ELECCIONES AUTONÓMICAS 26-M

«Nunca me he visto delante del espejo como un diablo»

José García Molina, candidato del partido morado a la Junta de Castilla-La Mancha, asegura que «Page tiene motivos para fiarse de Unidas Podemos»

La gente que le trata «me dice que tengo una buena dialéctica cuando puedes mantener una conversación en profundidad tranquilamente»

José García Molina, en la plaza de Zocodover de Toledo esta semana H. Fraile

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García Molina, José (Barcelona, 1969), cierra un ciclo con el apoyo de su partido al socialista Emiliano García-Page en la última legislatura. Ahora, desde Unidas Podemos, el profesor universitario en excedencia se prepara para «asaltar»... la Presidencia del Gobierno de Castilla-La Mancha.

¿Ha tenido que tragarse muchos sapos como vicepresidente segundo de la Junta de Comunidades?

No muchos, solo alguno, porque PSOE y Podemos somos dos partidos distintos y había que negociar. Los dos partidos nos hemos tenido que tragar algún sapo, por supuesto, porque hemos tenido que renunciar a algunas de nuestras cosas.

¿Cómo es Emiliano García-Page en las distancias cortas?

No he tenido trato más allá de los consejos de Gobierno y del Gobierno. Es una persona normal, no destacaría nada especial.

No le he visto por el gimnasio últimamente y me dicen que juega al pádel. ¿Dónde practica su mejor revés: en la cancha o en la política?

En la cancha, no, porque tuve que operarme de la rodilla y hace medio año que no juego al pádel. Creo que el revés lo tengo mejor en la política que en el pádel.

Se ha preparado mejor para la cosa pública, ¿tal vez?

Llevo muchos años trabajando con personas, desde los 18 años, y creo que tengo capacidad para escuchar, para entender y también, a veces, para convencer cuando te dejan y puedes dialogar. Cuando puedes tener una conversación en profundidad tranquilamente, me dicen que tengo una buena dialéctica. Esto lo puedo entender como un buen revés.

García Molina asegura que nunca se ha visto delante del espejo como un diablo H. Fraile

Ustedes se han propuesto hablar menos y escuchar más en esta campaña electoral, ¿les está funcionando?

Aún es pronto para decirlo. De todas maneras, es algo que hemos hecho siempre; quizá, ahora lo hemos enunciado. Cuando presentamos nuestro programa electoral, dijimos que la mayoría del programa lo ha hecho la gente, los colectivos, los profesionales, las formaciones políticas y, por lo tanto, solemos ser más de escuchar que de grandes desideratas y discursos grandilocuentes. Nos gusta escuchar lo que dice la gente y luego transformarlo en medidas concretas.

¿Eliminaría las campañas electorales?

No, porque creo que es un momento en el que hay que trasladar a la ciudadanía lo que uno quiere hacer. Pero es verdad que la ciudadanía tiene cuatro años para saber lo que uno está haciendo y lo que puede hacer. Quizá, le quitaría un poco de espectacularidad y, sobre todo, me parecen carísimas. Algunos partidos se gastan inmensas cantidades de dinero; no sé si vale la pena y si es conveniente o se podían destinar a otras cosas. Me parece bien que los partidos transmitan cuáles son sus ideas, aunque debería ser una rendición de cuentas semanal. No hace falta que lleguen las campañas para descubrir el chocolate del loro.

¿Cuánto dinero dedicará Podemos para su campaña en la región?

No me he encargado del presupuesto. Creo que no debemos llegar, seguro, a los 100.000 euros.

Hablando del 26-M, diga tres motivos para votarle.

Somos la garantía de que siga adelante lo que entendemos como público, caso de la educación, la sanidad, los servicios sociales, las infraestructuras o las viviendas. El PSOE es mucho más reticente que nosotros a lo público. Sinceramente, y a lo mejor no es algo que deba de decir yo, pero creo que la gente de Podemos y la candidatura que represento somos gente honesta. No tenemos las manos atadas con nadie, no veníamos de la política, sino que estamos en ella con una idea de servicio público. Por tanto, no tenemos ataduras ni hipotecas previas. Es un buen motivo no deberle nada a nadie. Y, sobre todo, porque tenemos una visión de Castilla-La Mancha que sabe equilibrar lo que somos y las tradiciones con las que la gente realmente se identifica, con una visión de futuro mucho más moderna y con más peso en el conjunto del país.

¿Por qué, según usted, no es bueno votar al PSOE?

Le voy a contar una historia muy breve. Mi padre era socialista de corazón y votó al PSOE toda la vida. Pero estoy convencido de que no votaría a Page porque [al presidente de Castilla-La Mancha] le he escuchado decir, además con avidez, que quería pactar con Ciudadanos. Este es un partido que está gobernando con la extrema derecha en Andalucía y se ha hecho la foto de Colón. Me parece que eso no es ser socialista ni defender los valores y los principios del socialismo.

¿Al PP?

