Izal: «Lo que ha ocurrido con nosotros es una especie de milagro bonito»

El grupo creado en 2010 vive un momento único, colgando el cartel de «sold out» en cada ciudad a la que se desplazan y siguen conectándose a sus fans de una forma mágica

Izal regresa a los escenarios después de tres semanas de descanso en las que han cargado las pilas a tope IZAL

Iván del Dedo Martín

Ellos solo querían un ritmo lento, pausa, un poco de calma, pero llenando salas y pabellones ahora lo tienen más complicado. Usaron cada segundo que pasaba para poner a prueba sus capacidades, contando historias de vida y placer, de soles que arden en tardes que no han de volver, y consiguieron crear letras que ahora se podrían enmarcar, conectando de una manera muy especial, casi mágica, con sus fans, que lo que quieren es velocidad.

Y entre concierto y concierto, en la previa de los dos que se avecinan en Cuenca y Albacete el 30 y 31 de agosto respectivamente, Iván Mella, teclista de Izal , atiende a ABC .

Imagen de promoción del último disco Izal

¿Qué tal? ¿Cómo está yendo la gira?

¡Hola! Pues por suerte todo bien. La gira «Autoterapia»es nuestro montaje más grande hasta la fecha, son casi 40 personas trabajando de forma directa en nuestro show. Hay muchos meses de trabajo, comernos el coco para conseguir momentos especiales, una gran inversión... Pero la respuesta del público no ha podido ser mejor. Estamos viviendo una gira increíble y disfrutándola al máximo.

¿Cómo afrontan los próximos conciertos de Cuenca y Albacete?

Con muchas ganas. A Cuenca llegaremos después de estar tres semanas de descanso, así que afrontamos el fin de semana con las pilas cargadas a tope.

Viajando a los orígenes, al viaje de Mikel y Emanuel (cantante y bajista de Izal) a Macedonia tras ganar el concurso «jóvenes creadores» de Madrid y Málaga respectivamente, ¿imaginaron que a día de hoy estarían donde están?

Nunca sabes lo que te depara el futuro. Ni tan siquiera en nuestras mentes estaba la idea de tocar en grandes recintos y con un montaje increíble. Para nosotros ya es un triunfo poder vivir haciendo lo que te apasiona, porque nuestra idea era llegar a un punto en el que pudiésemos tocar todos los fines de semana y volver a casa sin pérdidas y, a poder ser, con algún beneficio para poder subsistir y pagar las facturas. Lo que ha ocurrido con nosotros es, y sigue siendo, una especie de milagro bonito. Un grupo que crece desde la independencia más absoluta hasta hacerse grande gracias al poder de la música y las canciones.

Mikel hizo telecomunicaciones, Alejandro hizo comunicación audiovisual, pero en común tenían y tienen una ilusión, la música. ¿Qué consejo le darían a los jóvenes con su mismo sueño y que se ven obligados a ir a la universidad, porque en esta sociedad casi te obliga a estudiar una carrera?

Creemos firmemente que, por lo general, una persona va a ser infinitamente más dichosa si hace lo que le gusta en esta vida. Y es donde va a dar lo mejor de sí mismo. Así que animamos a la gente que tiene inquietud por algo a que lo intente. Pero tampoco hay por qué descuidar las otras alternativas.

Lo habrán contado en infinidad de ocasiones, pero ¿cómo surge la idea de llamar al grupo «Izal», como el apellido de Mikel?

Mikel ya tenía una trayectoria como cantautor y una pequeña base de fans. Se barajaron diversos nombres para la formación y al final nos decidimos por Izal. Era un nombre corto y sonoro. Pero lo más importante es que lo primero que lanzásemos al mundo no pasaría absolutamente desapercibido, porque ya había un grupito de gente que sabía que nacía algo nuevo y esperaban esas canciones.

En otra entrevista acuñaron el término «éxito en diferido». ¿A qué se refieren con ello? ¿Disfrutan de los buenos momentos una vez que han pasado?

Estamos viviendo noches de mucha responsabilidad. Tocas ante una inmensa cantidad de gente y quieres que todo salga bien. De ahí que quizá, in situ, no estás disfrutando al cien por cien, porque una parte de tu cerebro está en alerta ante cualquier contratiempo del directo. Muchas veces incluso se está grabando o emitiendo por radio, televisión o internet. Por ello, cuando desde la distancia ves vídeos de lo que fue aquello, alucinas y lo disfrutas plenamente, porque todo salió bien.

De llenar salas como la Joy Eslava a colgar el «sold out» en el WiZink Center y, después, dos días seguidos. ¿Qué sensación tuvieron en esos dos días?

Como por suerte ya habíamos actuado un par de veces en el WiZink Center, una de ellas con «sold out», ya le teníamos cogida la medida al recinto. Pero es increíble salir ahí con 17.000 personas por noche que vibran contigo. ¡Fue alucinante!

