Entrevista a Víctor Pablo Pérez

Víctor Pablo Pérez: “Dirigir una orquesta es un acto de amor”

El conocido director de orquesta burgalés atiende a ABC entre los ensayos que preparan la gira de Año Nuevo con la Joven Orquesta de Canarias

Víctor Pablo Pérez dirigiendo al la Orquesta Sinfónica de Galicia Víctor Pablo Pérez

Javier Alonso Gutiérrez

Como un “formador de orquestas” muy implicado con su país. Así se define el actual director de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, Víctor Pablo Pérez (Burgos, 1954), que pasa estos días festivos preparando los conciertos de la gira de Año Nuevo 2020 de la Joven Orquesta de Canarias y aprovechó un descanso de uno de sus ensayos para atender a ABC. Víctor Pablo es uno de los grandes directores españoles que ha regalado su arte y su concepción de música durante cuarenta años sobre numerosos escenarios repartidos por la geografía nacional. Comenzó muy joven -con 26 años- en la Orquesta Sinfónica de Asturias en 1980, en lo que supuso para él “una formación magnífica”. Allí tenía que lidiar con músicos de hasta sesenta años más que él, pero "El Guaje", como cariñosamente le llamaban, supo convertir la agrupación asturiana en una orquesta profesional. Un azvance en aquella época.

Ocho años más tarde, sin terminar de conseguir el éxito en Oviedo, el Maestro Pérez viajó a Canarias, donde se instaló durante veinte temporadas como director titular de la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Hizo de ella un referente nacional y la alzó hasta niveles impensables antes, otorgándole incluso unos baremos internacionales que permitieron a la formación canaria grabar discos y hacer giras por el viejo continente como hacía cualquier orquesta europea de renombre. De esos veinte años, trece de ellos los compaginó como director artístico y titular de la Orquesta Sinfónica de Galicia, la cual también formó casi de cero para situarla en la cima de orquestas españolas.

Actualmente, desde 2013, se inicia en un proyecto “sorprendentemente emocionante” con la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid -ORCAM- en donde “ha traspasado las barreras de una orquesta”. Allí ha formado un conglomerado de agrupaciones musicales con, además, coros y grupos de percusión para gente con discapacidad, aportándole una labor pedagógica y social de gran relevancia en el país. Asimismo, desde hace tres años se ha involucrado en el propósito de sacar adelante una orquesta de jóvenes talentos en el archipiélago, la Joven Orquesta de Canarias (JOCAN).

- Antes que nada, ¿qué es para usted la música?

- Una definición corta de lo que yo considero música sería llegar a lo más profundo del alma humana.

- Y, así corto también, ¿qué es dirigir una orquesta?

- Un acto de amor, desde luego.

- ¿Y qué es para usted una orquesta?

- Es mi instrumento favorito. Ser orquesta no es tocar a la vez el mismo día, ser orquesta es tocar del mismo modo y adentrarse en un compositor, en su estilo y en sus obras.

- ¿Qué considera usted que le aporta una orquesta a una comunidad autónoma o a la sociedad?

- Una orquesta es tan necesaria como tener un buen hospital, buenas autopistas o un buen servicio público. Todo tiene que ser estupendo, y una orquesta no es que sea necesaria, sino debe ser imprescindible en el tejido de una nación como España. Además, una orquesta está financiada con dinero público, y es importante devolverle a la gente algo en lo que está invirtiendo con sus impuestos. Por eso es importante unir a la orquesta con la sociedad. No hay que ser abonado ni melómano para amar a tu orquesta. Por ejemplo, en Tenerife lo hicimos tocando con Los Sabandeños e introduciendo el timple, que era un instrumento de parranda, como un instrumento virtuoso y solista. En Galicia hicimos algo parecido con las gaitas, y creo que hacer formar parte a la gente de su orquesta debe ser parte de nuestra vocación.

- ¿Cómo se siente al saber que ha convertido a las suyas en referentes nacionales e incluso internacionales prácticamente desde cero?

