José Juan Domínguez Dámaso, 'Pepe el Perola»
José Juan Domínguez Dámaso, 'Pepe el Perola» - ABC

El histórico bar del Perola en Agaete, listo para La Rama

Forma parte del patrimonio de la hostelería de las islas Canarias. El negocio data de finales del Siglo XIX

Las Palmas de Gran Canaria Actualizado: Guardar
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Si hay algo en Gran Canaria que pueda considerarse una institución es El Perola, un bar ubicado en Agaete, al norte de la isla, que forma parte del patrimomio histórico del turismo de la Comunidad Canaria. Cada 4 de agosto se vuelve intransitable por La Rama, la ancestral fiesta de los canarios.

Propiedad de José Juan Domínguez Dámaso, «Pepe el Perola», fue el escenario escogido por el programa de TVE «Tenderete» como cabecera de este espacio de promoción de la música tradicional de las islas.

Es un bar con mucha historia donde el turista no se tropieza con gente moderna de esa que bebe en tarros de mermelada. Techos altos y estanterías de madera con botellas de bebidas refrescantes que imposibles de comprar porque han desaparecido.

El propio bar es un museo. La carta sigue intacta: queso, ropa vieja, albóndigas, papas con berberechos, carne de cerdo y conejo.

El bar del Perola es un museo para el turista

«El Perola» se lanzó con este bar con sus hermanos Lasito y Antonio tras un periodo en el que vendía lotería. Reabrieron el bar que en su momento tenía Antoñito, conocido como Fifi, por un periodo de 50 años. Le dejaron reabrir para que se ganara la vida con una condición: dejarlo intacto. Como su fundador lo había cerrado.

Para ello, sortearon la norma que imponía las autoridades comarcales de Consumo. «El Perola» no quería, bajo ningún concepto, cambiar aquel espacio que tanta historia había creado en Agaete.A este aspecto de conservación patrimonial, sumó la paciencia. Pobre del cliente que entrara con prisas.

De acuerdo con la Fedac, que es una fundanción del Cabildo de Gran Canaria para la defensa del patrimonio, Rosalía García, nieta del primer dueño del Perola, afirmaba que sus abuelos Salvador Medina y Justiniana Bemúdez comenzaron el negocio a finales del Siglo XIX como tienda de comestibles y antes fue una zapatería.

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