Desde la impresión 3D a reparar coches antiguos
Como idea innovadora destaca la de la joven Ana Santamaría, ingeniera mecánica y máster en Ingeniería Biomédica, asesorada y apoyada desde este centro ha logrado poner en marcha un negocio de impresiones 3D para servicios clínicos, diseño industrial así como para particulares. La empresa se llama Late 3D .
Otro usuario con gran proyección es Gustavo Sarmiento, con su empresa de reparación, en especia,l de coches antiguos y clásicos. «Creamos Quality Car porque vimos que hay una demanda estable y necesidad de espíritu de sacrificio importante», afirma.
Por su parte, Francisca Santana García consideró que «alquilar viviendas se estaba volviendo complejo por la irrupción del alquiler vacacional y encontramos necesario que los propietarios supiesen que sus casas iban a estar en buenas manos». Por eso, con el apoyo del IMEF, inició el franquiciado Alquilotucasa.com para atender a sus clientes de forma especializada .
Weldercan, Transmer, Boreal
Juan R. Álvarez, con 30 años de experiencia en el sector naval, se decidió a crear Weldercan , dedicada a las reparaciones navales. «Si no llega a ser por el IMEF, no sé que sería de nosotros y de las siete familias que viven de esta empresa y todavía ando buscando caldereros».
Otro caso de éxito del Centro de Emprendedores es el de Mercedes Rita Domínguez y su empresa Transmer , dedicada al transporte de agua apta para el consumo humano.
Éxito
El respaldo del IMEF para esta compañía ha supuesto una mayor capacidad de respuesta y generado un entorno de confianza que le ha llevado a la creación de una moderna y dinámica flota de camiones bajo el lema de la calidad, la rapidez en el servicio «y el trabajo bien hecho», puntualiza.
También Patricia Dávila, con algunos años de experiencia y deseando generar recursos, encontró en el IMEF una palanca para impulsar Boreal, una correduría de seguros. «La gente cree que crear una correduría de seguros es algo sencillo y ponerse a vender, pero sin el respaldo de los técnicos del IMEF hubiera sido imposible», sostiene Dávila, quienes sueñan con montar un negocio, «que se pasen por el Centro de Emprendedores del Sebadal para ponerse en marcha ya que la propia dinámica y el respaldo colectivo empuja a ello».
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