Miles de hectáreas buscan agricultor o ganadero dispuesto a resucitar el campo, y ahí se les apareció la Iglesia, dispuesta a ayudar a un mundo tan duro y despoblado. El proyecto Aterra de Ourense conecta a ambas partes tecnológicamente dejando atrás el boca a boca. Una iniciativa pionera en 25 concellos para mantener el relevo generacional y dar al campo una segunda oportunidad.-Redacción-
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión