, la vuelta al Valle se adorna con el blanco de estos árboles que todos los años, según las temperaturas, a partir de la segunda semana de febrero, empiezan a florecer.
Los almendros son los primeros frutales en florecer y ese momento es un indicador de que el invierno está próximo a su fin. Su floración se produce antes que la de otros frutales debido a que necesita menos horas de frío (habitualmente por debajo de los 7 grados centígrados).
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