De Sudán a la valla de Melilla: «Preferí sacrificar mi vida por mi futuro y mis hermanos»

Amir, que entró en España en el reciente salto mortal, cuenta a ABC su historia de 6.000 kilómetros y dos años de infierno

Amir Issa, de 23 años, antes de su entrada en España ABC
Cruz Morcillo

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«Mi nombre es Amir Issa. Soy de Sudán, Estado de Darfur del Norte, localidad de Kabkabiya, distrito de Kagru, nací el 7/1/1999 y salí de Sudán el 15/03/2020». Así empieza el relato de Amir, narrado a ABC, desde el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla al que llegó el 24 de junio, después de recorrer 6.000 kilómetros, gastar dos años y pico y sortear un rosario de infortunios, que le han dejado un poso de tristeza y otro de futuro.

Es uno de los 133 migrantes que logró colarse el día del asalto cuando al otro lado de la valla murieron muchos compañeros suyos, algunos amigos, en una tragedia oscura sobre la que faltan todas las explicaciones oficiales. Amir lo consiguió tras catorce intentos. Tiene una herida en la pierna y dice que se asfixiaba con los gases lanzados por los agentes marroquíes. Quiere pedir asilo y luego decidirá.

El 15 de marzo de 2020 cuando España se encerraba en la pandemia, él abandonó Sudán, con 21 años recién cumplidos. « Caminé hasta llegar a Chad el 20 de marzo de 2020. Después de eso fui a la frontera entre Chad y Libia en la región de Kouri donde hay lugares ricos en oro. Trabajé allí durante seis meses, pero desafortunadamente, no tuve suerte encontrando oro, solo obtuve durante seis meses 5 gramos de oro. Más tarde llegué a Libia el 17 de agosto. Después trabajé durante siete meses e intenté cruzar a Italia en una patera de goma el 15 de marzo de 2021, pero no lo logramos porque fuimos capturados y arrestados por las fuerzas navales libias en una situación bastante extraña. En Trípoli, las milicias libias nos recibieron, y entramos a prisión donde nos encontrábamos entre la vida y la muerte».

Un periplo de más de 6.000 km

y dos años

ITALIA

ESPAÑA

Túnez

Argel

Escala

8

0

500 km

Melilla

TÚNEZ

Rabat

4

Mar Mediterráneo

Oujda

Océano Atlántico

Trípoli

7

Gardaya

5

MARRUECOS

6

In Amenas

Seba

LIBIA

ARGELIA

EGIPTO

SÁHARA

OCCIDENTAL

3

Kourini

Marmar

MAURITANIA

SUDÁN

MALÍ

NÍGER

2

Torchanga

Karnoi

CHAD

Yamena

Kabkabiya

1

1. 15/3/2020

Sale de la ciudad de

Kabkabiya de la región

de Darfur del Norte (Sudán)

5. 20/06/201

Escapa de la cárcel

6. 1/11/2021

Bordea la frontera de Túnez

y cruza a Argelia

2. 20/03/2020

Cruza la frontera de Chad

3. 17/08/2020

Pasa a Libia por la ciudad

fronteriza de Kourini (Chad)

7. 25/11/2021

Atraviesa Argelia hasta cruzar

la frontera con Marruecos por Oujda

4. 15/03/2021

Intenta cruzar en una neumática

desde Trípoli (Libia) a Italia. Es

encarcelado en la Prisión A en Osama

8. 24/06/2022

Salta la valla fronteriza de Melilla

Fuente: Elaboración propia /ABC

Un periplo de más

de 6.000 km

y dos años

ITALIA

ESPAÑA

Melilla

TÚNEZ

Trípoli

Mar Mediterráneo

Oujda

MARRUECOS

LIBIA

EGIPTO

ARGELIA

Kourini

MAURITANIA

MALÍ

SUDÁN

NÍGER

CHAD

Kabkabiya

Kabkabiya

15/3/2020

Sale de la ciudad de

Kabkabiya de la región

de Darfur del Norte

(Sudán)

SUDÁN

20/03/2020

Cruza la frontera

de Chad

CHAD

Kourini

17/08/2020

Pasa a Libia por

la ciudad fronteriza

de Kourini (Chad)

