Un palacio por una peseta
El Museo Naval pagó ayer al marqués de Santa Cruz una peseta por el alquiler anual del palacio de Viso del Marqués (Ciudad Real)
El Museo Naval de Madrid cumplió ayer con una de sus obligaciones más peculiares. Pagó una peseta a Álvaro Fernández-Villaverde y Silva, marqués de Santa Cruz, por el arrendamiento anual del Palacio de Viso del Marqués, de acuerdo con el contrato firmado por la Armada en 1949. En este imponente edificio renacentista genovés, que se encuentra en Ciudad Real, se custodia el Archivo General de la Marina.
Para hacer frente a este pago, no vale cualquier peseta; tiene que ser una peseta de papel del año 1953 , que son las que llevan impreso el retrato de Álvaro de Bazán. Este ilustre marino, héroe de la batalla de Lepanto, fue quien mandó construir el palacio de Viso del Marqués y es antepasado directo del actual propietario, Álvaro Fernández-Villaverde, que también es marqués del Viso. Para poder cumplir con el pago durante los 90 años que dura el contrato, la Armada hizo acopio de decenas de estos billetes antes de que fueran retirados de la circulación.
La entrega de la peseta al marqués de Santa Cruz tuvo lugar ayer en el Cuartel General de la Armada, donde el Rey Don Juan Carlos presidió la reunión del Real Patronato del Museo Naval. A la junta asistieron el jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), almirante general Teodoro López Calderón, y el director del Órgano de Historia y Cultura Naval, vicealmirante Fernando Zumalacárregui, así como los demás miembros del Patronato, integrado por representantes de la Marina y del mundo de la Historia y las Artes.
Tras el pago, el marqués de Santa Cruz firmó un documento en el que declaraba lo siguiente: «He recibido del Museo Naval de Madrid la cantinan de UNA PESETA, correspondiente al arrendamiento del Palacio del Marqués de Santa Cruz en Viso del Marqués durante el año 2016, de acuerdo con el contrato firmado con la Armada en día 4 de febrero de 1945. Madrid, a 8 de noviembre de 2017.»
El almirante Álvaro de Bazán mandó construir este palacio renacentista en 1564 a artistas italianos en pleno territorio de La Mancha, porque deseaba establecer su residencia en un punto equidistante de la Corte, en Madrid, y de las bases de sus escuadras, en Cádiz, Cartagena y Lisboa. Aunque sufrió grandes daños durante la invasión francesa, la Armada lo restauró como archivo y museo. De hecho, está abierto al público de martes a domingo . Al visitante le llama la atención el contraste entre su austero aspecto exterior y la riqueza artística que esconde en su interior, cuyos muros están decorados con frescos.
El Archivo General de la Marina alberga 80.000 legajos históricos (desde 1874 hasta la Guerra Civil) y, tras un problema de falta de personal que se demoró varios meses, ya dispone de nuevo de técnicos para atender a los investigadores .
