El astuto jefe del espionaje en la Conquista de Canarias

Fernán Guerra despachaba directamente con Fernando el Católico la estrategia de control de las islas. Sin su información, Rejón, fundador de la ciudad de Las Palmas un día de San Juan de 1478, hubiera sido despachado por las fuerzas guanches en cuestión de horas

José L. Jiménez

Para que la Conquista de Canarias fuese el primer tratado internacional entre una monarquía de Renacimiento europea, y cristiana, y una monarquía indígena legitimada ante el Derecho Internacional a través del bautismo , hubo antes un aparato de información y espionaje trabajando en tierra insular. Tras ayudar a repeler a los portugueses en 1448, Castilla comenzó a acceder a fuentes de información confiables.

La ciudad de Las Palmas celebra cada año en San Juan el día de su fundación. Es porque esa fecha del año 1478 Juan Rejón tomó posesión del suelo en las inmediaciones de lo que hoy es la Catedral de Canarias. Rejón, un macabro que llegó a cortale el cuello a su jefe político tras inventarse noticias falsas , apareció por La Isleta y no por Gando, donde actualmete está el Aeropuerto de Gran Canaria, producto del tráfico de información clasificada que estaba en el suelo grancanario.

Ese cambio de ruta evitó que las fuerzas canarias viesen desde los miradores desplegados en las medianías la llegada de embarcaciones. Rejón apareció por La Isleta, y la unica defensa que encontró fue a un guanche mariscando . Si hubiese desembarcado por el noroeste de Gran Canaria o costa de Agüimes, le hubieran aplicado el mismo protocolo de bienvenida que piratas moriscos que venían a secuestrar canarios o portugueses .

Ese aparato de inteligencia apenas aparece en las crónicas de la conquista de Canarias. El «CNI» en Canarias lo dirigía Ferrán Guerra , natural de Andalucía. Tras su muerte la familia debió elaborar un escrito para obtener «ayudas sociales» en forma de suelo y efectivo. Apenas había pruebas formales de sus esfuerzos. Decían que era un tratante de esclavos. Posiblemente, una teoría para no reconocer sus méritos .

El historiador Antonio M. López Alonso detalla, tirando de las crónicas y estudios académicos de Aznar Vallejo o Rumeu de Armas , que Ferrán Guerra conocía como la palma de su mano las islas y las infraestructuras defensivas creadas por los antiguos canarios así como su idioma y costumbres . Compartía la información con Juan Mayor, un hombre para todo que mantenía tratos no escritos con la población local. Oficialmente, era traductor.

Encuentros secretos

El de Guerra, por tanto, «era un oficio de alto riesgo personal » que cobraba en forma de suelo y poder, afirma López Alonso, del «Proyecto de Investigación Académico Tarha». «Conocía perfectamente la isla de Gran Canaria porque había sido cautivo de los indígenas», apunta López.

Guerra, sin embargo, se ganó a los canarios por colaborar con los insulares en plantarle cara a las tropas portuguesas que querían hacerse con el archipiélago a través de Lanzarote. Por estas cosas de la política, es decir, intrigas, traiciones y crímenes, Fernán Guerra regresa a la Península ya ejecutada parte de la operación de Canarias en Lanzarote y Fuerteventura. Fernando El Católico accedió a mantener una reunión con él y estableció una agenda secreta con el jefe del directorio de inteligencia en las islas .

Lo sabía todo

Los encuentros entre el monarca y el espía fueron celebrados, lógicamente sin levantar sospechas, durante tres días en la iglesia de Santa María la Mayor, en Jerez. « Durante tres noches tuvieron lugar estas reuniones secretas » en las que Guerra explicó las «poblaciones principales, el número de hombres de pelea que harían frente a la invasión, así como los efectivos que serían necesarios para acabar con la resistencia indígena », afirma López Alonso.

La información que transmitió fue fundamental para que Juan Rejón entrase en Canarias por La Isleta y no por la zona de Gando . Tras participar en la conquista de Gran Canaria, fue muerto por traición en Tenerife. Esa traición no vino de canarios. Sino de la familia Peraza, que no quería gente en las islas leales a la Corona sino controlar directamente el suelo para que fuesen de propiedad privada.

Antes, Castilla dio poderes a Guerra. Además de traer este apellido a las islas, en 1503 fue nombrado alcalde de la isla. Fue el que decidió el espacio donde debía fundarse la ciudad de Las Palmas, en Vegueta . A efectos legales, ciudad la creó él y no Juan Rejón. Fue el que eligió a Santa Ana como advocación de lo que hoy es la Catedral de Canarias. Pero tenía una profesión inconfesable y por eso poca gente lo conoce.

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