Es la enésima protesta de los vecinos del barrio de El Raval de Barcelona contra los narcopisos. Lo han hecho ya de todas las maneras. Concentraciones, manifestaciones y pañuelos rojos para gritar que están hartos. Lo que viven a diario con los puntos de venta y consumo de droga sólo lo pueden describir ellos. Los traficantes se meten en pisos abandonados, en ellos se vende y se consume sobre todo heroína. Todo el mundo lo ve a diario, no se esconden. Los agentes lo desmantelan, lo precintan, y a los pocos días nace uno nuevo en algún piso vacío.
Los vecinos de El Raval de Barcelona se manifiestan por los problemas que ocasionan los narcopisos
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