El pistacho facturó 10 millones en 2015 en Castilla-La Mancha

El sector del pistacho se convertirá en uno de los motores de la agricultura de Castilla-La Mancha en los próximos años. Actualmente, este fruto seco ya es un referente en la economía regional con una facturación de 10 millones de euros en 2015. Esta cantidad representa un incremento del 30% con respecto al año anterior y se prevé que vaya aumentando de forma exponencial. Fuentes del sector estiman que el año pasado se recogieron en toda la región más de 800 toneladas.

El responsable de este cultivo en el centro agroalimentario «El Chaparrillo» de Ciudad Real, Francisco José Couceiro, asegura que Castilla-La Mancha está a la cabeza de España en producción de pistacho y, a nivel europeo, se encuentra cerca de Italia y de Grecia.

Y, en cuanto a la superficie, la región supera con creces al resto de países de la Unión Europea, ya que supera las 7.000 hectáreas y está más cerca ya de las 10.000 hectáreas, 2/3 del total de España, que cuenta con 15.000 hectáreas de este cultivo.

Si Castilla-La Mancha es un referente en producción de pistachos en España, Ciudad Real es la provincia líder con diferencia, ya que es la más representativa dentro del sector. Lideró la extensión de hectáreas dedicadas a este cultivo en 2015, con 3.500. De hecho, la importancia del pistacho para Ciudad Real es tal que cuenta con un centro pionero sobre este cultivo en toda España, como es el departamento de investigación de leñosos del centro agroambiental «El Chaparrillo», ubicado en la propia capital ciudadrealeña.

A nivel de producción, las plantaciones de pistacho que existen en Castilla-La Mancha todavía son muy jóvenes, pero en 2016 podría superar las 1.000 toneladas, informa a ABC Francisco José Couceiro, responsable de ese departamento. En su opinión, «la situación de este cultivo es cada vez mejor porque poco a poco se va incrementando el número de agricultores que apuestan por él y se está eliminando el miedo que había hace unos años».

De hecho, señala el responsable del centro «El Chaparrillo», el cambio climático es un factor que ha beneficiado al cultivo del pistacho en Castilla-La Mancha, ya que el pistachero es un árbol pequeño desértico y que tiene una alta tolerancia al suelo salino. Por eso, la apuesta de los productores ha sido con vistas a largo plazo porque, en opinión de Couceiro, «el agricultor se tiene que dar cuenta que se trata de una inversión de futuro y con una estabilidad de precios superior a la de otros productos agrícolas».

Interés en aumento

Desde su reimplantación en España durante la década de los 80, el interés que está suscitando el cultivo del pistacho entre los agricultores de la región va en aumento. El clima necesario para el desarrollo de los pistacheros, similar al del olivo, la poca agua que necesitan para crecer, junto con la rentabilidad que ofrecen, ha hecho que, desde 2012, prácticamente, se hayan disparado las hectáreas dedicadas a este fruto seco, pasando de cerca de 4.000 a las 10.000 hectáreas en 2015.

Sobre la polémica por la financiación para agricultura ecológica por parte del Gobierno en los presupuestos de 2016 de Castilla-La Mancha, Couceiro manifiesta que es un tema que «pilla de lleno» al pistacho, pues el 80% de su producción es ecológica. «La gente aún desconoce la realidad de este cultivo y la proyección que tiene de cara al futuro. El pistacho es como un tren de mercancías del que los políticos solo ven la luz a lo lejos y, cuando se quieran dar cuenta, ya les ha arrollado», afirma.

Las proyecciones sobre el cultivo de pistachos son muy optimistas y diferentes expertos consideran que este cultivo será una de las puntas de lanza de la agricultura regional. De hecho, las plantaciones están creciendo a un ritmo de 1.000 hectáreas anuales, por lo que el sector considera que es necesario implantar soluciones eficientes para que las 10.000 hectáreas de pistacho que existen en Castilla La Mancha mantengan la mayor productividad posible.

Para analizar la situación que vive el cultivo del pistacho, este fin de semana biólogos de la empresa biotecnológica Nostoch Biotech se reunieron en la localidad ciudadrealeña de Malagón. Allí impartieron una conferencia dirigida a los agricultores de la región para mostrarles la eficicacia del humus líquido de lombriz en la prevención y cura, de forma respetuosa con el medio ambiente, de las plagas y enfermedades en las explotaciones agrícolas de pistachos.

Según las conclusiones de esa conferencia, respecto a los pistacheros, se ha demostrado que para garantizar su correcto crecimiento, se han revelado muy eficaces los tratamientos que incluyen microorganismos provenientes del humus líquido de lombriz. Sobre todo, por sus capacidades de enraizar.