Muere Ascensión Mendieta, símbolo de las víctimas del franquismo

Su padre, Timoteo Mendieta, líder de la UGT en la localidad de Sacedón, fue asesinado por la dictadura y enterrado en una fosa común del cementerio de Guadalajara

El Tribunal Supremo autoriza la exhumación de Franco del Valle de los Caídos

Ascensión Mendieta, durante los trabajos de exhumación de su padre en el cementerio de Guadalajara EFE
Mariano Cebrián

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Ascensión Mendieta, un símbolo de la lucha de las víctimas del franquismo, ha fallecido este lunes en Madrid a los 93 años. Esta mujer tuvo que esperar 78 años, hasta 2017, para poder enterrar a su padre, Timoteo Mendieta . Este líder de la UGT en la localidad de Sacedón (Guadalajara) fue asesinado por el régimen de Franco tras un simulacro de juicio celebrado en noviembre de 1939 y uno de los 822 republicanos ajusticiados en el cementerio de Guadalajara entre 1939 y 1944, y posteriormente enterrados en una fosa sin que los familiares supieran su paradero.

Ochenta años separan la muerte de Ascensión Mendieta de la de su padre, Timoteo Mendieta. Son muchos años, y más teniendo en cuenta lo que ha pasado durante estas ocho décadas de lucha. El empeño de esta mujer por conocer el verdadero paradero de su padre comenzó hace muchos años, cuando empezó a mover cielo y tierra para lograr su objetivo. Así, en 2013 se subió a un avión rumbo a Argentina para pedir ayuda a la jueza instructora de la querella contra los crímenes del franquismo, María Servini, quien pidió, por vez primera, a la Justicia española la exhumación de un represaliado de la dictadura de Franco.

El resultado de tanto esfuerzo tuvo su recompensa el 9 de junio de 2017, cuando, por fin, después de un largo proceso judicial y gracias al trabajo de investigación desarrollado para identificar los restos exhumados, los familiares recibieron la noticia del laboratorio. Los resultados de ADN confirmaban que uno de los cuerpos de la fosa número uno del cementerio de Guadalajara pertenecían a Timoteo Mendieta , algo que debería de servir a otras 27 familias para identificar también a sus seres queridos, enterrados junto a él.

«Han pasado 78 años de que se llevaron y asesinaron a mi abuelo y 43 desde que pudimos saber dónde estaba enterrado. Ya era hora», decía entonces a ABC la hija de Ascensión y nieta de Timoteo, Chon Vargas Mendieta, quien este lunes ha dado las gracias a todos por las muestras de cariño mostradas por la muerte de su madre, que ochenta años después podrá descansar junto a su padre en la misma tumba del cementerio civil de la Almudena, en Madrid.

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