Las víctimas del terremoto de Ecuador unen a los políticos en España

Los Reyes han presidido esta tarde en la catedral de La Almudena la misa solemne de homenaje y recuerdo a las víctimas de los terremotos ocurridos hace un mes en Ecuador. El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha oficiado la ceremonia fúnebre, a la que han asistido representantes de la comunidad ecuatoriana en España, así como de la sociedad civil y del cuerpo diplomático. Representantes de todos los partidos se ha unido en homenaje a los difuntos del terremoto.

En representación del Gobierno, han asistido el presidente en funciones, Mariano Rajoy, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz. Margallo acababa de aterrizar de Cuba, en un viaje que le había llevado también a Ecuador.

Tambien acudieron dirigentes políticos de otros partidos, como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, así como Pablo Iglesias, en zapatillas y sin americana, Albert Rivera y Micaela Navarro, presidenta del PSOE, que ha llegado en sustitución de Pedro Sánchez. Los líderes de Podemos y Ciudadanos han estado codo con codo durante toda la ceremonia religiosa, de forma obligada por el protocolo. Cuando ha llegado el momento de darse la paz, ambos se han mantenido rígidos como estatuas, hasta que Micaela Navarro, sentada a la derecha de Iglesias, ha roto el hielo y ha saludado a ambos. Entre los asistentes se encontraba también la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, así como varios diputados y senadores.

Antes de iniciarse la ceremonia, Margallo ha mantenido una larga conversación con Iglesias y Rivera, situados en la fila de bancos paralela a la del Gobierno. Rajoy, acompañado de su esposa, Elvira Fernández, ha llegado al mismo tiempo que los Reyes, y no ha podido saludar en ese momento a los otros líderes políticos. Al terminar la misa, Rajoy y su esposa han salido detrás de Don Felipe y Doña Letizia, y en ese momento el presidente ha dirigido un saludo con la mano al banco de los otros líderes políticos.

El arzobispo ha oficiado la ceremonia junto al Nuncio de Su Santidad y el arzobispo castrense. En la homilía, monseñor Osoro ha querido transmitir un mensaje de esperanza a los familiares de los difuntos del terremoto, y ha subrayado que el amor es más fuerte que la muerte, y el futuro de la humanidad está en manos de Dios. «Llorad la muerte, pero sepamos también descubrir el gran significado que tiene este dolor», ha señalado. Todo sufrimiento humano, todo dolor, ha dicho, encierra una promesa de liberación.

El acto religioso ha sido organizado de forma conjunta por la Embajada de Ecuador y el Arzobispado de Madrid, y se ha desarrollado casi un mes después del seísmo de magnitud 7,8 en la escala de Richter en Ecuador, que ocasionó la muerte de 660 personas, así como miles de heridos y dejó sin vivienda a 7.600 familias. Además, en el terremoto murió una mujer española que tenía doble nacionalidad.

El embajador de Ecuador en España, Miguel Calahorrano, ha agradecido a España, cuando ha terminado la misa funeral, el esfuerzo y la generosidad que ha mostrado con su pueblo. En la catedral se encontraban representantes de los equipos de emergencia españoles que viajaron a aquel país para ayudar en las tareas de rescate.

«Partieron como una pequeña, pero gran expedición del pueblo español. Ellos junto a los rescatistas de otros 14 países pusieron a salvo la vida de 113 personas», ha explicado el embajador, sobre el trabajo de los equipos de emergencia de España. «Ese pequeño grupo de españoles es muy significativo, porque en la tragedia emerge un figura gigantesca, que es la hermandad del pueblo español con el ecuatoriano».