Sociedad

El reloj del campanario revoluciona a un pueblo de Teruel: su ruido, a referéndum

El Gobierno ha autorizado la consulta popular en Beceite. La polémica surgió por las quejas de una casa de turismo rural

Beceite está enclavado en la turística comarca turolense del Matarraña Fabián Simón

R. P.

El clásico tañido de las campanas que marcan las horas en Beceite (Teruel) desde hace cien años ha acabado desencadenando un conflicto vecinal que tratará de resolverse por la vía del referéndum . Mantener o apagar las campanas durante la noche, esa será la cuestión que se someterá a consulta ciudadana en esta pequeña localidad turolense. El Consejo de Ministros ya ha autorizado la celebración de ese referéndum, con el que se tratará de resolver la controversia.

Beceite tiene medio millar de habitantes y pertenece a la comarca del Matarraña, una zona con abundantes atractivos histórico-artísticos y paisajísticos que limita con la catalana provincia de Tarragona.

El conflicto afloró cuando los propietarios de una casa rural situada junto al campanario se quejaron del ruido que emana de la atalaya cada vez que el reloj marca los cuartos, las medias y las horas durante la noche. El sonido forma parte del día a día de este pueblo desde hace cien años, cuando se instaló el reloj con sus sonoras campanas. Pero, hasta ahora, no consta que hubiera generado un conflicto de esta índole.

Algunos apuntan a que el sonido es considerablemente mayor desde el año 2009, cuando se reformó el campanario y se instalaron en él las campanas que hasta entonces estaban situadas en el tejado de la torre de la iglesia. En cualquier caso, lo cierto es que el ruido ha acabado en una denuncia presentada por el propietario de esa casa rural, que también es su vivienda. Argumentan que no solo les molesta a ellos como dueños y residentes habituales, sino también a los turistas que llegan hasta su vivienda rural, situada a tres metros del campanario objeto de controversia.

Una solución sería apagar las campanas por la noche , de forma que el reloj dejara de sonar entre las 12 de la noche y las 8 de la mañana. El problema es que en el vecindario abundan quienes consideran que eso supondría romper con una tradición que forma parte cotidiana de la vida del pueblo desde hace un siglo, y que no hay motivo para silenciar el reloj. Es decir, que tiene que sonar día y noche, las 24 horas.

El alcalde de Beceite, Juan Enrique Celma , es de quienes cree que las campanas de este reloj forman parte del patrimonio del pueblo que hay que preservar. «Las campanas son una de nuestras señas de identidad. Recibimos con los brazos abiertos a miles de turistas, pero no pueden ser ellos los que decidan nuestras costumbres» , ha declarado el alcalde de Beceite al periódico bajoaragonés La Comarca.

Para tratar de resolver el conflicto, el Ayuntamiento optó por que sean los vecinos los que se pronuncien de forma reglada, en un referéndum, en el que quede claro cuál es el sentir mayoritario y, por tanto, la postura que defenderá en firme el Consistorio. Esta consulta de popular aún no tiene fecha fijada, pero no tardará en producirse, una vez que el Consejo de Ministros ha dado la preceptiva luz verde para la celebración de este referéndum.

En Aragón han sido varios los conflictos vecinales que han tenido como origen curiosas fuentes de ruido. Fue el caso del pleito que se produjo hace unos años en la localidad zaragozana de Zuera, donde un vecino llevó a otro a juicio porque sus gallos le estresaban . Argumentaba el demandante que el canto de esos gallos le alteraban el sueño y que eso agravaba su estado cardíaco.

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