- Es una gran satisfacción. A mí me satisface más cocinar a fuego lento lo que es un entramado orquestal y un proyecto global antes que dirigir en un determinado momento una orquesta maravillosa que ya tenga su experiencia. Esto también es interesante, pero prefiero construir en mi país y dejar huella, como ha pasado en Tenerife, que ha quedado una orquesta que es capaz de conectar con su sociedad y la sienten suya sin necesidad de ser melómanos.

"Una orquesta es igual de necesaria para la sociedad como un buen hospital o unas buenas carreteras"

Víctor Pablo Pérez

director de orquesta

- Aparte de lo evidente, pues no es profesional, ¿en qué se diferencia la JOCAN de las orquestas que ha dirigido?

- Los proyectos de jóvenes son diferentes y conviene no confundir a la gente. En un momento determinado, una orquesta joven puede tocar bastante mejor que una orquesta profesional. Esto dicho así parece osado, pero es que este tipo de orquesta tienen un sistema de trabajo mucho más profundo. Primero hay un estudio particular, después con profesores, después hay ensayos por secciones antes de terminar ya en los ensayos conjuntos para ir al concierto. Con todo ese trabajo, que no es el habitual en una orquesta profesional, el resultado puede ser espectacular.

- ¿Y nota, a lo mejor, alguna diferencia de entusiasmo?

- Esa es la otra clave, la energía. La manera en la que se entregan sí distingue a las orquestas jóvenes, pues llevan un nivel de carga de energía que, de hecho, a veces hay hasta que controlarla. Por el contrario, en las orquestas profesionales se entra en un tipo de rutina, que es triste, que solo se rompe si viene un solista o un programa que motive a los músicos.

- Ahora que trata más con músicos jóvenes, ¿qué les falta a los conservatorios españoles en relación con los europeos?

- Bueno, básicamente les falta años de historia, como les pasa a las orquestas. Pero años de historia donde se practiquen métodos europeos y no el sistema español que tiene muchas viejas costumbres. Me explico. En España hay una manera de enseñar que es excesivamente individualizada, pensando en formar solistas, y no una forma de enseñar que piense de manera colectiva. Debemos considerar que las clases de orquesta o grupos de cámara son más importantes que las individuales porque, al final, solo uno de cada diez o cien mil alumnos podrá vivir únicamente de tocar como solista. El resto, se ganarán la vida en orquestas, cuartetos o con otros tipos de fórmulas. Que estemos más o menos cerca de Europa musicalmente dependerá de empezar antes o más tarde con estos métodos de aprendizaje. Aún así, tenemos las generaciones de músicos mejor preparadas que hace años.

- ¿Puede depender de esto también la diferencia cultural, sobre todo en música clásica, que hay entre el público español y el público europeo?

- En Europa no solo hay una tradición grande de orquestas sino de escuchar música. En las familias alemanas se toca el piano o música de cámara, así como existen orquestas amateurs de médicos o abogados. En España, el público no ha entrado en la misma rutina que, por ejemplo, el alemán, pero sí que sabe apreciar cuando escucha algo de calidad.

Sobre esta misma línea, entramos en una conversación analizando las posibles causas de que el público canario no se enganche tanto a la música clásica como se hace en el resto de España cuando nos referimos a los conciertos semanales. Últimamente, es raro ver un auditorio lleno tanto con la Orquesta Sinfónica de Tenerife como con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en su programación de temporada. Sin embargo, cuando se les acerca la música como con la JOCAN, se llenan teatros. O en el Concierto de Navidad, que la Sinfónica de Tenerife reúne anualmente a 20.000 personas en el muelle de Santa Cruz cada 25 de diciembre.

- ¿Por qué cree que ocurre esto?

- Hay muchas maneras para construir un público fiel y aumentarlo, pero no es fácil. Con el sistema actual de que una persona se abone a ir a un concierto todos los viernes es, cada vez, más difícil. El mundo cambia muy deprisa y las maneras de entretenerse también, hay mayor oferta de ocio que hace años. Igual ocurre con la televisión, con la aparición de plataformas como HBO o Netflix, la televisión no se ve igual. Todo esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de construir público en las islas.