¿Es diferente la sensación de llenar un pabellón en España a hacerlo en otros lugares como Argentina o Reino Unido?

Cuando llenemos pabellones en esos países te diremos (risas). Es muy agradable tocar tan lejos de casa y ver un ambientazo en tu concierto.

Después de empezar a colgar el cartel de no hay billetes, ¿será más difícil tener los pies en la tierra, no?

Nosotros siempre hemos tenido los pies en la tierra y a estas alturas solo los despegaremos para tomar impulso.

Hay un aspecto que puede generar gran interés. Hay mucha gente con fama a la que le entra ansiedad, miedo escénico, etc, como Pastora Soler o, más recientemente, Álex Abrines. ¿Cómo creen que se podría evitar?

Esa pregunta sería para un psicólogo o un psiquiatra... Cada persona es un mundo y cada uno tenemos nuestros miedos. Lo que a ti te puede parecer ridículo para otra persona es un horror. Es incontrolable. Por suerte, hay profesionales que pueden ayudar a controlarlo o a eliminarlo.

En el caso de sufrirlo ¿cómo de importante puede ser que un famoso lo haga público para poder normalizar un tema que parece tabú?

Es que no debe ser tabú ni normalizarlo. Ya es normal. Es lo que decíamos antes. Todo el mundo tiene sus miedos, aunque sean diferentes entre distintas personas. Solo hace falta ponerse en la piel de la otra persona y pensar que es igual que lo que te ocurre a ti en otra circunstancia. Con un poco más de empatía todo iría mejor.

Si les hablo de Copacabana, ¿qué les viene a la cabeza? ¿Qué significa para ustedes?

Nuestro mejor disco hasta la llegada de Autoterapia. Nos dio muchísimas alegrías ese disco y esa gira.

Supongo que al cantar ciertas canciones son conscientes de que muchas personas se identifican con ellos, como puede ser esta frase de Canción para nadie: «aún no hemos reído como dos idiotas, te tengo guardadas mis mejores bromas». ¿Qué les supone que el público se pueda sentir identificado y pueda decir: esta canción me define a mí?

Eso es una maravilla. Es la sensación de que con tu trabajo estás creando energía positiva. Es muy gratificante.

¿Qué valor, qué sentido le dan a ir acompañando a esa gente en el día a día, poder cambiar su estado de ánimo, poder acompañarles en momentos importantes?

Nos remitimos a lo anterior. Nosotros sabemos lo que es y lo que significa porque también hemos vivido eso. Hemos hecho los trayectos al instituto, al trabajo, a la universidad o los viajes escuchando música. Nuestras vidas tienen una banda sonora que la hace mucho más agradable y, ahora, nosotros formamos parte de la banda sonora de vidas ajenas. ¡Es maravilloso!

Sé que es complicado, pero si se tuvieran que quedar con alguna peculiaridad de su público, de sus fans, ¿qué sería?

La entrega. Es increíble, lo dan todo desde el minuto uno hasta el final. Y por eso no nos vamos a cansar nunca de agradecérselo.

El futuro... ¿nuevo disco a la vista? ¿Nuevos retos?

Somos más de vivir el presente. Ahora toca disfrutar de esta gira. Todavía quedan muchas fechas por delante.

Flash test

¿Una afición de todo el grupo?

Comer y beber bien.

¿Un lugar nuevo en el que tocar?

Teatro Romano de Mérida.

¿Un lugar para perderos y y desconectar?

Si vamos todos juntos no vamos a desconectar...

¿El mejor recuerdo que tengan?

Son tantos… uno de ellos la plaza del Trigo en Sonorama (lugar que les catapultó como grupo en 2013 gracias al Sonorama).

¿Y el peor?

La noticia del accidente de Supersubmarina.

¿Una canción favorita (de Izal)?

Pausa.

¿Sueño como grupo para el futuro?

Ser felices.

Y si tuvieran que definir con una palabra sus álbumes, ¿cuál sería?

Teletransporte:

Mikel.

Magia y efectos especiales:

Todos.

Agujeros de gusano:

Festivales.

Copacabana:

Asentamiento.

Autoterapia:

Felicidad.

Y mientras siguen colgando el «sold out» allá por dónde van, saliendo al espacio con los brazos en alto sin levantar los pies del suelo si no es para tomar impulso, llega el fin de los finales, con el brillo de las llamas enel cielo.

Mientras digieren ser la banda sonora de la vida de miles de personas, sus fans seguirán gritando, llorando, sufriendo y negando, viendo a los locos bailar. Pero con calma, cogiendo aire, porque quizá haya que correr y hacer que más gente mire, sienta, ría y se una al baile, creando un recuerdo de este momento que ha sido perfecto.

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