¿Sabías que la primera obra de los Reyes Católicos en Canarias fue un trasvase de aguas de 44 kilómetros?

En el nacimiento de La Mina de Tejeda, a 1.503 metros de altura, en Los Ancones «el agua brotaba a borbotones, en caudales de unos 30 ó 40 litros por segundo», afirman los testimonios de la época

Los Reyes Católicos según un cuadro de Emanuel Gottlieb Leutze ABC

R,L.P.

La mejora de la calidad de vida de los canarios una vez acabado el periodo de incorporación a Castilla por los Reyes Católicos pasó por el agua. Así, la primera inversión que se ordenó en las islas fue un trasvase de agua en la Mina de Tejeda entre 1510 y 1526. El objetivo era acelerar las exportaciones agrarias y participar en la financiacióndel Estado desde las islas.

Es decir: no fue acondicionar pozos y obras menores. Los primero, grandes obras que benefició a la gente que accedía a tierras arrendadas. La obra transcurrió por 44 kilómetros desde Tejeda hasta Las Palmas de Gran Canaria.

El desarrollo de esta gran obra necesitó de múltiples esfuerzos tanto desde los ingenieros que llegaron del Península sino de los propios canarios. Precisamente, ahora Red Eléctrica de España (REE) lleva a cabo en esta área una inversión muy importante para el Cabildo de Gran Canaria con una planta hidroeléctrica que busca descarbonizar la energía de la isla antes de 2030.

El 26 de julio de 1501 los Reyes Católicos firmaron una Real Cédula para iniciar las obras que incluyó hacer un túnel en seco y costó un fortunón de la época: 250.000 maravadíes. Un real eran 34 maravedíes. La peseta equivalía a 4 reales; es decir, 136 maravedíes. Un euro son 166,6 pesetas; o sea, 22.157,6 maravedíes.

La obra requirió gente experta en el manejo de explosivos. Las canalizaciones se hicieron con roca encontrada. Se hizo un túnel de 330 metros. la temperatura era tan baja que las crónicas señala que los operadores sacaban la roca envueltos en mantas.

El proyecto existe rodavía bajo lo que ahora se llama degollada de Los Molinos, que separa Tejeda y San Mateo y llega a La Culata, en el barranco de la Mina. En 1514 los vecinos de La Aldea de San Nicolás comenzaron a hacer protestas porque el trasvase les dejaba sin agua.

De acuerdo con la documentación del Cabildo de Gran Canaria, la obra se complementó con veinte molinos de agua, «que constituyen uno de los aprovechamientos energéticos más interesantes de Canarias».

El túnel de Degollada de los Molinos tiene una longitud de 342,5 metros y asoma a la otra vertiente, en el Barranco de La Hoya de Becerra, en Los Molinos de la Cumbre, en la cabecera del Guiniguada.

«Se perforó desde ambas direcciones a pico y fuego, con gran precisión de las cotas, cuyas obras finalizaron en 1526, tras nueve años de trabajos. Con el agua en la otra vertiente, se trazó una acequia barranco de Guiniguada abajo, para conducirla hasta la ciudad, a lo largo de unos 44 kilómetros», indica el informe técnico en poder de Patrimonio del Cabildo grancanario.

En el nacimiento de La Mina de Tejeda, a 1.503 metros de altura, en Los Ancones «el agua brotaba a borbotones, en caudales de unos 30 ó 40 litros por segundo», afirman los testimonios de la época.

Por el trayecto de la canalización del agua hasta el túnel principal hay, en deterinados trayectos, se encuentra l acequia primitiva, excavada en la roca basáltica. Y, a unos 400 metros de la boca del túnel del trasvase, «las aguas entran por un túnel más moderno, paralelo a los andenes, con varias bocas de ventilación abiertas al camino, por donde se captan las aguas que discurren por el acantilado, a través de pequeños canales» describe la ficha técnica que se conserva en el Cabildo de Gran Canaria.

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