El asesino del crimen de Adeje era consciente de lo que hacía cuando mató a su familia a pedradas
Los forenses han señalado que el acusado no tenía sus capacidades ni alteradas ni disminuidas, lo que invalida la tesis de la defensa de Thomas Handrick de trastorno mental transitorio o comportamiento inducido por la medicación
La sexta jornada del juicio oral sobre el crimen de Adeje , que estudia si Thomas Handrick asesinó a su exmujer y su hijo mayor a pedradas en el interior de una cueva, ha versado sobre salud mental , que ha dividido a los peritos y forenses en sus declaraciones.
El acusado Thomas Handrick se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable por el doble asesinato de Silvia y Jacob, así como a un delito de intento de asesinato de su hijo menor Jonas, que huyó del lugar y pidió ayuda.
Un psiquiatra y dos psicólogos han asegurado que las capacidades del acusado no estaban « ni alteradas ni disminuidas « en el momento de los hechos, tal y como alega la defensa y ha tratado de demostrar con sus profesionales de parte, que atribuyen el crimen a la depresión y el consumo de medicación que pudo ocasionar un trastorno mental en Handrick.
Los profesionales del Instituto de Medicina Legal han asegurado que no pudieron entrevistar a Handrick tras lo ocurrido, ya que este se negó a la evaluación por recomendación de su abogado . En cambio, los peritos de la defensa sí pudieron realizar el examen aunque más de un año después de los hechos.
Los peritos del Instituto de Medicina Legal han valorado a Handrick como una persona introvertida , con problemas para exteriorizar sus sentimientos, frío y con poca empatía , egocéntrico y con tendencia a evadir la culpabilidad derivándola a otras personas . Esto les llevó a pensar que el relato ofrecido a los peritos de parte pudo ser confeccionado por el acusado en la cárcel , ya que responde a la declaración ofrecida en el juicio y tiene contradicciones con el relato de los hechos que ofreció a los agentes que le atendieron en un primer momento.
A juicio de los primeros, el acusado sabía lo que hacía y cuál era la intención de hacerlo , por lo que mató a su exmujer e hijo, Silvia y Jacob, siendo consciente de lo ocurrido y de las consecuencias de sus actos. No consideran que la depresión ni la medicación pudiese alterar sus facultades ni observaron en él ninguna patología que le llevara a «distorsionar la realidad».
Depresión y un 'cóctel' de fármacos
Por su parte, los peritos de la defensa han expresado que el consumo de al menos once fármacos pudo provocar, al menos de forma parcial, un síndrome serotoninérgico , que tiene entre sus síntomas la confusión, la agresividad, distorsión de la realidad, e incluso alucinaciones, desorientación y problemas de memoria. Este síndrome pudo ser producido por los fármacos que tomaba Thomas Handrick a causa de su depresión y el dolor crónico de espalda que padecía, todos ellos bajo prescripción médica.
Los evaluadores de parte, ante el relato ofrecido un año después, encontraron « rasgos esquizoides « por este abuso de opiáceos y 'cóctel' de fármacos que puso llevar al acusado a tener sus capacidades intelectiva y volitiva » anuladas o muy disminuidas «. En cambio, también han señalado que en el caso de haber sufrido este síndrome Thomas Handrick no podría haber regresado solo a casa , por un camino angosto y exigente de en torno a 10 kilómetros, así como quitarse la ropa manchada de sangre (que fue encontrada en un contenedor cercano al domicilio) o atender a la Policía cuando fue detenido. De haber tomado los medicamentos que indica Handrick «habría que haber ido a buscarle» a la zona alejada en la que aparecieron los cadáveres.
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