- ¿Y cómo se puede hacer?

- Hay que “estrujarse los sesos” y luchar duramente con ello. Los gestores tienen que estudiar a fondo qué políticas se deben hacer para rellenar los auditorios, porque, en efecto, cuando se oferta un concierto gratuito, la gente responde; pero desde que haya que pagar dos euros, se retraen. Habrá que ver qué mecanismos de marketing hay que poner en marcha, porque, aunque a la gente no le gusta pagar sobreprecios, a todo el mundo le gusta la música. Hay que buscar una solución hasta que nos convenzamos de que hay cosas que hay que colaborar a mantener, no puede mantenerlo todo el Estado.

- Es evidente, como dice usted, que un Estado no puede mantenerlo todo, pero la cultura viene ocupando un papel muy poco importante en los últimos Gobiernos nacionales. ¿Qué cambiaría usted?

- Dios me libre de ser político, no me gustaría en absoluto [ríe]. Tengo muchas ideas de qué se puede hacer, pero dependen de las políticas de Estado, que yo las echo en falta para la música. Se podría hacer un circuito de las orquestas españolas por los innumerables auditorios que hay en el país. Es decir, que desde el Estado se patrocinara un sistema de giras de unos 10 o 15 conciertos, para que podamos escuchar varias orquestas de otras ciudades. De este mismo modo, la Orquesta Nacional de España debería viajar. Es de todos los españoles, pero prácticamente tocan todos sus conciertos en el Auditorio Nacional en Madrid, y creo que son cosas que habría que corregir.

Víctor Pablo Pérez al término de un concerto con la Joven Orquesta de Canrias JOCAN

- En Canarias ha cambiado el Gobierno ¿cambiará la cultura?

- Con el nuevo Gobierno ha entrado como viceconsejero de Cultura un gran músico, un contrabajista profesional, que afortunadamente entiende perfectamente el proyecto que tenemos desde la JOCAN. Juan Márquez nos ha trasladado su felicidad por la orquesta, pues algunos profesores que vienen a los encuentros han sido compañeros suyos. Más allá de partidos políticos, es una gran satisfacción tener en la viceconsejería a un músico. Un músico con mayúsculas.

Más allá de la música entendida desde un enfoque político, Víctor Pablo ha recibido numerosas distinciones como reconocimiento a su labor musical. El primero de ellos fue el Premio Ondas en 1992, al que le siguió el Premio Nacional de Música en 1995. Un año más tarde, volvería a recibir otro Premio Ondas, esta vez a la labor más notoria en la música clásica reconociendo su trabajo con la Orquesta Sinfónica de Tenerife. Aparte de la música, el director ha ganado la Medalla de Oro a las Bellas Artes (1999) y la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias, además de ser director honorífico de dos de sus antiguas orquestas.

- De todos sus premios, ¿a cuál le guarda más cariño o cuál recibió con mayor ilusión?

- Pues fíjate, quizás, el ser hijo adoptivo de la ciudad de Santa Cruz y de la isla de Tenerife. Sobre todo teniendo en cuenta la percepción que se tenía en las islas de los peninsulares cuando yo llegué, que a veces, depende de cómo fueran, no caían bien. Para mí, que me adopten como un hijo me ha supuesto una satisfacción enorme que me hace sentir como un canario más, que lucho y siento por lo de aquí. Por ejemplo, ahora mismo sufro porque el CD Tenerife no esté en Primera División, cuando estuve instalado aquí coincidí con la época de Valdano e incluso les grabamos el himno con la Sinfónica.

- Algo parecido hizo con el Deportivo de la Coruña, ¿no es así?

- Correcto. En La Coruña hicimos el rock del Deportivo, que es un himno maravilloso, pero, aunque los dos equipos lo estén pasando mal ahora mismo, las dos orquestas siguen siendo dos referentes como proyectos orquestales que se han introducido en la sociedad de manera útil, ayudando a que salgan jóvenes músicos bien preparados y se han convertido, ya no solo en necesarias, sino en imprescindibles para la sociedad tinerfeña y gallega. Eso también es estar “jugando” en la élite de la Primera División nacional y me hace tremendamente feliz.

