El PNV supedita la negociación presupuestaria al blindaje del autogobierno vasco

Rajoy asegura que flexibilizará el déficit de las comunidades autónomas «de forma razonable»

MADRID Actualizado: Guardar
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El PNV supedita un eventual apoyo a los Presupuestos de 2017 al blindaje del autogobierno vasco, cuyas capacidades competenciales, denuncia, han sido laminadas en los últimos años por el Gobierno a base de recursos contenciosos y de inconstitucionalidad a una treintena de leyes y decretos del Ejecutivo de Vitoria. Los nacionalistas vascos exigen, como paso previo a entrar en las negociaciones presupuestarias, un cambio de actitud en el Ejecutivo de Mariano Rajoy, al que acusan de haber dado «leña» al País Vasco, cercenando su autonomía mediante la vía judicial. «O cesa la leña o no negociaremos», advirtió ayer el portavoz del PNV, Aitor Esteban, tras salir de una reunión con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Solo si se dan gestos de «blindaje» al autogobierno vasco, insiste el PNV, entrarán al debate con el PP, al que reclamarán intercambio de contrapartidas económicas para el País Vasco. En la «lista» nacionalista figura otro punto de fricción entre ambas administraciones, como es la renegociación del Cupo vasco (la aportación anual que realiza el País Vasco al Estado en concepto de gastos generales que éste asume por las competencias no transferidas, como Defensa o Casa Real), que lleva años sin actualizarse.

También pedirán acelerar las obras del AVE.

Se inicia el deshielo

El encuentro, que adelantó ABC, marca el deshielo en las relaciones del Ejecutivo con el grupo vasco, cuyos cinco diputados son estratégicos para aprobar las cuentas si el PSOE las rechaza, como ha anticipado que hará. «Es imposible», aseguró el portavoz, Rafa Hernando. Los socialistas solo están de momento abiertos a negociar el techo de gasto, vital para las comunidades autónomas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lleva estas conversaciones con las comunidades autónomas. Por su parte, la vicepresidenta lidera la interlocución con los portavoces de los grupos, con los que ya ha mantenido reuniones discretas, incluido con Podemos, para buscar apoyos parlamentarios a las cuentas.

Santamaría, que firmó en junio de 2015 el divorcio con el PNV por haber desbancado a Javier Maroto de la alcaldía de Vitoria, retoma ahora las relaciones con la «máxima disposición» al acuerdo, según reiteró ayer.

El presidente, Mariano Rajoy, telefoneó el lunes al líder del PNV, Andoni Ortuzar, para avisarle de que la vicepresidenta llamaría a su portavoz para abrir la vía vasca de negociación. Aunque a la salida de la reunión, que duró una hora, Esteban enfrió las expectativas puestas sobre su grupo al asegurar que la cita apenas fue un ligero acercamiento, sin entrar en materia. El diputado vasco no quiso precisar qué gestos políticos exige al Gobierno para iniciar la negociación presupuestaria; si bien citó como agravio el último recurso contencioso presentado por el Estado ante el régimen de contratación del sector público vasco. «El Gobierno sabe cuáles son esas chinitas» en el camino al acuerdo, dijo.

La vicepresidenta reiteró que la voluntad del Ejecutivo es hablar con todos «de continuo» y «con empatía», aunque insistió en que las responsabilidades deben ser compartidas, sobre todo teniendo un calendario urgente que cumplir con Bruselas.

«Realistamente optimista»

Rajoy, que ayer estaba en Marrakech para participar en la cumbre contra el cambio climático, reconoció que le preocupa la posibilidad de que no haya Presupuestos, pero al mismo tiempo se declaró «realistamente optimista». El objetivo del Gobierno es hablar «con todos». «Esta es la legislatura del diálogo», proclamó el presidente del Gobierno. Y en ese sentido las líneas de negociación están totalmente abiertas.

El presidente no quiso precisar qué ofrecerá al PNV y al resto de los partidos. «Ofrecemos unos Presupuestos buenos para todos, que sean buenos para la creación de empleo y el crecimiento». Insistió en que el paso previo debe ser la aprobación del techo de gasto y de los objetivos de déficit de las comunidades. No dio cifras concretas, pero subrayó que el Gobierno «flexibilizará» los objetivos autonómicos de 2016 y 2017 (0,3 y 0,1 en este momento). «La distribución del déficit se hará de forma razonable».

Rajoy confía en que esta legislatura, «complicada», sea una oportunidad para los grandes acuerdos. Con esa intención pretende convocar la Conferencia de presidentes autonómicos antes de final de año, y así hacer un buen diagnóstico autonómico.

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