Castilla-La Mancha estima que el agua del trasvase se reducirá en 35 hectómetros cúbicos al año con el nuevo plan
El texto recoge unos caudales mínimos del río Tajo de 8,65 metros cúbicos por segundo en Aranjuez, de 17,25 m3/segundo en la capital toledana y de 18 m3/segundo en Talavera de la Reina
«Decepción y crispación ante lo que se califica como la muerte de la agricultura», «El Gobierno hiere de muerte el trasvase» o «El recorte del trasvase dependa ya del Gobierno» son algunos de los titulares que se pueden leer en los periódicos de Valencia y Murcia un día después de que este martes se aprobara el Plan Hidrológico del Tajo . Un documento que recibió el apoyo mayoritario con 47 votos a favor, 4 abstenciones y 22 en contra, entre los que llamó la atención el de la Comunidad de Madrid.
Algo que ha destacado este miércoles el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo , que en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno ha informado de que, según las estimaciones de los técnicos, la decisión tomada este martes puede conllevar la reducción de 35 hectómetros cúbicos anuales de agua del trasvase al río Segura. Este será el resultado, entre otras cosas, del nuevo Plan del Tajo, que incluye como una de sus cuestiones «más importantes», en su opinión, la fijación para 2027 de unos caudales ecológicos mínimos basados en la sentencia del Tribunal Supremo del año 2019 tras los recursos del Gobierno castellanomanchego .
Unos caudales mínimos que, según se recoge en el nuevo documento, serían de 8,65 metros cúbicos por segundo en Aranjuez, justo al lado de la provincia de Toledo y en la confluencia con el río Jarama, de 17,25 m3/segundo en la capital toledana y de 18 m3/segundo en Talavera de la Reina. La nueva norma permitirá, además, el bombeo de 27 hm3 mientras el trasvase esté en nivel 2, es decir, 11 menos que los 38 hm3 actuales.
En este sentido, la cantidad de agua que se puede trasvasar desde la cabecera del Tajo a la cuenca del río Segura, se establece según lo acumulado en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, a comienzos de cada mes. El total anual es de 650 hm3, 600 para el río Segura y 50 para el Guadiana. El nivel 1 se establece cuando las existencias son iguales o mayores que 1.300 hm3, o en el caso de que las aportaciones conjuntas que entren a los embalses en los últimos doce meses sean iguales o mayores que 1.400 hm3. Si se llega a este nivel, el trasvase máximo puede ser de 60 hm3.
El nivel 2 es el que se verá más afectado, y se da cuando las existencias conjuntas son inferiores a los 1.300 hm3 y las aportaciones de los doce meses previos no lleguen a los 1.400 hm3. En este caso, el trasvase máximo era de 38 hm3, pero ahora será de 27. El nivel 3 depende de cuántos recursos haya cada mes, y se alcanza entre los 688 hm3 de julio y los 591 de marzo. Este es el nivel que se considera de situación hidrológica excepcional. En este caso, los trasvases serán de máximo de 20 hm3 y deberán ser autorizados finalmente por el Ministerio Transición Ecológica y Reto Demográfico . En el caso de llegar a menos de 400 hm3 de agua embalsada, no se podrán producir trasvases.
Por otro lado, el responsable del agua de Castilla-La Mancha ha resaltado una serie de inversiones que incluye el nuevo Plan del Tajo, como son los más de 900 millones de euros de fondos públicos de inversión para la depuración de aguas residuales de Madrid. Asimismo, se contemplan los 16 millones de euros para los regadíos del Alberche en la comarca de Talavera, la apuesta por las desaladoras en el Levante, donde ya se han invertido más de 1.000 millones de euros públicos para garantizar el agua para los regadíos.
Y, por último, se ha referido al compromiso adquirido por los gobiernos de Pedro Sánchez y Emiliano García-Page de poner en marcha el sistema de abastecimiento a la Llanura Manchega , una infraestructura de 350 millones de euros hasta ahora. En su opinión, «no es lo mismo un trasvase de 38 hm3 al Levante, como ocurría en Castilla-La Mancha con Cospedal, que un trasvase de un hm3 de agua para beber de boca en el Alto Guadiana. Cada vez más castellanomanchegos comprenden esta realidad, porque son realidades distintas».
«Desde el Levante hablan de un río que no pasa por su territorio y ya es hora de que Castilla-La Mancha tenga voz», ha afirmado Martínez Arroyo, que cree que «por primera vez entra en la toma de decisiones desde el punto de vista técnico y político». «El trasvase rompe con el principio de solidaridad. Si es para consumo humano, siempre seremos solidarios, pero vamos a ser exigentes con otros usos», ha manifestado el consejero, que ha subrayado que «el objetivo es que en el Levante no se riegue con agua del Tajo, sino con el de las desaladoras».
Preguntado sobre la posibilidad de que el Gobierno valenciano, tal y como sugirió su presidente, Ximo Puig , pueda iniciar un recurso judicial contra el documento aprobado este martes, Martínez Arroyo considera que tiene «todo el derecho del mundo, pero ningún argumento». De hecho, este mismo miércoles se conocía también que la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia presentará un recurso contencioso-administrativo contra el Plan Hidrológico del Tajo «para impedir la plena consumación de este disparate», según han informado fuentes del Gobierno murciano en un comunicado.
«Respetamos todos los recursos, siempre hay gente, regiones o entidades que se quedan disconformes, está dentro de lo normal, nosotros hemos recurrido muchos trasvases al río Tajo», ha recordado el consejero. En todo caso, ha apuntado que el plan tiene que pasar por el Consejo Nacional del Agua y el Consejo de Ministros para ser una realidad y, una vez que eso ocurra, «entrará en vigor independientemente de los recursos planteados».
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