Política

Los resultados de Andalucía disparan la preocupación en el PSOE aragonés

En Aragón el centro-izquierda gobierna por la mínima desde 2015, y una nueva caída le dejaría sin opciones

Javier Lambán, presidente de Aragón y líder regional del PSOE Fabián Simón

R. Pérez

Los resultados de las elecciones autonómicas de Andalucía han hecho saltar las alarmas en las cúpulas regionales del PSOE, también en Aragón , donde el socialista Javier Lambán gobierna gracias a la estrecha ventaja que el centro-izquierda le sacó al centro-derecha en 2015. Visto el descalabro en Andalucía, se teme que una caída siquiera más leve acabe por dejar a Lambán sin opciones de revalidar el Gobierno autonómico en la cita con las urnas que tendrá lugar en menos de seis meses.

Fuentes de la dirección regional del PSOE insisten en que Andalucía no es Aragón, que son profundas las diferencias entre el escenario electoral en una y otra comunidad, y que los factores locales que han jugado en contra de Susana Díaz no se dan en Aragón. Pero también admiten que, en la debacle del socialismo andaluz, ha influido el «viento que sopla a nivel nacional» con el liderazgo de Pedro Sánchez en el PSOE e instalado en La Moncloa. Y ese viento, reconocen las mismas fuentes, ha quedado claro que no sopla a favor.

La «etapa Sánchez» ha vuelto a cosechar una derrota . Y algunos barones socialistas temen que, en mayor o menor medida, ese «tsunami» que ha barrido al más importante e histórico feudo de votos del PSOE acabe azotando también sus cuentas electorales, con las que se las verán en menos de seis meses.

En Aragón, una caída del PSOE y una erosión del resto de las izquierdas como la que se ha producido en Andalucía les hundiría. Aunque el retroceso fuera de bastante menos entidad que el que se ha producido en Andalucía, el horizonte se le complicaría enormemente a Lambán para reeditar el pacto que le aupó al Gobierno regional tras las elecciones de mayo de 2015.

Las mismas fuentes confían que el riesgo de desplome se vea contenido por el efecto de las elecciones municipales : en el escenario local, el PSOE mantiene su fortaleza más apegada al terreno y, al coincidir con los comicios autonómicos en mayo, esperan que esa fortaleza municipal acabe beneficiando al voto que va a parar a la urna autonómica. De ahí que vean estratégico articular un discurso y candidaturas especialmente competitivas a nivel local. Y, de ahí, también, que centren sus esperanzas en Pilar Alegría, la nueva cabeza de lista en Zaragoza , con la que tratan de remontar los pobres resultados cosechados en las últimas citas electorales en la capital -esta ciudad tiene, además, un peso decisivo en el cómputo autonómico-.

El PSOE tiene escasísimo margen, solo puede permitirse perder un puñado de votos si quiere seguir manteniéndose en el Gobierno regional. Hay que tener en cuenta que en los comicios autonómicos de mayo de 2015 quedó segundo; que cosechó el peor resultado de su historia, tras perder la cuarta parte del electorado que había tenido en 2011 y la mitad en comparación con 2007; que ha logrado estar en el Gobierno regional gracias al apoyo de los diputados de Podemos, la Chunta e IU; pero la suma de los cuatro partidos de izquierda solo sacan tres escaños de ventaja a la suma de PP, Ciudadanos y el PAR -35 frente a 32, cuando la mayoría absoluta está en 33-.

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