Tres años de prisión para los dos yihadistas que celebraron el 11-M en Twitter

«Felicitamos a los españoles el aniversario del 11 de marzo y le damos la buena noticia de que lo que viene será más amargo». Con una docena de tuits similares a este conmemoró la yihadista Soukaina Aboudrar los atentados de 2004, y amenazó a la población de que «dentro de poco los españoles tendrán miedo hasta de pasear solos». La joven, de 20 años, fue detenida en Pájara (Fuerteventura) en diciembre de 2015 en una operación antiterrorista en la que también se detuvo al ciudadano marroquí Marouan Ben Nacer, de 32 años, y vecino de Mataró (Barcelona).

Ambos han sido juzgados este viernes en la Audiencia Nacional por integración en Daesh, amenazas terroristas y humillación a las víctimas del terrorismo, si bien se han conformado con la acusación ejercida contra ellos por el Ministerio Público, por lo que cada uno ha aceptado cumplir una pena de prisión de tres años.

Además de los mensajes lanzados a través de la red social Twitter, en los que también amenazaron de muerte al rey de Marruecos, Mohamed VI; al presidente de Rusia, Vladimir Putin; o al expresidente de Francia François Hollande, el magistrado Eloy Velasco, ahora ascendido a la Sala de Apelaciones, los procesó por su labor de captación de lobos solitarios mediante «una sofisticada y compleja red de comunicación de ámbito internacional» que operaba a través de Facebook y Twitter.

En torno a la 1 de la tarde ha dado comienzo el juicio, presidido por el magistrado Ángel Hurtado, pero como sus respectivas defensas llegaron a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que inicialmente solicitaba para cada uno siete años de prisión, la vista se ha ventilado en menos de cinco minutos.

Hurtado ha dictado sentencia firme «in voce», imponiendoles a cada uno la pena de prisión de tres años y una medida de libertad vigilada para su cumplimiento posterior a la privación de libertad de un año en cuanto a Soukaina Aboudrar y de dos años para Ben Nacer.

Uso del «hiyab»

Soukaina deberá cumplir su estancia en prisión desprovista del velo islámico «hiyab» tras la prohibición sentada el pasado lunes por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que vetó el uso del «hiyab» en la cárcel porque «afecta a la identificación de la persona» y puede llevar a la «ocultación de posibles objetos prohibidos».

La yihadista había solicitado al tribunal que le permitiera hacer uso del velo en la prisión valenciana de Picassent donde se encontraba a la espera de juicio, si bien la Audiencia Nacional desestimó su petición dándole la opción de utilizar un pañuelo «que recoja el pelo solamente, dejando la cara, orejas y cuello al descubierto» o descubrirse por completo. Según Europa Press, la resolución establece que en el caso de Soukaina el uso del «hiyab» obedece al «carácter reivindicativo de su posición yihadista», lo que colisiona con los fines de reinserción social que cumplen las penas.

La resolución, sin embargo, no fue pacífica. Contó con el voto particular del magistrado Sáez Valcárcel, que argumentó que la prohibición constituye una «injerencia» en el derecho a la libertad religiosa de las reclusas.