La ministra se compromete con Page a que los ribereños decidan sobre los trasvases

Los municipios de la cabecera del Tajo tendrán garantizado el abastecimiento de agua con un fondo mínimo de 24 millones de euros

El presidente Page, junto a la ministra Teresa Ribera, en la reunión JCCM
Mariano Cebrián

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Después de más de tres horas de reunión entre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera , con muchos mensajes y buenas palabras, tan sólo ha quedado claro un compromiso: que los municipios ribereños de la cabecera del Tajo van a comenzar a participar en las decisiones que se tomen en la Comisión de Explotación del Trasvase y que estos pueblos deberán tener garantizado el abastecimiento de agua.

Esta es la única conclusión clara que ha salido del encuentro entre ambos políticos, que este martes se han reunido en el Palacio de Fuensalida de Toledo para tratar varios asuntos que competen a los dos organismos que dirigen, entre los que ha destacado el tema del agua, como no podía ser de otro modo. De hecho, esta será la primera de las muchas reuniones de una comisión bilateral sobre política hídrica que tanto García-Page como Ribera han anunciado que van a empezar a mantener.

Pero lo que no ha quedado claro, como tampoco puede ser de otro modo, es si habrá una fecha límite para el final de los trasvases del Tajo al Segura, y menos todavía si este mes de agosto se va a aprobar una nueva derivación de agua hacia el Levante. Aun así, a preguntas de los periodistas, la ministra ha asegurado que «a medio y largo plazo los trasvases tienen que limitarse a casos excepcionales».

En este sentido, el presidente regional ha incidido en una de las alternativas en las que vienen insistiendo para poner fin a los trasvases. Para ello, ha pedido el desdoblamiento de la desalación del agua en el Levante. Algo que, a su juicio, debe ir acompañado de «poner cifra, rostro y contenido a los pueblos que sufren la escasez de agua por el trasvase». Por eso, García-Page ha avanzado la intención del Gobierno central de financiar el programa definitivo de abastecimiento de agua a la población de todos los pueblos de Entrepeñas y Buendía con un fondo mínimo de 24 millones de euros, «ampliable en función de las necesidades», que se incluirían en los Presupuestos Generales del Estado.

Lo que aún sigue pendiente, ha indicado el jefe del Ejecutivo autonómico, es fijar los caudales ecológicos del Tajo que incluyen las diferentes sentencias judiciales consecutivas que dictó el Tribunal Supremo al respecto. Algo que afecta directamente también a municipios como Toledo y Talavera de la Reina, cuyas alcaldesas -Milagros Tolón y Agustina García Élez, respectivamente- han estado presentes en la reunión. «Al final el futuro y el cambio climático deberá deshipotecar a la cabecera del Tajo», ha afirmado García-Page.

«Nos vamos a terminar entendiendo en todo, es un problema de tiempos», añadió, y para ello resulta «importantísimo» que existan elementos de referencia institucional «que permitan hablar no del corto plazo que se ha instalado en España, sino del medio y largo plazo», un objetivo que requiere de «normalidad y serenidad institucional», concluyó.

Para la ministra de Transición Ecológica, algo que se necesita «reforzar con renovada energía» a raíz de las sentencias del Supremo por no cumplir con los caudales ecológicos en el Tajo es «actualizar las inversiones en depuración de Madrid» y garantizar que el agua del Jarama «llegue en buen estado al Tajo».

Por otra parte, Ribera habló de infraestructuras y «precios» y de la cantidad de agua disponible en el tramo alto del Tajo, de la que se beneficia el Levante. «Sabemos que la solución a estos problemas, a parte de necesitar respuestas jurídicas complejas, necesitan un empeño y un enfoque diferente en los que venimos trabajando», señaló.

Y es que satisfacer la necesidad de agua del Levante requiere, según la titular del Ministerio para la Transición Ecológica, trabajar también en la «desalación, la interconexión de infraestructuras y un mejor aprovechamiento del agua».

«Pero el compromiso con los castellano-manchegos nos obliga a acelerar algo como es el abastecimiento de los Municipios Ribereños y corregir la anomalía que supone ser solidario con vecinos del sur y tener dificultad para acceder al agua», opinó Ribera.

Otra de las cuestiones importantes pasa por el hecho de que «las decisiones de gestión» de agua, en las que participan los pueblos destinatarios, «deben participar también los pueblos del Tajo, que es de donde sale el agua».

Todos estos asuntos se irán abordando en una comisión bilateral, volvió a recordar, entre la Junta de Comunidades y el Gobierno de España donde Ribera apuesta por «encontrar un espacio común» en cuanto a las metas sin dejar de lado las soluciones del «corto plazo».

«Tenemos una ocasión magnífica. Está en ciernes la revisión de planes de cuenca con la que se tiene que cumplir con la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea, algo que exige pensar de otra manera, y los escenarios climáticos obligan a introducir desafíos nuevos» , concluyó.

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