Los avances en las técnicas criminológicas han permitido sacar provecho a esa huella encontrada en la escena del crimen hace veinte años
Los avances en las técnicas criminológicas han permitido sacar provecho a esa huella encontrada en la escena del crimen hace veinte años
En Ejea de los Caballeros (Zaragoza)

Una huella guardada durante 20 años permite resolver un asesinato ocurrido en 1996

La Guardia Civil ha logrado dar con el presunto autor cuando solo quedaban dos meses para que prescribiera el crimen

Zaragoza Actualizado: Guardar
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En tiempo de descuento, la Guardia Civil ha logrado resolver un asesinato ocurrido hace veinte años en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros. En tiempo de descuento, porque solo faltaban dos meses para que prescibiera el crimen y, por tanto, nadie pudiera ser ya juzgado por ese delito.

El celo puesto por el juzgado de Ejea y por la Policía Científica de la Guardia Civil han logrado identificar al presunto autor de aquel asesinato e imputarle para llevarlo al banquillo por el crimen.

El juzgado ejeano revisó los casos que estaban a punto de prescribir y localizó estas diligencias que quedaron pendientes. Lo comunicó a la Guardia Civil y ésta rescató las evidencias recogidas en su día y que, con las técnicas de laboratorio disponibles hace 20 años, no habían logrado ser concluyentes para resolver el caso.

Pero, de entonces a ahora, la criminalística ha avanzado y una huella que en aquel momento no resultó útil sí que lo ha sido ahora.

Se trata de una huella ensangrentada que se había localizado en el domicilio de la víctima, Eduardo Montori, de 34 años, cuyo cuerpo apareció decapitado, con heridas punzantes en el tórax y quemaduras por todo su cuerpo.

La huella fue enviada de nuevo al servicio de Criminalística de la Guardia Civil, en Madrid, y el cotejo al que se ha sometido con las últimas técnicas disponibles sí ha dado resultado:coincide con la huella digital de un hombre que ahora tiene 43 años, P.M.C.L., que era amigo de la víctima y que actualmente se encuentra cumpliendo condena en la cárcel de Zuera por otros hechos delictivos.

Ahora, el hombre ha conocido que va a tener que enfrentarse a un proceso judicial por un delito de asesinato. En su día, en 1996, ya fue investigado e incluso detenido como sospechoso por aquel asesinato. Sin embargo, no se pudieron aportar pruebas concluyentes y quedó libre de cargos.

El crimen ocurrió en septiembre de 1996. Las investigaciones se centraron en el entorno de amistades de la víctima. Fueron practicadas seis detenciones en total, pero ninguna se sustanció en acusación firme. Las sospechas de los investigadores se dirigieron a personas del entorno de la víctima que estaban relacionadas con el tráfico de drogas, con la hipótesis de que el crimen fue un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico.

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