- Después de casi cuarenta años dirigiendo, ¿cuál diría que ha sido su mejor momento sobre un escenario?

- Hay muchos. La mayoría son flashes de momentos especiales, bien porque le dedicamos la obra a alguien o porque el concierto sale casi a la perfección. Si tuviera que quedarme con uno, quizás sería cuando ETA mató a Tomás y Valiente, en 1996. Ese día estábamos haciendo la Sinfonía incompleta de Schubert cuando nos comunicaron el asesinato, y le dedicamos la sinfonía en su memoria. Fue un momento muy especial, un momento único.

- ¿Y el concierto más especial?

- Probablemente cuando estuvimos con la Orquesta Sinfónica de Tenerife de gira por Viena, que tocamos en el Wiener Konzerthaus, una de las grandes salas mundiales. Tocar ahí es como tocar en el sancta sanctorum de la música. O con la Sinfónica de Galicia en el Musikverein Wien, donde se celebra el famoso concierto de Año Nuevo en Viena. Tocar en ese tipo de salas supone una emoción específica que se guarda en la memoria.

- Después de haber dirigido en salas así, ¿le queda alguna pendiente?

- Pues algo que me gustaría hacer en algún momento con la JOCAN es una gira por Sudamérica. Creo que las orquestas canarias tienen esa asignatura pendiente, más si cabe, teniendo en cuenta las grandes colonias de canarios que hay en países como Venezuela, Colombia, Cuba y todo Iberoamérica. Creo que es necesario que vayamos a darnos a conocer y mostrar que en las islas tenemos un nivel cultural muy desarrollado.

- ¿Algo parecido a la gira que hicieron por China?

- Sí es verdad que el año pasado tuvimos una oportunidad de oro de poder ir a China. No obstante, fue una gira difícil porque los chinos no terminan de entender nuestra cultura, que curiosamente la quieren conocer, pero no acaban de respetar todas las cosas que son necesarias para poder producirla. Pero hacer una gira internacional de ese calibre a los dos años de vida de este proyecto es muy importante para la imagen que se pueda tener de Canarias en el mundo, y creo que esto es fundamental. Por eso la idea es perseguir que en un plazo de 2 a 3 años podamos hacer esta gira iberoamericana con la JOCAN.

"Mi idea es hacer una gira iberoamericana con la JOCAN en un plazo de dos a tres años"

Víctor Pablo Pérez

director de orquesta

De esta manera, el Maestro Pérez reconoce tener planes de futuro con la joven orquesta canaria. Valoró positivamente tener un nuevo viceconsejero que “no solo valora” tener la JOCAN, sino que quiere cuidarla y con ello considera que se pueden asentar las bases durante esta legislatura que espera que sea “de crecimiento” para que la orquesta quede ya implantada del todo.

- ¿Qué le hace apostar tan fuerte por la JOCAN?

- A mí Canarias me ha dado mucho y, por ello, me siento en deuda con las islas. Desde la presidencia del anterior Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo me dio la oportunidad de hacer este proyecto que tenía en la cabeza, un proyecto global que va más allá de hacer una orquesta puntual. Lo menos gratificante de Canarias es ver la división de los canarios entre islas, por eso es un hecho mucho más intenso para toda la población, poder unir musicalmente unas islas que están separadas por el mar y por eso la JOCAN enamora, porque es un espíritu blanco, un espíritu puro. Fue por ello por lo que propuse crear una orquesta canaria para llenar un hueco que estaba digamos que, en el aire, con los jóvenes canarios dispersos en sus respectivas islas. De esta manera, los juntamos dentro de su propia región y así lanzarlos al conocimiento del mundo. Para estos chicos, conocer los profesores internacionales que vienen de orquestas de Londres, Ámsterdam o Berlín y tener un trato personal con ellos, les abre unas puertas que nadie les había ofrecido para, si así lo desean, poder ir a estudiar con ellos fuera de España. Por eso es un proyecto que me ilusionaba especialmente y creo que se lo debía a Canarias.

