Pablo Iglesias junto a Pedro Sánchez en el Congreso de los diputados

Seis de cada diez rechazan a Iglesias como vicepresidente

La mayoría de los españoles creen que un Gobierno PSOE-Podemos con apoyo de los independentistas pondría en riesgo la unidad de España

Madrid Actualizado: Guardar
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Lo primero que Pablo Iglesias puso sobre la mesa para empezar a negociar con Pedro Sánchez un posible acuerdo de Gobierno fue una exigencia: quería ser vicepresidente del Ejecutivo. Además, pidió varios ministerios para los suyos, como Educación, Economía, Sanidad, Servicios Sociales, Defensa e Interior. El líder de Podemos aseguró que era una propuesta «generosa», pues Pedro Sánchez podría llegar a ser presidente del Gobierno, con solo 90 diputados, gracias a él. «Una sonrisa del destino», lo describió. La mayoría de españoles, sin embargo, escucharon con recelo la propuesta de Iglesias, que no dudan en calificar como «negativa», según la encuesta de GAD3.

Solo unos meses antes, en julio, Pablo Iglesias había garantizado que Podemos no entraría a formar parte de un Gobierno presidido por otro partido, y que él no aceptaría ser vicepresidente del líder del PSOE, Pedro Sánchez, o cualquier otro candidato tras las elecciones generales.

Lo cierto es que en cuanto tuvo la oportunidad Iglesias empezó a pedir sillones en el Gobierno de la Nación, con él en La Moncloa como vicepresidente, y como máximo responsable, entre otras áreas, de la comunicación, la coordinación política e incluso el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

La calle desconfía

La desconfianza en la calle ante ese planteamiento es claramente mayoritaria. Casi seis de cada diez españoles consideran que sería «negativo» que el líder de Podemos fuera el número dos del Gobierno de España, y solo el 28,9 por ciento lo ven «positivo». De momento, Pedro Sánchez se ha limitado a señalar que lo primero es negociar el contenido de los programas, pero no se ha producido ningún rechazo de lo que parece ser la principal preocupación de Iglesias, las exigencias de sillones.

El recelo de los ciudadanos aumenta aún más ante la posibilidad de que, en un Gobierno presidido por Sánchez, Podemos más Izquierda Unida-Unidad Popular tengan más carteras ministeriales que los propios socialistas.

El 63,7 por ciento de los entrevistados en la encuesta de GAD3 tachan de «negativo» que Podemos e IU tengan media docena de carteras ministeriales en el Ejecutivo. Frente a ese rechazo ampliamente mayoritario, solo el 20 por ciento ven esa posibilidad como algo realmente positivo.

La presencia de ministros populistas y de izquierda radical en un Gobierno de Sánchez podría tener consecuencias relevantes frente al desafío independentista catalán. Por ejemplo, a la hora de interponer, o no, recursos de inconstitucionalidad contra los pasos que siguen dando los secesionistas. Es el Consejo de Ministros el que autoriza al presidente del Gobierno a interponer esos recursos, y una división en el Consejo, con dos bloques claramente enfrentados, podría paralizar cualquier acción de ese tipo.

Apoyo independentista

Los españoles perciben el efecto negativo que podría tener ese acuerdo de Gobierno para el modelo territorial de España, como se refleja en la encuesta. Así, más de la mitad de la población, el 52,3 por ciento, considera que un Ejecutivo de coalición del PSOE y Podemos, con el apoyo necesario de los independentistas (ya sea por su voto afirmativo o por su abstención, que es igualmente válida), pondría en riesgo la unidad de España.

El 37 por ciento de los entrevistados piensan que esa coalición de los socialistas con la izquierda populista y con los independentistas no supondría ningún peligro para el modelo territorial de nuestro país.

Rajoy y su investidura

En el estudio de GAD3 se cuestiona también a los ciudadanos sobre la decisión que Mariano Rajoy tomó el 22 de enero, cuando declinó la propuesta del Rey para presentarse como candidato a la investidura, al no contar con apoyos suficientes para ello. Casi la mitad de los españoles (el 47,6 por ciento) entienden las razones del presidente del Gobierno en funciones y la decisión que tomó. Otro 40 por ciento consideran que la actitud de Rajoy no fue acertada. El presidente en funciones ha confirmado que mantiene su candidatura, que volverá a presentar si Sánchez fracasa y si logra tener apoyos para ser investido.

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