La experiencia con María Dolores de Cospedal en el Gobierno durante cuatro años nos enseñó a muchos muchas cosas; entre otras, lo que no queríamos que pasara en la región. Un motivo fuerte por el que yo estoy en política fueron las políticas de María Dolores de Cospedal en esta región. Yo soy profesor universitario y estuvimos dos años sin poder comprar libros para la biblioteca. Creo que habla por sí solo.

¿A Ciudadanos?

Es un partido que está a la orden de los que tienen intereses privados. De hecho, creo que todos sabemos la historia: había que crear algo parecido a un Podemos de derechas. Lo dijeron algunos banqueros con mucho poder y creo que Ciudadanos lo ha demostrado. Le ha dado igual gobernar con unos o con otros porque creo que han venido a defender los privilegios y los intereses privados de los que ya están beneficiados, haya crisis o no.

¿Y por qué no votar a Vox?

Yo soy un ferviente defensor de las libertades y de los derechos de la gente. Cuando alguien viene con exclusiones previas, o diciendo que algunos tienen más derechos que otros, sinceramente ya ni le presto atención.

En el artículo titulado «No es lo mismo», que usted publicó hace unos días, dice que no da igual con quién se forme gobierno. ¿Cree que Page se fía de Unidas Podemos?

Tiene motivos para fiarse. Yo le daría la vuelta a la pregunta. Nosotros entramos en el Gobierno con un trabajo muy claro: seguir la senda que habíamos iniciado en el acuerdo de investidura y luego tener dos responsabilidades, las más fuertes, que eran la ley de garantía y la ley de participación. Hemos cumplido con todo y con nota. Y, si las cuestiones no han acabado saliendo, creo que Emiliano García-Page debe responder dando los motivos, no nosotros. En Podemos somos muy de fiar. Cuando damos nuestra palabra, cuando firmamos ante notario, como hicimos un acuerdo de investidura, no hemos dejado de cumplir ninguna de las cuestiones que allí firmamos.

El político, sentando en un banco de piedra en la plaza de Zocodover de Toledo H. Fraile

¿Dormirá todavía mal García-Page cuando se acuerde de los famosos presupuestos regionales que ustedes no apoyaron en 2017 por sorpresa?

De lo que sí que me acuerdo fue de las 25 medidas que Podemos puso encima de la mesa, enmiendas a los Presupuestos, y que el Partido Socialista votó en contra de todas. Eso lo explica casi todo.

Hablemos de pescar votos en territorio comanche. Convenza a un cazador para que le apoye en las urnas.

Lo he dicho muchas veces. Nosotros no estamos en contra de la caza; queremos un modelo de caza como el de Canadá, donde he vivido. Es un modelo muy sostenible, donde no se maltrata a los animales, aunque yo no digo que esto sea necesariamente lo que sucede siempre. Pero creo que debemos avanzar mucho en una caza social, sostenible y, sobre todo, que no nos deje escenas brutales como hemos visto con animales de caza.

Y a un taurino, ¿qué le dice?

Mi padre era una persona muy taurina. A mí, personalmente, no me gustan las corridas de toros. Y nosotros lo que hemos dicho con mucha claridad es que no había que subvencionarlas con dinero público. Con lo demás, habría que abrir un debate social de verdad.

¿Cuántas veces se ha visto delante de un espejo como un diablo?

Sinceramente, creo que ninguna (se carcajea). En 2015, incluso algunas vecinas mayores de mi barrio, cuando se enteraban de que yo era de Podemos, me decían que no debíamos ser tan malos. Ellas mismas afirmaban: ‘Si usted está en Podemos, y le conocemos como profesor hace 20 años, no deben ser tan diablos’. Creo que esa comparación ya ha pasado.

¿Harán las paces David Llorente y usted para volver a formar un equipo? ¿O el rencor es más fuerte?

No creo que sea una cuestión de rencor, ni de espacio ni de nada. David Llorente ha decidido no presentarse y, por lo tanto, esta legislatura no estará ni en las Cortes regionales ni en el Gobierno de Castilla-La Mancha, como sí espero estar yo.

Las encuestas les dan alas en las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha, con la obtención de 2 ó 3 escaños, después de que Podemos haya perdido su representación en el Congreso de los Diputados. ¿Qué le dice el cuerpo?

El cuerpo me dice varias cosas. Me dice que queremos gobernar y que siempre hemos estado para derrotar a las encuestas. Ojalá las derrotemos ahora por elevación. Ya en 2015 no nos daban nada, pero luego tuvimos 2 diputados y quedamos a 100 votos del tercero en Albacete. Entonces, ¿por qué no pensar que esta vez obtendremos el apoyo suficiente para estar en el Gobierno? Sea cogobernando con el PSOE o sea porque el PSOE nos tenga que apoyar a nosotros.

¿Qué será de José García Molina si los resultados no le son favorables? ¿Tiene preparado un plan b?

Soy profesor titular de universidad y, en algún momento, tendré que volver a ella. Me gustaría que no fuera todavía. Si los resultados no acompañasen, lo primero que haría sería convocar un Consejo Ciudadano Regional, analizarlos y lo que dijera el consejo. Yo no tengo problemas con eso.

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