- ¿Y a qué nivel colocaría a la JOCAN respecto a otras jóvenes orquestas de España?

- Pues primero está la JONDE, que es como la selección española, que tiene la oportunidad de elegir a los mejores de cada comunidad autónoma. Hace 20 años, la dirigí y veías que el 20% de los músicos iban a ser profesionales; la volví a dirigir hace dos años con la novena sinfonía de Mahler y notas que el 80% va a ser profesional. El cambio es sorprendente y el progreso, evidente. Pero quitando a la JONDE, la Joven Orquesta de Canarias está al nivel de cualquier otra. No hay nada que envidiar.

En esta gira de Año Nuevo, la Joven Orquesta de Canarias contará con más de cien músicos JOCAN

- ¿Qué nos tienen preparado para esta nueva gira?

- El año pasado nos pidieron para la gira china un programa muy festivo, muy parecido a lo que se toca en Viena el 1 de enero. Pero para este año, hacemos un programa en torno a la música española vista desde diferentes ángulos. Por ejemplo, tenemos la Sinfonía Española de Lalo o el Bolero de Ravel, que sería el punto de vista desde compositores franceses; también tenemos Cervantina, que es de un compositor contemporáneo gallego pero que trata temas desde la época del Siglo de Oro; o por ejemplo ver el Sorondongo, que es una pieza tradicional canaria en plano sinfónico. Digamos que es darle un recorrido a lo que es la música canario-española y que sea festiva.

Asimismo, adelantó a modo de primicia la idea de crear un Gran Coro de Canarias que junte “unas voces excepcionales”. Sería algo similar a la joven orquesta que está empezando a planificarse y que se ha hablado ya con Juan Márquez, viceconsejero de Cultura, y que, con prudencia, podría salir un proyecto ambicioso en un periodo de no más de año y medio.

- Cuéntenos algo sobre esa idea del Coro

- Canarias tiene unas voces excepcionales. Cada poco aparece un tenor, como si fuera la estela que ha quedado desde Alfredo Kraus para acá. Hay unos cuatro o cinco tenores que te dejan con la boca abierta, pero es que además hay sopranos, mezzosopranos… hay muchas magníficas voces pero que están desperdigadas. La idea es intentar una convocatoria a ver si tiene buena respuesta, para juntarlas y tener un Coro que sea referente a nivel nacional, que sería maravilloso. Es un reto y, en función de lo que podamos encontrar, plantearíamos una presentación de Coro y Orquesta de un nivel que puede ser desde el War Requiem de Britten -que lleva un gran coro- o algo como puede ser el Requiem de Mozart, con un coro de menor tamaño.

- Por último, le veo con muchos planes de fututo. Este próximo 2020 cumple ya cuarenta años dirigiendo. ¿Ha pensado alguna vez en la retirada o queda Víctor Pablo para rato?

- Aún me queda cuerda. Mientras tenga salud, por ideas y energías que no sea. Ahora estoy muy ilusionado en Madrid con un proyecto que ojalá florezca y se convierta en referente, porque es bastante intenso. Contamos con orquesta y coro profesional, con orquesta y coro de jóvenes, con orquesta y coro de niños y, además, lo que llamamos coro abierto y el taller de percusión, ambos para gente con discapacidad. Es un proyecto que me gustaría que se visualizara bien y se consolide porque es necesario que una ciudad como Madrid lo tenga. Y, a todo ello, le sumo toda la ilusión que tengo con la JOCAN con la que tengo unas esperanzas excelentes.

La Joven Orquesta de Canarias comenzará su gira el próximo 1 de enero de 2020 en el Teatro Guimerá, en Santa Cruz de Tenerife. A partir de entonces, tendrán un periplo por las islas con conciertos en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote los tres días siguientes.

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