Las gasolineras de Castilla-La Mancha, sobre la bajada de precios: «Le estamos pagando la fiesta al Estado»

Las gasolineras de Castilla-La Mancha han expresado este viernes su «profundísimo malestar» y el «cabreo» con el Gobierno de Pedro Sánchez por el modus operandi utilizado para bajar 20 céntimos el precio del carburante , que tienen que anticipar los propios negocios y luego serán compensados por la administración pública.

«Hemos sido obligados», ha dicho Javier de Antonio, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio en Toledo, en una rueda de prensa en la sede de la patronal Fedeto. De Antonio ha explicado que el Real Decreto aprobado por el Gobierno «se ha elaborado con muchísima rapidez, sin contar en absoluto con la opinión del sector, lo que nos está generando muchos problemas».

En concreto, los principales son dos. El primero afecta a la tesorería. Una estación de servicio pequeña o mediana, que el sector calcula que son el 70 por ciento del total, «está perdiendo diariamente entre 1.000 y 2.000 euros» , ha asegurado Manuel Madruga, secretario general de Fedeto. De Antonio ha afirmado que llevaba despierto toda la noche y que la caja «no cuadra». Preguntado por si las gasolineras han aprovechado esta semana para subir el precio del carburante ante la inminente bajada, primero lo ha negado y después ha comentado que «lo dudo mucho».

El segundo problema es el nuevo sistema informático que refleje en el tique de compra la rebaja de precios, que «no se puede implantar en dos días». En este sentido, a Alberto Domínguez, presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio en Guadalajara, le consta que en su provincia hay cinco gasolineras que este viernes mantienen abierta la tienda, pero no están despachando carburante por el tema informático. Tres de esas cinco gasolineras son de Repsol, que al parecer ha tenido «un colapso».

«Le estamos pagando la fiesta al Estado», ha continuado diciendo el representante de las gasolineras de Toledo, añadiendo que si el Gobierno hubiera optado por una bajada directa de los impuestos «no habríamos tenido ninguno de los problemas que estamos atravesando». Asimismo, ha avanzado que el sector «nos está pidiendo un cierre patronal» y confía en que el lunes ya hayan llegado a sus cuentas bancarias los anticipos prometidos por el Gobierno. En caso contrario, sobre la mesa está convocar una asamblea general.