La Guardia Civil dará cuenta a la Fiscalía de lo ocurrido en la valla
Se investiga con el análisis de imágenes captadas e información recibida el asalto mortal en la frontera y las horas previas
La Guardia Civil de Melilla trabaja ya en unas diligencias de las que dará cuenta a la fiscal de Sala de Extranjería, Beatriz Sánchez, tras la investigación abierta para saber qué ocurrió el pasado 24 de junio en la frontera. Marruecos reconoce 23 muertos pero las ONG elevan las víctimas a 37 y la cifra podría aumentar, a tenor del número de heridos que superó las 70 personas.
La Fiscalía quiere saber qué pasó y para ello ha solicitado a la Guardia Civil, según fuentes del Cuerpo, que aporte todos los datos e imágenes tanto de esas horas cruciales en las que se produjo el intento de entrada masiva -y las muertes- como las previas; también el tipo de información con que contaban los días anteriores los agentes españoles, así como lo que les habían transmitido los marroquíes.
En base a esas diligencias «a prevención», como las llaman, se podrá determinar si se ha cometido algún delito, en Marruecos, y si es perseguible por parte de España, algo que parece improbable.
El día de los hechos el helicóptero de la Guardia Civil divisó la marea humana que bajaba desde el monte Gurugú a las 7.30 de la mañana; a las 8 captaron cómo los agentes marroquíes los separaban en dos grupos y apenas 20 minutos después se produjo el intento de asalto en el que 133 subsaharianos lograron colarse y unos 200 fueron devueltos en las horas siguientes.
Pese a que oficialmente Marruecos echa balones fuera, ese mismo día agentes que estuvieron en la valla recibieron información de sus colegas al otro lado que referían 45 muertos por aplastamiento y cinco bajas entre sus propias fuerzas de seguridad. Ese dato no ha podido ser confirmado y es probable que no lo sea nunca. Agentes que trabajaron en el perímetro fronterizo durante todo ese día explicaron a ABC que nunca habían visto un despliegue tan masivo de fuerzas policiales marroquíes (se hablaba de entre 300 y 500), pero a la vez mostraron su asombro por la escasa organización y la forma de actuar.
La primera, según estos testimonios, provocó que los migrantes llegaran a arrinconar contra el vallado a los agentes marroquíes y la segunda que estos usaran una fuerza desproporcionada que, en algunos momentos, complicó la actuación de los guardias civiles. Cuentan que no paraban de lanzar botes de humo, por ejemplo, que les impedían ver con claridad y repeler el salto masivo.
El día anterior, las fuerzas de seguridad marroquíes se habían enfrentado con un numeroso grupo de sudaneses asentados en el Gurugú a los que pretendían desalojar. Informaron a sus colegas de que habían resultado heridos casi un centenar de esos agentes. Hay quien aventura que la violenta respuesta del 24 tuvo su germen en esas horas previas y en esos policías lesionados.
Toda esa información es la que, en teoría, constará en un informe que la Guardia Civil pondrá a disposición de la Fiscalía. Se está elaborando al más alto nivel y cuenta con la participación de agentes de Información. Sin embargo, fuentes de Interior aseguran que no se está preparando ningún informe para el ministerio público y que esa recogida y análisis de datos forma parte de los protocolos habituales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
