El rapapolvo de los Reyes Católicos a Pedro de Vera por la Conquista de Canarias

Le mandaron una durísima carta al que era gobernador de Gran Canaria por el pánico que generaba en la Iglesia

Las Palmas de Gran Canaria Actualizado: Guardar
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Hace 531 años los Reyes Católicos remitieron una carta sobre la incorporación de Gran Canaria a Castilla. Su destinatario era el entonces gobernador Pedro de Vera. En esta misiva, se le insta que no entre en cuestiones religiosas. La carta fue con copia a las autoridades judiciales de la capital grancanaria de la época.

El texto, al que ha tenido acceso ABC, es un rapapolvo en toda regla. Tiene como fecha el 18 de enero de 1487 y se firma en Salamanca. En la Catedral de Canarias se guarda una copia. En el Archivo de Simancas, de acuerdo con las fuentes consultadas por ABC, no habría copia de este documento.

La carta es de 1487. 10 años año es, en 1477, el Obispo Frías montó en cólera contra Hernán Peraza, entre otros, por la venta de isleños como esclavos, cosa a la que se oponen por completo los Reyes Católicos.

En la carta de los Reyes Católicos a Pedro de Vera se le cursa la orden siguiente: Dedique sus esfuerzos a su función. No se meta en asuntos religosos. La carta demuestra la guerra fría entre militares y poder religioso por el control de Gran Canaria.

Leer en público

En la carta, a la que ha tenido acceso ABC, los Reyes Católicos dicen: «A vos Pedro de Vera, nuestro Gobernador de la isla de la Gran Canaria, (...) sepa que Fernando Ávarez, clérigo y canónigo de la Iglesia, nos hizo relación diciendo que ellos temen y recelan por el odio y malquerencia que vos Pedro de Vera tenéís con los canónigos y clerigos (...). No tome, ni ocupe, ni embargue sus rentas ni les hagan, ni manden hacer otro mal ni daño en sus personas y bienes de hecho y contra derecho». Y apuntan los Reyes Católicos: «Que si no cumple la orden se actuará contra sus bienes» y se aplicará «las mayores penas civiles y criminales» que haya por derecho «como contra aquellos que pasan y quebrantan lo mandado por de su Rey y Reina».

Por tanto, «mandamos a vos Pedro de Vera que de aquí en adelante no se entrometa en la jurisdicción de la Iglesias de la dicha isla ni en las cosas pertenecientes a ellas (...) so pena de privación de los oficios y confiscación de los bienes». En esta carta, Doña Isabel y Don Fernando no se denominan todavía Reyes de Canaria, cosa que también ocurre con otra carta de 1491 sobre el Señorío de Agüimes. El texto viene a defender el papel de la isla de Gran Canaria así como la importancia que Canarias tiene para la Corona.

Con anterioridad a esta carta, en 1477 Doña Isabel y Don Fernando ya expresaban cierta singularidad de las islas por su lejanía de la Península. La carta ordena a Pedro de Vera que sea leída en público.

Fue leída en un pregón el 25 de marzo de 1487 en presencia de Gonzalo de Burgos como notario, Fernando Trujillo, lugarteniente de Gran Canaria y Pedro García, alcalde de la capital grancanaria, así como Fernando Álvarez, canonigo. Quien dio formalmente lectura de la carta de los Reyes Católicos fue Juan Verde, funcionario también de la Corona en las islas.

Los expertos apuntan que la Conquista en Gran Canaria terminó el 29 de abril de 1483 y la incorporación oficial de Gran Canaria a la Corona de Castilla el 20 de enero de 1487. La carta es de dos días antes y tiene un formato ordinario de aquella época. En la referida misiva del 18 de enero de 1487 no se subraya título nobiliario alguno sobre posesiones en las islas Canarias.

Los títulos de la carta que menciona Don Fernando y Doña Isabel son: Rey y Reina de Castilla de Aragón, de Sicilia, Toledo, de Valencia, Galicia, Mallorca, Sevilla, Córdoba, Cerdeña, Córcega, Murcia, Jaén, Algarve, Algeciras, Gibraltar, conde y condesa de Barcelona y Señores de Vizcaya y de Molina.

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