Política
PAR, el disputado «cortafuegos» entre Lambán y el PP
Los regionalistas mantienen una minúscula pero decisiva posición, especialmente para las aspiraciones del PP. Sin los tres diputados del PAR, a los populares se les va cualquier opción de formar gobierno en Aragón con Cs y Vox
Mientras todos miran a Ciudadanos en el tablero de los pactos en Aragón , en esta tierra hay un tercer actor que resulta también decisivo para la conformación del nuevo Gobierno regional. Se trata del PAR, el Partido Aragonés Regionalista en su denominación original que, con los años, borró lo de «Regionalista» de su nombre pero mantuvo la erre inicial en sus siglas. El PAR, aunque se ha ido empequeñeciendo elección tras elección, mantiene tres escaños en las Cortes de Aragón que les otorga una posición decisiva , especialmente para el PP. Sin el PAR, a los populares se les va cualquier opción de formar gobierno en Aragón .
Para el PSOE, los tres diputados aragonesistas de las Cortes regionales son un preciado «cortafuegos» para el supuesto de que no logre cerrar con Ciudadanos un acuerdo de investidura o una coalición de gobierno. En ese caso, al socialista Javier Lambán aún le quedaría la esperanza de que el PAR se negara a entrar en un pacto con el PP, Cs y Vox. El abismo programático que separa a PAR y Vox en la cuestión nuclear de los aragonesistas, el autonomismo, entorpece ese pacto a cuatro. Lo ha dicho el propio presidente del PAR, Arturo Aliaga , cuyo partido rompió hace unos meses la alianza electoral con el PP que había mantenido durante los últimos años para procurarse escaños en el Congreso y en el Senado –concurrieron juntos a las elecciones generales en 2011, a las celebradas a finales de 2015 y a las de junio de 2016.
Ahora, mientras cortejan a Ciudadanos, socialistas y populares miran con atención al PAR porque al final puede ser la pieza decisiva: el PP, porque esos tres diputados aragonesistas le resultan imprescindibles para intentar formar gobierno –el PAR tendría que votar a favor de la investidura junto a Vox, el PP y Cs, porque con la abstención no sería suficiente para ese acuerdo por la derecha–; y al PSOE porque, si el PAR opta por esa fórmula, le allanaría decisivamente el terreno para pactar con Cs o incluso para buscar otras opciones más complicadas –pero aritméticamente no imposibles- con los votos a favor o la abstención de otros partidos.
Rechaza compartir pacto con Vox
El PAR, en suma, pese a su menguada representación en las Cortes de Aragón, sigue siendo una pieza de peso en las maniobras que han desplegado el PSOE de Javier Lambán y el PP de Luis María Beamonte para buscar pactos de gobierno. Y el PAR, de momento, mantiene la incógnita. Eso sí, su líder, Arturo Aliaga, ya ha dicho que no está por la labor de compartir pacto con Vox , debido a esas profundas diferencias en la cuestión clave de la arquitectura territorial del Estado. Y asegura que van a apostar por acuerdos de «amplia base social» que apuntalen «proyectos en beneficio de los aragoneses». Ahora está por ver en qué se traduce eso.
Lambán, por su parte, también podría intentar activar el «cortafuegos» del PAR incluso mientras negocia con Ciudadanos. Una alianza PSOE-Cs sumaría amplísima mayoría absoluta en las Cortes de Aragón y el PAR no resultaría necesario en esa combinación, pero los socialistas podrían intentar ganárselos en cualquier caso para integrarlos en ese pretendido proyecto político y, así, frustrar la única vía posible para el PP que es ese acuerdo a cuatro junto a los aragonesistas, Vox y Cs.
El PAR nació con la Transición, fundado en el terreno del conservadurismo con cuño regionalista . En la segunda mitad de los años 80 y la primera de los 90, el PAR fue la segunda fuerza política de Aragón, por detrás del PSOE y por delante del PP. Gobernó en Aragón durante décadas, unas veces en coalición con el PP y otras con el PSOE . Su último gobierno regional fue el que compartió con la popular Luisa Fernanda Rudi entre 2011 y 2015.
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