Un alcalde de Fuerteventura condenado a 11 años de inhabilitación por dar contratos 'a dedo'

La Audiencia de Las Palmas ha condenado a once años de inhabilitación por un delito de prevaricación al exalcalde de Antigua (Fuerteventura) Juan José Cazorla.

Cazorla contrató de forma directa a su asesora de prensa saltándose procedimientos y mecanismos de control. La periodista estuvo trabajando entre 2015 y 2017 con un total pagado de 43.700 euros, a través de un contrato 'a dedo' y arbitrario fuera de la legalidad que se saltó procedimientos y fraccionaba las facturas.

La Sala ha considerado probado que el exalcalde de Alternativa por Antigua, formación que gobernaba el municipio junto al Partido Popular (PP), conocía los procedimientos y, por tanto, cometió una «flagrante infracción» de la normativa que regula la contratación en las administraciones públicas. Se trata, a juicio de la Audiencia de una «clamorosa ilegalidad».

Existió una «omisión de los mecanismos de control» tanto por el político como por parte de la periodista, considerada por la Sala como cooperadora necesaria de la prevaricación que cometió el exalcalde. A ambos se les impone la misma pena, once años de inhabilitación para desempeñar cargos o empleos públicos.

La Audiencia considera probado que, durante una primera etapa, el alcalde Cazorla y su asesora de prensa realizaron la fracción de los contratos para evitar sacar a licitación ese servicio mediante un procedimiento negociado.

Tras esta fase, el servicio se licitó como contrato menor, pero «prostituyendo» los requisitos de la ley, ya que «la única propuesta que reunía las condiciones exigidas era la caprichosamente seleccionada con carácter previo» , todo ello con el fin de asegurarse la adjudicación, pues las otras dos propuestas presentadas lo son solo simuladamente al no reunir siquiera las condiciones establecidas en la convocatoria« y por tanto »a través del fraude«.

Los magistrados consideran «impensable» que el acusado, con «amplia experiencia en la gestión pública», ya que ya había ejercido de alcalde en una legislatura anterior, actuara con «la convicción de que hacía lo correcto y no fuera lógica y plenamente consciente de la flagrante infracción del ordenamiento jurídico que se estaba cometiendo con la adjudicación discrecional del servicio de prensa y comunicación del Ayuntamiento de Antigua».