La primera moneda canaria, localizada en un mercadillo dentro de un lote que «nadie quería»

Santiago Medina Gil compró un lote de monedas en un mercadillo de antigüedades de Las Palmas de Gran Canaria y ahora, 40 años después, se ha comprobado que una de ellas es la primera de Canarias, datada en época de Reyes Católicos

Portada del libro de Santiago Medina Gil

Laura Bautista

Santiago Medina Gil es aficionado a la numismática desde hace décadas y a ella ha dedicado parte de su vida. Movido por esta pasión e interés investigador, en los años 80 compró un lote de monedas que «nadie quería» en un mercadillo de antigüedades de Las Palmas de Gran Canaria. Hoy, 40 años después de esa afortunada compra, ha confirmado que una de las monedas adquiridas es la primera de Canarias .

En ese lote desapercibido, estaba la primera moneda labrada para Canarias y con ella uno de los avances más importante de las últimas décadas en la numismática canaria.

Santiago lo quiere mostrar al mundo y así lo hará el día 19 de mayo, a las 19:00 horas, junto a más de 30 resellos privativos de seis de las siete islas en el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en Gáldar, donde además de este hallazgo presentará su libro 'Canarias. Monedas y resellos. Siglos XIV-XVIII' (ImprimeLibres SL, Madrid), un recorrido único por el pasado insular.

Esta primera moneda labrada para Canarias data de la época de los Reyes Católicos, y « se acuñó específicamente para las islas Canarias », detalla Medina. «Es algo completamente desconocido, algo que se suponía que podía haber pasado, pero no se tenía la constancia». Y es que, según aclara el estudioso, «siempre se había creído que las monedas que se labraron por primera vez para las islas pertenecían a la temprana época de contacto, en los albores de la conquista. Sin embargo, la moneda encontrada se batió con las primeras luces del Quinientos . Aparece el documento en el que se concede la licencia, lo que le da carta de naturaleza a la moneda en sí».

«Estaban tan mal conservados que nadie los quería»

Santiago M. Medina recorría un mercadillo dominical de antigüedades en Las Palmas de Gran Canaria a finales de los años 80 del pasado siglo cuando se tropezó con un lote de monedas. «Estaban tan mal conservados que nadie los quería» , asegura el investigador. «Me parecieron interesantes, los compré y 25 años más tarde pude por fin clasificarlos ». Y es que, en el transcurso de su largo proceso de investigación numismática, Medina encontró el documento que hace mención a la licencia concedida al Cabildo del Real de Las Palmas para labrar la moneda . «Esa es la importancia excepcional que tiene este libro, a pesar de que se presentan muchísimas más monedas que son inéditas», afirma orgulloso el numismático.

El descubrimiento de Medina Gil tiene repercusiones que van más allá de la numismática ya que como ha explicado el hecho de que se le «dotara a Canarias de una moneda específica supone la consideración de las islas como una parte más de esa integridad nacional que se estaba forjando con los Reyes Católicos. El tener una moneda propia castellana trata de afianzar la pertenencia de Canarias a la corona castellana, frente a la reciente influencia portuguesa», aclara el experto.

Una colección labrada en historia

Santiago M. Medina incorpora esta a su colección de monedas de alto valor, con 13 ejemplares de monedas de este tipo estudiadas y catalogadas. Algunas forman parte de colecciones de museos; otras han sido vendidas en subastas o bien pertenecen a colecciones particulares.

Tras una vida dedicada al viaje , el autor cuenta con monedas peculiares de las islas tras más de 40 años de activo coleccionismo y 26 de rigurosa investigación de textos de época, informes de excavaciones, museos, colecciones particulares y búsqueda de las evidencias numismáticas que apoyen con base académica sus teorías e hipótesis.

Santiago M. Medina Cabildo de Gran Canaria

Dentro de su colección figuran los resellos , «una marca particular que se le ponían a monedas que no eran Canarias, pero que se convertían de esa manera en monedas que pudieran entrar en las islas y tener aceptación para convertirse en monedas útiles y válidas para su circulación en Canarias». La mayoría »son dominicanas, procedentes de la antigua colonia de La Española« y la imagen en muchas de ellas »no puede ser más icónica, es una palmera», explica Medina.

Además, señala, « se parece muchísimo al símbolo actual del escudo de Las Palmas de Gran Canaria », por lo que «no es descartable, por tanto, que el diseño contemporáneo beba de esa misma fuente».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación