El silencio de las calles lo dice todo. Valladolid vive las que serían sus fiestas patronales con restricciones similares a las de la fase 1. Se acabó el pedir en la barra de los bares y en las mesas solo puede haber un máximo de 6 personas. Es un jarro de agua fría para un sector que solía hacer estas fechas su particular agosto.Las limitaciones llegan a las iglesias. Con listas de invitados superreducidas, estos novios han seguido adelante, a pesar de que solo pueden entrar 25 en esta boda. El Ayuntamiento de Valladolid se ha visto obligado a suspender 80 actividades culturales.
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