LIBIA

15/03/2021

Intenta cruzar en una

neumática desde Trípoli

(Libia) a Italia. Es

encarcelado en la

Prisión A en Osama

Trípoli

20/06/201

Escapa de la cárcel

1/11/2021

Bordea la frontera de

Túnez y cruza a Argelia

ARGELIA

25/11/2021

Atraviesa Argelia hasta

cruzar la frontera con

Marruecos por Oujda

Oujda

MARRUECOS

24/06/2022

Salta la valla

fronteriza de Melilla

Melilla

ESPAÑA

Fuente: Elaboración propia /ABC

Las costas de Libia eran hasta hace nada la salida natural de los sudaneses que huían de la guerra, de la miseria o de ambas. Pero algo ha cambiado y, tanto en el último asalto como en los dos de marzo en Melilla, eran mayoría los procedentes de Sudán.

Amir acabó, según relata en un largo mensaje escrito en árabe dialectal, en una prisión llamada Osama en Libia. «Nos fuimos tiempo después de unos dos meses, nos escapamos de la cárcel el 20/06/2021 y después de eso volví y seguí de nuevo trabajando en Libia hasta juntar el dinero para llevarme a Argelia; de hecho trabajé como cinco meses para poder salir del infierno de Libia después de un año de sentirme como muerto en vida».

En lugar de intentar alcanzar Europa hacia el Norte cruzando el mar, como había planeado inicialmente, emprendió otro viaje interminable hacia el Oeste. No detalla si a pie, en autobús, furgoneta... tampoco quiere hablar de mafias, pese a que es imposible concluir esa travesía sin que terceros muevan los hilos y el dinero.

De bosque en bosque

«Llegué a Argelia el 1/11/2021 y después de varios intentos de salir de ahí durante aproximadamente un mes, llegué a Marruecos el 25/ 11/2021 a las cuatro de la mañana a la ciudad de Oujda, y durante siete meses de bosque en bosque y de ciudad en ciudad, fui encarcelado y golpeado varias veces por los guardias fronterizos marroquíes y españoles. Después de catorce intentos de saltar la valla de Marruecos a España, pude, gracias a Dios, llegar a Melilla. Después de un viaje de sufrimiento, pude llegar el 24/6/2022».

Cuando aceptó contar su historia a ABC pidió escribirla en árabe, pero entre medias intercambiamos muchos mensajes de audio en inglés en los que cuenta, entre otras cosas, que estudió hasta la escuela superior. En uno de ellos explica lo que ocurrió ese día sonrojante del salto mortal que Pedro Sánchez consideró «bien resuelto».

Dice que vio la oportunidad esa madrugada junto a otros muchos, que se dieron las condiciones y que cruzó «entre balas de goma, gases lacrimógenos de todo tipo y palizas de la policía marroquí» . Asegura que le golpearon en la pierna con un artefacto de gas, pero que en el CETI le curaron y ya está bien.

Derechos humanos

«Agradezco a España -sigue Amir- esta amable acogida. Yo vine a España porque simplemente quiero tener la seguridad necesaria, porque salí de la flagelación de las guerras, la inseguridad y la inestabilidad, después de eso no sentí el sabor de la libertad, ni siquiera en todos los países por los que pasé. No encontré ningún país que respete los derechos humanos, un sufrimiento que tengo desde que vine a este mundo».

El resumen vital de Amir coincide en esencia con los testimonios que otros supervivientes de la estampida han dado esta semana a las puertas del CETI. Denunciaron el «maltrato» que sufrieron por parte de Marruecos durante el intento de entrada y antes, cuando estaban en las inmediaciones de Melilla, con agresiones, devoluciones al desierto y prohibiciones para poder comprar comida.

El relato de Amir acaba con ese desgarro: «Desde 2003 tengo esta fecha grabada en la que mi familia todavía vaga de un campo de desplazados a otro y debido a que mi familia vive en el campamento de Sirtoni para refugiados, no he podido terminar mi educación debido a la intensificación de las guerras en mi país, especialmente en mi aldea, donde no disponemos ni siquiera de los derechos humanitarios más básicos y fundamentales. Blanco de todos lados. No hay libertad de expresión, no hay libertad personal, así que preferí sacrificar mi vida por mi futuro, el futuro de mi familia y hermanos». Cree que nunca volverá a Sudán.

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